LA MUEJR SUNAMITA
Enviado por PALOMIS1813 • 23 de Octubre de 2013 • 399 Palabras (2 Páginas) • 427 Visitas
LA MUJER SUNAMITA—UN EJEMPLO DE FE
INTRODUCCIÓN
Algunos aspectos importantes de la vida de la sunamita fortalecen la fe y la perseverancia del creyente, no le enseña a renunciar a su bendición.
La angustia de la sunamita antes de la muerte de su hijo se parece a la situación de muchas personas que están pasando por momentos de prueba, y los anima a buscar la intervención misericordiosa de Dios.
BENDICIÓN es:
La gracia concedida por Dios. Feliz acontecimiento. Acto por el cual los padres bendicen a sus hijos. Ley verbalmente deseos expresos de éxito y felicidad a alguien.
I. ACTITUDES DE UNA MUJER AUDAZ:
II.
1.1-La sunamita era una mujer que sabía servir bien
La sunamita construido había construido una habitación en su casa para recibir al varón de Dios (2 Reyes 4.9,10).
1.2 - Tenía un profundo respeto por el profeta
La sunamita no se atrevía a moverse de la puerta de la habitación cuando fue llamado por El profeta (2 Reyes 4:15).
II. QUÉ HACER EN TIEMPOS DE CRISIS Y NO PERDER LA BENDICIÓN:
2.1 - Evitar las acciones precipitadas
La sunamita podría haber enterrado a su hijo, pero puso su hijo sobre la cama del profeta, cerró la puerta y buscó ayuda (2 Reyes 4:21).
2.2 Actuar correctamente
La sunamita le pidió al marido a un criado y un burro para que lleve al hombre de Dios (2 Reyes 4:22).
2.3-Fe
La sunamita decidió buscar al hombre de Dios, porque sabía que esto podría revivir al niño.
III. EN TIEMPOS DE CRISIS. El creyente también debe:
3.1 – Buscar ayuda
Dios está siempre dispuesto a socorrer al afligido (Salmo 18:6).
3.2 Emplear un gran esfuerzo
La sunamita caminó varias leguas montada en un burro (2 Reyes 4:24:25).
3.3 - Ir al lugar correcto
La sunamita fue a Carmel, donde estaba el profeta (2 Reyes 4:25). El Carmel, espiritualmente, significa cerro de la oración.
3.4 - Tener una visión
Para Giezi, ella dijo que todo estaba bien, derramó sus lagrimas delante del hombre de Dios, sabía que Dios haría la obra (2 Reyes 4.26,27).
4.1-Apesar de que la lucha es difícil, Dios lo puede todo (Lucas 1.3 7);
4.2 - Para todos, Dios tiene un propósito (Romanos 8:28);
4.3-La última palabra pertenece a Dios (Salmo 33,9; 62,11).
CONCLUSIÓN
El creyente nunca debe renunciar a la lucha por la bendición que Dios ha reservado, pero sigue buscando la respuesta através de la oración. Incluso antes de la muerte, la sunamita no se dio por vencido, porque confiaba en que Dios hiciera un milagro y hacer lo imposible hecho posible.
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