La Enseñanza De La Historia

Dentro de los fines generales mencionados por Luis Chávez la educación nacional alcanzara varios medios pero sin duda uno de los más eficaces será la enseñanza de la historia, el fenómeno del íntegro desarrollo cultural del educando dentro de la sociedad en que vive, especialmente en los aspectos físicos, intelectual, moral, estético, cívico, militar, económico y social, todo esto se obtendrá por un estudio inteligente de la historia. El desarrollo cultural en su aspecto intelectual, es susceptible de alcanzarse por medio de la historia, en la medida de que esta asignatura es una disciplina que vigoriza el espíritu, el gusto por la investigación personal, la observación de los hechos y de las cosas.

Desde otro punto de vista, la historia contribuye a fortificar el sentido ético del individuo. Sin embargo, cabe mencionar que conviene aclarar que las enseñanzas morales que se desprenden de la historia, no están precisamente en la moral de cada acción considerada aisladamente sino en la verdad. En cuanto al valor de la historia podemos considerarlo como un medio para la cultura estética del alumno, en efecto, por superficial que sea el curso de historia en las distintas etapas de la vida escolar del alumnos, siempre será fácil ponerlo en contacto, con las ventajas siguientes, con los monumentos artísticos (literarios, arquitectónicos, pictóricos) cuyo estudio es condición indispensable para el conocimiento histórico.

También podemos decir que la historia es una disciplina de civismo tan evidente que no valdría la pena estudiarla si no serviría para hacernos mejores ciudadanos, ya que esa es la finalidad más alta del estudio histórico, preparar al alumno para comprender mejor la sociedad en que vive y, en posesión de ese conocimiento, actuar más conscientemente, en función de los intereses de la comunidad. Es importante saber que la historia nos enseña a comprender la sociedad actual, con sus instituciones, sus luchas sociales, pero también no solo el estudio de la historia nos ayuda a hacernos mejores ciudadanos y a obedecer las leyes que nos rigen, sino también nos hace comprender la naturaleza de esas leyes y nuestros deberes políticos y obligaciones.

La Historia y la Unidad Nacional, Históricamente toda unidad nacional, sola se consigue a través de una conciencia nacional, ya que la conciencia nacional es la resultante del conocimiento del origen, desarrollo, vicisitudes y tradiciones de un pueblo. La historia y la patria, por más que se han insinuado corrientes reaccionarias para substraer a la escuela de las grandes inquietudes políticas que agitan al mundo y aún en México, este propósito está condenado al fracaso, ya que una política antitética del Estado determinará un sentido antibélico en la enseñanza de las ciencias sociales.

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