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Los Valores


Enviado por   •  7 de Julio de 2014  •  2.442 Palabras (10 Páginas)  •  214 Visitas

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LOS VALORES

1.1 Los valores en el ámbito del hombre

Al cultivar los valores, el hombre aprende a amarlos, los convierte en hábitos, es decir, de la excelencia consciente pasa a la excelencia inconsciente. Cuando actuamos con excelencia por hábito, entonces realmente somos excelentes, nos acostumbramos a ser valerosos, nos acostumbramos a ser excelentes, nos acostumbramos a ser de tal manera que en nuestra persona se refleja la excelencia como un espejo fiel de nuestra propia alma. Actuar con base en valores por hábitos significa estar en la convicción de los seres humanos. (Cantillo, Domínguez, Encinas, Muñoz, 2011)

El amor a los valores, según Platón, convertido en hábito en la Ética Nicomaquea, define al hombre lógico, ético y estético. El hombre que se ha realizado en el amor a la verdad, la bondad, la belleza y la excelencia, descubre que al hacerlo es feliz. Los hombres —decía Aristóteles—cuando conocen la felicidad del ser, cuando se ven a sí mismos valiosos, no pueden ya jamás dejar de serlo, por mismos valiosos, no pueden ya jamás dejar de serlo, porque es tan grande la felicidad y la autorrealización experimentadas en ellos que, entonces, la realización del ser se transforma en la felicidad perfecta. (Cantillo, Domínguez, Encinas, Muñoz, 2011)

1.2 Análisis de la evolución histórica

Una sensación de plenitud, de estar lleno, de sentirse el centro, de sentirse dueños del interior de sí mismo, de sentirse en el corazón de la certeza universal, desde su centro, invade al hombre de tal manera que se siente como la más pródiga de todas las criaturas, siendo sencillo y humilde. Así el hombre puede conocer la felicidad interna, que sólo se da en los seres que han alcanzado la realización ética, aquellos que viven para servir al mundo, ai servicio de todos, por el único privilegio de ser excelente y por la satisfacción extraordinaria de sentirse y saberse dueños de sí mismos, seres perfectamente felices. (Cantillo, Domínguez, Encinas, Muñoz, 2011)

Todos estos descubrimientos hechos, a lo largo de los siglos, por filósofos griegos nunca desaparecieron de la faz del conocimiento universal. En la biblioteca de Alejandría estos documentos merecieron un lugar de honor, los primeros cristianos San Ambrosio y San Agustín y luego Tomás de Aquino descubrieron en ellos el fundamento del ser humano, el ser ético, el camino y el faro que alumbraba con seguridad las transformaciones humanas. Los valores son eternos, universales e infinitos, según Aristóteles, y convertidos en acciones transforman los caminos que el hombre recorre para alcanzar el éxito y la felicidad de su propia existencia.

Los siglos pasaron y en el siglo XX la excelencia nuevamente fue descubierta y convertida en el signo del nuevo milenio y del siglo que comienza. Para los hombres el siglo XXI, la búsqueda de la excelencia es una pasión; en México, en los Estados Unidos y en toda la tierra, la excelencia recorre las mentes y los corazones de todos los hombres; la excelencia es pues una ruta de superación constante, un faro que ilumina, espejo fiel de los valores, del amor a la verdad, del amor a la belleza y a la bondad.

En los Estados Unidos el amor reapareció como un instrumento que utilizaban las grandes compañías y empresas para mejorar la capacidad de sus productos y de sus servicios, descubrieron que el amor era válido y valioso como herramienta publicitaria, pues este mejora la calidad de las personas; justamente las sabias enseñanzas antiguas de los filósofos griegos fueron entonces puestas en práctica en los grandes centros industriales y fabriles con los mismos resultados que habían alcanzado, en la antigüedad, los seguidores de estas enseñanzas.

1.3 Los valores en la excelencia

La construcción de una cultura para el siglo XXI no puede dejar fuera la excelencia; hoy, en todo el mundo los modelos de excelencia han trascendido más allá de las industrias, las fábricas y las empresas de servicio para inundarlo todo; hoy se habla de modelos de excelencia para la policía, para la administración pública de los gobiernos, para la administración de las clínicas y de los hospitales, para el desarrollo de software, para implementarlos en las escuelas normales, en las universidades y en los tecnológicos, en las escuelas primarias, secundarias y en todos los niveles escolares; el ideal de la excelencia es tan universal que cabe en todos lados y puede ser llevado a todas partes.

Desde Pitágoras hasta hoy, la excelencia ha sido la guía de cientos de miles de líderes, de cientos de miles de personas que han vuelto sus ojos no hacia fuera, sino hacia su propio yo, a su propio interior y se han preguntado ¿quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿hacia dónde voy?, tal y como se lo planteo por primera vez Pitágoras y ms tarde Sócrates, hace ya 25 siglos. “El hombre que reflexiona sobre su propia existencia —decía Tacito— está a punto de iniciar el camino que lo conducirá al encuentro consigo mismo”.

Aristóteles había inculcado en Alejandro los conceptos básicos que profesaba su pensamiento. El pensamiento aristotélico postulaba y centraba su filosofía ética en concepciones básicas: el cultivo de los valores universales, la verdad, la belleza y la bondad; de la totalidad de las bestias el hombre emergía por encima de ellas, capaz de distinguir los valores.

Estos aplicados a la conducta del hombre le permitían la construcción de su futuro, la toma de decisiones, la búsqueda de un camino personal, la verdad, la belleza y la bondad, los tres valores universales eran, de acuerdo al pensamiento de Sócrates y de Platón, lo que definía al hombre como tal.

1.4 La comprensión de los valores en los hombres

A diferencia de las bestias el hombre sí podía interpretar y entender de acuerdo a su conducta aquello que le agregaba valor superior a su condición y aquello que le restaba.

La axiología de los griegos es el tratado acerca de la ética de la conducta, el concepto años valor del mundo griego se definía como una conducta específica del mundo de los hombres con base en un compromiso personal y a un ideario.

Los valores como conceptos o ideas habían sido identificados desde los tiempos de Pitágoras; también Sócrates y Platón habían establecido que los valores orientan la conducta de los hombres, son como guías, son faros, son el camino a seguir, establecen la identidad del ser superior del hombre; las conductas de los hombres volcadas en el sentido de los valores se identifican como el acontecer o el actuar en pos de la excelencia.

Aristóteles supo ver en el alma de aquel joven impetuoso cualidades

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