Esperar El Tiempo De Dios
Enviado por Genesis14Acosta • 27 de Junio de 2013 • 947 Palabras (4 Páginas) • 441 Visitas
Esperar el tiempo de Dios
Los cantos que entonamos durante en la iglesia tienen un gran significado para nuestras vidas. Hay un canto popular que dice: “Esperar en ti, difícil sé que es, mi mente dice no, no es posible, pero mi corazón confiado está en ti. Tu siempre has sido fiel y me has sostenido”.
El coro de ese canto nos refleja una oración que muchas veces nos es difícil hacer en los momentos de prueba y de crisis. El coro dice, “Y esperare, pacientemente”. En ocasiones simplemente, es muy difícil esperar el tiempo de Dios.
Eclesiastés 3 es un texto muy conocido por muchos de nosotros. El texto refleja que hay tiempo para todo; que cada actividad llega a su tiempo, incluso en estos últimos tiempos. He escuchado mucho lo que algunos llaman el “Kairos de Dios”, es decir, el tiempo perfecto de Dios. Tenemos que reconoce, que esperar en el tiempo Dios no es nada fácil.
Es algo difícil de hacer en ocasiones, especialmente en los momentos de crisis y tribulación. En las siguientes líneas quisiera compartir algunos ejemplos del Antiguo Testamento que nos enseñan qué es lo que ocurre cuando no esperamos el tiempo del Señor.
Rubén, el hijo que no supo esperar
Rubén era uno de los doce patriarcas, hijos de Jacob. Específica-mente él era el primogénito. En el contexto patriarcal sabemos que la primogenitura era algo muy importante, pues el primogénito recibía el honor de ser el heredero oficial del clan. El problema de Rubén no fue haber sido el primogénito, si no que intentó reclamar sus derechos antes de tiempo e irrespetó a su padre Jacob.
Génesis 35.22 nos cuenta que mientras Jacob hacía duelo por la muerte de Raquel, Rubén aprovechó para “dormir con Bilha, la concubina de su padre, lo cual llegó a saber Israel (Jacob)“. El tomar la esposa de su padre en ese contexto significaba que estaba clamando su primogenitura antes de tiempo. Se estaba proclamando como el heredero principal y Jacob su padre ni siquiera había muerto.
Los años pasaron y finalmente cuando Jacob estaba a punto de morir, hizo llamar a todos sus hijos para repartir su herencia. Me imagino que Rubén estaba muy emocionado pues según él, finalmente recibiría sus derechos del primer nacido completamente. Pero Génesis 49.1-4 nos enseña que éste no recibió la bendición que esperaba, pues Jacob en su lecho de muerte le reclamó su mala actitud que había tenido años atrás, al tomar a Bilha como mujer y así intentar proclamarse como el heredero. Rubén no recibió lo que tanto había anhelado.
Acán, la avaricia no le hizo esperar
En el tiempo Josué y de las conquistas de las tierras de Canaán, los Israelitas recién habían triunfado sobre Jericó. Dios les había dado la victoria sorprendentemente. La próxima ciudad a conquistar era la ciudad de Hai. Realmente no era una gran amenaza para un pueblo tan numeroso como Israel, pero increíblemente
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