LA VISION

La oración que ustedes acaban de hacer es más que solo una simple oración, es un acto visible de fe y sobre todo de amor. El hecho de aceptar a Jesús en su corazón como Señor y Salvador realmente es una gran celebración en los cielos, los ángeles hacen fiesta por sus vidas. Y el aceptarlo, bueno pues al mismo tiempo están aceptando el sacrificio de amor que Dios hizo por nosotros al entregar a su hijo, porque Dios los ama, y no es cualquier amor…es tanto que si solo hubieran sido la única persona de este planeta, Él aun así hubiera enviado a su único hijo a sacrificarse en la cruz por sus pecados y salvarlos de las garras de la muerte.

En la biblia nos habla en Romanos 3:10-12, 23 “que no hay nadie justo, que no hay quien entienda, que no hay quien busque a Dios, no hay nadie que hago lo bueno y que por todos sus pecados están destituidos de la gloria de Dios”, esto quiere decir que por nuestros pecados nosotros no podemos estar en la presencia de Dios.

Nosotros ya nacemos pecadores, con una naturaleza pecaminosa y pues todo pecado se paga con la muerte, es aquí donde entra el sacrificio de Jesús. Dios no soportaba la idea de perdernos y de que estuviéramos alejados de Él. Por eso dice en Efesios 2:8-9 “porque por gracias (la gracias es un regalo) eres salvo por medio de la fe; y esto no de nosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”. La gloria solamente es de Dios y para Dios.

Por esto es importante confesar nuestros pecados, y pedir perdón por ellos. En 1ª de Juan 1:9 dice que “si confesamos nuestros pecados, él (ósea Dios) es fiel y justo para perdonarlos y limpiarnos de toda maldad”, Y no se preocupen si son muchos si son pocos la cantidad no importa, no hay cantidad ni tamaños para Dios, el los persona y nos limpia con la sangre de Jesús y ya quedan en el olvido para El, como dice en Miqueas 7:19 “ Dios volverá a tener misericordia de nosotros… y que echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados”.

Y ahora bien, ya por ultimo… el día hoy no están por casualidad, Dios los escogió dentro de millones de personas para traerlos aquí por el simple hecho de tenerlos con El, de que lo conocieran y mostrarles todas la bendiciones que tiene para ustedes y que bajo su alas van a poder descansar y El como todo buen Padre siempre los va a proteger y cuidar. Porque a partir de hoy sus vidas ya no serán ni son iguales, ahora ya son llamados hijos de Dios (1ª de Juan 1:12)

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