MATRIMONIO
Enviado por carmina11 • 16 de Octubre de 2013 • 746 Palabras (3 Páginas) • 246 Visitas
la creación del hombre, en su doble cualidad de varón y mujer, no tiene
su origen en ningún principio mitológico, ni su dimensión sexual ha sido causada por algún
poder maligno, sino que todo es fruto de la palabra creadora de Dios.
El grito de exclamación manifiesta una alegría inmensa al haber encontrado por fin el reflejo
suyo, la compañera y ayuda que anhela; lo único que ha podido elegir y hacia lo que se siente
atraído entre todos los seres que acaban de desfilar ante él. Acaba de brotar una comunidad
más fuerte que ninguna otra, en la que los dos tienden a identificarse en un solo ser.
La llamada recíproca entre el hombre y la mujer queda orientada, desde sus comienzos, hacia
esta finalidad. Por una parte, es una relación íntima, un encuentro en la unidad, una comunidad
de amor, un diálogo pleno y totalizante, cuya palabra y expresión más significativa se encarna
en la entrega corporal. Además, esa misma donación se abre hacia una fecundidad que brota
como consecuencia del amor
hombre mujer: iguales-complementarios
372 El hombre y la mujer están hechos "el uno para el otro": no que Dios los haya hecho "a medias" e "incompletos"; los ha creado para una comunión de personas, en la que cada uno puede ser "ayuda" para el otro porque son a la vez iguales en cuanto personas ("hueso de mis huesos...") y complementarios en cuanto masculino y femenino (cf. Mulieris dignitatem, 7). En el matrimonio, Dios los une de manera que, formando "una sola carne" (Gn 2,24), puedan transmitir la vida humana: "Sed fecundos y multiplicaos y llenad la tierra" (Gn 1,28). Al trasmitir a sus descendientes la vida humana, el hombre y la mujer, como esposos y padres, cooperan de una manera única en la obra del Creador (cf. GS 50,1).
Texto para reflexionar y de apoyo
MANILA, 17 Ago. 04 / 09:33 am (ACI).- En una entrevista con el Manila Bulletin, el Obispo de Lingayen-Dagupan, Mons. Oscar Cruz, expresó su apoyo a la Carta a los obispos de la Iglesia Católica sobre la colaboración del hombre y la mujer en la Iglesia y en el mundo, publicada recientemente por la PontificaCongregación para la Doctrina de la Fe, y reafirmó que “el hombre y la mujer son complementarios en su constitución”.
Haciendo referencia a las duras críticas de los grupos feministas en el país, el Prelado explicó que “la carta firmada por el Cardenal Ratzinger es un documento completo y sería injusto publicar sólo una o dos citas y comentar sobre eso”.
“El hombre y la mujer son complementarios en su constitución, funciones biológicas y rasgos de carácter. Existen cosas que la mujer tiene que el hombre no y viceversa, como criaturas complementarias, una sin la otra no podría”, resaltó el Obispo.
Asimismo, el Obispo agregó
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