Erotismo Y Religión
Enviado por iivanoviich • 9 de Junio de 2014 • 614 Palabras (3 Páginas) • 261 Visitas
Los griegos utilizaban la palabra érōs para referirse a la pasión aplicada al amor y al deseo de tipo sensual. Ese sentimiento también se representó a través del dios Eros. En la lengua española, el término erotismo connota y denota lo relacionado con la sexualidad, tanto en relación al mero acto sexual de desarrollo carnal como a sus proyecciones
Religión: Es la división del mundo en fenómenos sacros y profanos. No es la creencia en un dios trascendente: hay religiones, aún superiores, sin dios.
Una religión es un sistema solidario de creencias y de prácticas relativas a las cosas sacras, es decir separadas, prohibidas, creencias y prácticas que unen en una misma comunidad moral denominada iglesia a todos los que adhieren a ellas.
En el catolicismo, los textos místicos de San Juan de la Cruz incluyen una retórica que rebalsa de erotismo atribuido a la deidad. En otras religiones, por otra parte, existía una costumbre que bien podría definirse como una prostitución de índole sagrada que se extendió hasta la Grecia clásica. Tampoco puede dejar de mencionarse al popular libro del Kama Sutra, una sublimación a la sexualidad perteneciente al hinduismo
• El erotismo es, literalmente, demasiado para el cuerpo". La actividad sexual de hombre es una actividad erótica; el erotismo necesita un cuerpo, un ente de carácter tangible por medio del cual se haga presente. Sólo los hombres hacen de su actividad sexual una actividad erótica. Así, el sexo no nada más se realiza para reproducirse.
A través de él el hombre se entrega al placer, al éxtasis, que con el erotismo se convierte en una experiencia esclarecedora y, lo es, en el sentido que le muestra lo más íntimo y vital de sus fuerzas dirigidas hacia sí mismo.
• Con la violencia del sacrificio, el cristianismo habría de suprimir el erotismo de los cuerpos, inclusive en el terreno simbólico la sangre se asocia a un acto deplorable. El cristianismo condenaría el acto sexual como realidad del placer y por tanto: «La teología cristiana, en efecto, asimila a la muerte la ruina moral consecutiva al pecado». La actividad sexual representa un acto inhumano, sólo el matrimonio la legitima. La profanación se convierte en costumbre, pues en cierto modo es una dimensión profana de lo sagrado, se opone a la impureza y entonces no hace falta descubrir que lo erótico, o lo impuro, o lo diabólico, no estaban separados del mundo profano, mas desde la teología cristiana, les faltaba un carácter formal, un límite fácil de captar por cualquier ser humano, y así, lo impuro es lo profano, cayendo el erotismo en el terreno de lo profano.
• La Iglesia se opuso en general al erotismo. Pero «el cristianismo produjo, en el terreno religioso, esa paradoja: el acceso a lo sagrado es el Mal; y al mismo tiempo el Mal es profano»14. El pecado llevado a la realidad, naturaleza primicia de la angustia,
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