La otra vida después de la muerte

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(www.tarotvidenciaelisedefer.com)

Introducción

Todo ser humano se ha preguntado, en algún momento de su vida, no solo que sucede después de morir, sino que también, si existe otra vida después de la muerte. Pero estas cuestiones no son de ahora; las grandes civilizaciones de la historia lograron resolver estas grandes preguntas. Sus grandes ideologías tan completas y variadas, comprueban que la muerte era un tema importante en la vida del ser humano y en su forma de actuar; incluso la sociedad actual está influenciada por estas creencias.

Por medio del presente ensayo, se resolverán los anteriores puntos con base en las ideas que ha dado la religión y tratará derrumbar los conceptos que tienen los ateos, para demostrar que la muerte no es un acontecimiento donde todo termina.

Para comenzar, la definición de la muerte es muy importante. Según la DRAE la muerte es: “cesación o término de la vida”, “en el pensamiento tradicional, separación del cuerpo y el alma”, … una vez definida, se puede concluir que es cuando un ser vivo pierde la capacidad de respirar. Sin embargo, para mucha gente esta definición es ambigua porque supone que esta, es la puerta para entrar a otra vida. Cuando los seres humanos explican lo que sucede después de morir; se crean desde los conceptos más completos hasta los más sencillos.

Los antiguos egipcios, por su parte, creían con firmeza en la vida del alma en el más allá, que constituía como otra vida después de la terrenal. Para que el tránsito fuera exitoso, era fundamental que el cuerpo, después de muerto, se conservara en el máximo de integridad. Por eso, utilizaban procesos de momificación y embalsamiento. Los hijos del Nilo consideraban la muerte como un punto de encuentro entre el final de la vida terrenal y el comienzo de otro.  

Para los aztecas, la muerte, también era el paso a otra vida. La vida de ultratumba podía transcurrir en dos lugares: al primero iban todos los que para hallar la paz eterna debían pasar por una serie de pruebas (Mictlan), en el otro se encuentra el paraíso (Tlalocan). En el primero, lo muertos, que presumían ir allí eran enterrados con una jarra de agua para el largo viaje. En el segundo, los difuntos eran enterrados con una rama para que una vez llegados, se convirtiera en un árbol.

Las religiones orientales, apoyan la reencarnación. Esta consiste, en atravesar un ciclo infinito de vidas, adoptando un cuerpo hasta que el individuo logre romper el periodo y su vuelva uno con lo divino. Cada vez que se pase a la otra vida, la persona revivirá en un ser diferente, esto dependerá de su vida anterior. El símil más adecuado para esta definición es como una gota vuelve a caer al gran océano.

En lo anterior se pudo observar, que cada cultura tiene su ideología de la muerte, entonces si existe una vida después de morir. La cultura popular ayuda a comprobar este aspecto y esta es el cristianismo. Al morir el cuerpo se separa del alma y esta, si ha sido buena, llagará al paraíso. Si ha sido mala, podrá por un transcurso en el purgatorio llegar al paraíso, pero si no lo logra, se ira al infierno; este es el concepto de los católicos. Para la mayoría de protestantes, morir, implica quedar “dormido” hasta que Jesucristo recoja a su iglesia; los muertos que creyeron en cristo y cumplieron sus mandamientos, vivirán eternamente con ÉL. Por el contrario, los que han pecado serán arrojados al lago de fuego (1 de tesalonicense 4:16).

Por otro lado, los materialistas afirman que al morir dejamos de existir. No hay vida después de la muerte, aunque es inevitable; todo debe morir, hasta el universo. Basado en la afirmación de los ateos, se podría considerar que ellos no tienen un sentido de vida claro, viven porque si, son seres que creen que se vive para nacer, crecer, reproducirse y morir; como todo lo demás que tiene vida.

Para refutar lo que dicen los ateos, primero: comprobamos que la mayoría de culturas de culturas tenían su conciencia mítica de la muerte, es decir creían en la vida después de la muerte. Segunda: las grandes religiones del mundo (islamismo, budismo, hinduismo, judaísmo y cristianismo) tienen su concepto de la vida después de la muerte. Estas son simplificadas:

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