Los Manuscritos del Quram
Enviado por Susanna-Mariia Kallio Rodriguez • 22 de Mayo de 2019 • Ensayo • 2.793 Palabras (12 Páginas) • 245 Visitas
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BOSQUEJO
INTRODUCCIÓN 1
Desarrollo del trabajo 2
I. Los Rollos del Mar Muerto 2
A. Entidades 2
B. Las Cuevas 2
C. Algunos Manuscritos 2
D. Fechas 2
E. Khirbet Qumran 2
CONCLUSIÓN 3
BIBLIOGRAFÍA 4
INTRODUCCIÓN
El descubrimiento de los manuscritos del Qumran han cambiado mucho las perspectivas de teólogos, arqueólogos y ateos. Con las palabras del director del Museo de Israel,
James S. Snyder, quiero empezar mi introducción de este tema. Destaconado la importancia que Snyder les da a estos manuscritos:
El Museo de Israel tiene el enorme privilegio de albergar en su Santuario del Libro los manuscritos más completos y mejor preservados de cuantos se han encontrado en el mar muerto. Estos documentos son uno de los hallazgos más importantes de la cultura del mundo monoteísta y representan un conjunto único piezas de la colección enciclopédica del Museo.[1]
El estudio de este tema es esencial para la teología para armarse de una defensa, debate, prueba de la autenticidad de la Biblia que tenemos en nuestras manos.
Por otra parte, el descubrir la comparación de los manuscritos del Qumran con manuscritos más actuales podemos ver la revelación e inspiración de Dios.
Con la mayoría de ayuda del libro “Los Manuscritos del Mar Muerto” de F. F. Bruce me voy adentrar al estudio del ensayo de este tema.
Desarrollo del trabajo
Los Rollos del Mar Muerto
Los manuscritos del Mar Muerto es un conjunto de documentos judíos antiguos que se descubrieron cerca del Mar Muerto.
“La expresión se aplica corrientemente, en un sentido más restringido, a los más numerosos de ellos, hallados en las cuevas de las inmediaciones de un lugar conocido con el nombre de Qumrán.”[2]
Los manuscritos del Mar Muerto es un conjunto de documentos judíos antiguos que se descubrieron cerca del Mar Muerto.
En primavera de 1947 en el noroeste del Mar Muerto empezaron a parecer unos manuscritos. El beduino Muhammad adh-Dhib, un pastor de cabras, estaba apacentando el rebaño y una de ella se perdió. El pastor fue en busca de ella y se topó con una cueva cerca de Wadi Qumran, almacenado de documentos en hebreos y arameos. Muhammad se llevó los documentos a Belén para venderlos, siendo adquiridos algunos por el monasterio sirio de San Marcos en la Ciudad Vieja de Jerusalén y otros por la Universidad Hebrea. Athanasius Yeshue Samuel, El arzobispo sirio de Jerusalén, reconoció que los textos eran hebreos, pero no sabía de dónde provenían. A finales de 1947, El arzobispo consultó con los miembros de la École Biblique.[3]
El profesor J. van der Ploeg “identificó uno de ellos como una copia del libro de Isaías en hebreo, de una fecha sorprendentemente temprana (…) uno de los estudiosos de mayor autoridad en este campo del saber le informó que era absurdo suponer que pudieran existir manuscritos hebreos de semejante antigüedad”[4].
Entonces el arzobispo consultó con los miembros de la comunidad judía de Jerusalén.
Los manuscritos adquiridos por la Universidad Hebrea los analizó el profesor Eleazar L. Sukenik, cátedra de arqueología. El profesor “creía que debía proceder de alguna antigua gueniza: un almacén en el que los judíos depositan los escritos sagrados que estaban demasiado deteriorados para su uso cotidiano”[5]. En 1948 Sukenik pudo estudiar los rollos del monasterio sirio, copiando capítulos de Isaías y resumiendo los rollos.
En febrero de 1948, al sacerdote sirio Burros Sowmy le llevó a John C. Trever, director en funciones de la American School of Oriental Research en Jerusalén, cincos manuscritos. Trever copió algo de los textos y Sowmy le contó que los manuscritos fueron encontrados en una cueva del Mar Muerto. Trever se dio cuenta que la escritura hebrea era más antigua de la que había visto y se trataba del libro de Isaías. Trever consiguió llevarse los rollos a la escuela para fotografiarlos, pero uno de ellos no se podía por su deterioro. Algunas fotos fueron enviadas al profesor W. F. Albright, en el que reconoció que la escritura era más antigua que Papiro Nash datándolo 100 a.C. Con esto concluían un intervalo de mil años los libros originales del Antiguo Testamento y las copias hebreas. El director de American School, Millar Burrows, comunicó al arzobispo Samuel que el rollo de Isaías era el manuscrito más antiguo que cualquier libro de la Biblia. En 1949, el arzobispo Samuel llevó y entregó los documentos a American School of Oriental Research de Estados Unidos por tres años. Burrows, Trever y W. H. Brownlee publicaron tres documentos, ya que descubrieron que dos mitades era un rollo original (Regla de Comunidad). El cuarto documento no lo publicaron por su deterioro y se había acabado el tiempo que le otorgó el arzobispo Samuel. En 1955, el Estado de Israel compró los rollos al monasterio sirio, reunidos con los ya comprado por la Universidad Hebrea.[6]
Entidades
Monasterio Sirio de San Marcos
La Iglesia monasterio de San Marcos. Es una iglesia siria ortodoxa en el Barrio Armenio de la Ciudad Vieja de Jerusalén, Israel. De acuerdo con una inscripción del siglo VI encontrada durante una restauración en 1940, la iglesia estaría en el sitio antiguo de la casa de María, madre de San Marcos el Evangelista (Hechos 12:12) y el lugar de la Última Cena de Cristo con sus discípulos.[7]
Los rollos que adquirió el monasterio eran cinco. Uno de los rollos era la copia del libro de Isaías en hebreo, otro era una copia de los dos primeros capítulos del libro de Habacuc en hebreo, el tercero, divido en dos rollos, era un manual de una comunidad judía (Regla de Comunidad) y el cuarto rollo, que estaba deteriorado, fue abierto cuando el Estado de Israel lo adquirió y se trataba de una paráfrasis de los capítulos 5 a 15 del Libro de Génesis escrito en arameo.[8]
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