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Matrimonio


Enviado por   •  30 de Octubre de 2013  •  2.453 Palabras (10 Páginas)  •  313 Visitas

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Hoy muchos ven mal el matrimonio. En el mundo usualmente se hace burla diciéndole “el matricidio”. Pero el matrimonio es una gran bendición. Como humanos somos los únicos seres del universo capaces de disfrutar el matrimonio. Los animales no se casan ni tampoco los ángeles. Eso es algo que Dios dejó solo a los humanos.

EL MEJOR EJEMPLO

Efesios 5:21-31 te daras cuenta que la Biblia nos pone como ejemplo del matrimonio al mismo Jesus y su relación con la iglesia. Cuando la Biblia habla de lo que debemos hacer en un matrimonio, nos pone por ejemplo a Jesus. Todos crecimos en una familia, viendo algún tipo de matrimonio; unos malos, otros buenos;unos solidos y otros inestables.

Pero lo que vimos creciendo en nuestro hogar programó nuestra mente y corazón. Inconscientemente creímos que las reglas de conducta y la forma de relacionarnos en un matrimonio debían ser como lo vimos en nuestro hogar. Y eso lo llevamos dentro cuando nos casamos. Si el padre fue agresivo y machista, igual se comporta el hijo; si la madre fue independiente y rebelde, la hija querrá hacer lo mismo en su matrimonio.

La gran mayoría de personas no aprende como llevar un matrimonio. Acude a sus conocimientos y reglas de conducta heredadas de su hogar creyendo que eso los guiará, y se sorprenden cuando no funciona. Me asusté cuando leí que la pareja promedio pasa 150 horas planificando la ceremonia de boda y solamente 2 horas aprendiendo del matrimonio. Planifican las invitaciones y los adornos, pero no planifican su hogar. Aprenden como manejar un auto y estudian una profesión, pero pocos estudian para la vida, para ser felices con quien aman.

Pero el matrimonio, aunque nace por el amor, se sostiene con sabiduría. Esta escritura de Efesios es como que el Señor nos dijera: "cuando te cases, no sigas el patrón de conducta que viste en tus padres. Sigue mi ejemplo. Imítame a mí".

EL PODER DE LA SUJECIÓN

Cada vez que hablamos de sujeción, las mujeres piensan dentro de sí: “ahí viene una pedrada para mí”, mientras los hombres empiezan a sonreír como quien dice “Pastor, ya me hizo el día”. Pero no debería ser así. Primero, la sujeción no es sólo para las mujeres, empieza por el hombre. Éste debe sujetarse a Cristo, su cabeza. Segundo, no es mala, es buena. Dios no hubiera mandado algo que nos hiciera daño.

Muchas mujeres huyen a la sujeción porque no han entendido su poder. Creen que Dios les ordenó menospreciarse. Esto lo creen porque no han entendido el respaldo de Dios cuando lo practican. Antes que nada mujer, debes comprender que lo que el Señor le pidió al marido es más difícil. La orden para el hombre es morir, no sujetarse. Estoy seguro que a cualquiera que le apunten un arma a la cabeza y le digan "o te sujetas o te mato" se sujetaría. Es porque morir es más difícil, y eso fue lo que Dios le pidió al esposo.

Te enseñaré tres beneficios para ti, mujer, si eres sujeta. El primero lo encontrarás si lees cuidadosamente 1ra Pedro 3.1-2. Lo he llamado "el poder de la transformación": Dios transforma con su Palabra a los hombres a quienes se les sujeta una mujer casta y respetuosa, aún cuando este marido no crea en la Biblia. En otras Palabras, las mujeres respetuosas son una ventana de bendición para su hogar.

Piensa en esto por un momento. Por lo general, la mujer cuando está enojada, quiere discutir con su marido y llega a hacerlo fuertemente si no la escuchan. Quiere hacer valer su punto y que su marido reaccione, pero está en un error. Dios no transforma a su esposo por sus alegatos, lo hace por su sujeción. Cada vez que contiende verbalmente con su marido, está cerrando más su corazón y también la ventana de bendición de Dios. El Señor, al ver que la mujer no respeta a su cabeza, la deja a su propio destino. Pero en cambio, cuando no discute de regreso, sino que mantiene una conducta respetuosa y ejerce dominio propio, el poder de Dios y su autoridad operan a su favor. El mismo llama a su marido y se encarga de reprenderlo fuertemente. ¿Por qué? Porque El es la cabeza de su esposo y opera en autoridad cuando ve que la mujer respeta esa autoridad.

El segundo beneficio lo llamo "el poder de la asociación". Lo encuentras en el verso 7 de ese capítulo: Dios escucha únicamente al esposo que honra a su mujer. Cuando eres sujeta a tu marido, Dios está tan agradado que hasta podría estorbar las oraciones de tu esposo cuando no te honra como vaso más frágil. ¿Por qué? Porque Dios no atiende al hombre que trata mal a su mujer, sino que le resiste. De esa manera el Señor protege el corazón sensible de las mujeres.

Si el Señor le dio al hombre autoridad en el hogar, también le dio responsabilidad, y El no escuchará a aquel que abusa de ese poder. El resiste al esposo para quebrantar su corazón y para que éste se de cuenta que no hace bien. El Señor me dio a entender que sólo aquellos hombres que honren a su mujer y respeten la ternura y sensibilidad de ella podrán tener comunión con el Espíritu Santo, porque el Espíritu es más sensible que las mujeres. Pero cuando son duros y ásperos con sus esposas, el Señor se aparta de ellos en sus oraciones, buscando que se humillen y arrepientan por esa dureza. Aquel que se endurece con su esposa, su corazón se endurecerá con Dios. Por eso Dios ni recibe las ofrendas de los esposos desleales a sus esposas (Malaquías 2.13-14).

El tercer beneficio lo llamo "el poder del consuelo". Lo encontramos en Isaías 54:4-6. Dios le dice a la mujer abandonada: “Yo seré tu marido”. El ocupa el lugar del esposo si éste la rechazó, pero nunca ocupa el lugar de la esposa ante el hombre. Es como que Dios le dijera a la mujer: "si por sujetarte a tu marido el te hace algún daño, Yo mismo me encargaré de amarte y sustentarte. Yo, tu Dios, te consolaré, y no te dejaré avergonzada ni afligida". Esta es una promesa que nunca hace el hombre, sólo a la mujer, y a aquella que se sujeta a su esposo. Dios te ha puesto a ti, mujer, en un lugar para ser honrada por tu marido. Sujétate sin temor, con toda libertad, pues la sujeción es una bendición.

La Biblia dice que una buena mujer es corona de su marido, pero que una mala mujer es una gotera sobre su cabeza. En Proverbios dice que la mujer es el bien de Dios, pero Eclesiastés dice que la mala mujer es más amarga que la muerte. Mujer, tú escoges que serás para tu esposo: la mayor bendición que ha recibido de Dios, o el mayor dolor de cabeza que sufre. Escoge el bien, y el Señor te ayudará a relacionarte con tu esposo.

JESÚS: EL MODELO DE AMOR PARA EL ESPOSO

Así como la instrucción de Dios para la esposa es una en todo el Nuevo Testamento, sujetarse, para el hombre encontramos tres. La primera es amar

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