METODOLOGÍA BÍBLICA
Enviado por zuhailthm • 17 de Octubre de 2014 • 3.756 Palabras (16 Páginas) • 258 Visitas
METODOLOGÍA BÍBLICA
Estudios De La Biblia Por Sus Métodos El Método Inductivo La palabra “inductivo” viene del verbo inducir, y éste del latín inducere, que es un antónimo de deducir o concluir. La inducción, nos dice el diccionario, es “un modo de razonar que consiste en sacar de los hechos particulares una conclusión general”. Por tanto, denominamos método inductivo aquel mediante el cual se somete un pasaje bíblico a investigación, con el fin de obtener conclusiones generales sobre su contenido. El método opuesto es el “deductivo” que partiendo de una premisa predeterminada, procede a establecer una base bíblica en su apoyo, empleando varios pasajes. Ambos métodos se pueden ilustrar así: Método inductivo. Método Deductivo. El método inductivo no se emplea únicamente para el estudio de las Escrituras; es también muy usado en la investigación de las ciencias experimentales, y se basa en tres principios de operación: 1. La Observación Descubrir lo existente. 2. La Interpretación Determinar su significado. 3. La Aplicación Apropiar los resultados. Por observación entendemos el acto de considerar con atención el estudio intenso de algún objeto, asunto o relato; la práctica de la observación es indispensable, porque nos permite saturarnos del contenido del pasaje. Por eso debemos formarnos este hábito de tal manera que nunca leamos una frase o pasaje bíblico sin observarlo cuidadosamente. Consta de cuatro partes principales: 1.- La Observación de palabras o términos. La Biblia contiene miles de palabras con significado oscuro o desconocido. Otras veces las palabras se usan en sentido figurado, y no quieren decir en el pasaje lo que significan en el uso común. 2.- La observación de las relaciones entre las palabras se les llama estructuras. Las estructuras se relacionan entre sí por medio de palabras que adoptan la función de “eslabones”. 3.- La observación de formas literarias generales. El pasaje que estudiamos puede ser prosa, poesía, drama, parábola, literatura apocalíptica, etc. 4.- La observación de la atmósfera, puede ser de compasión, tristeza, dolor, amor, alegría, humildad, ternura o alguna otra. El segundo principio de este método es la interpretación. El propósito aquí es determinar el significado de lo que el autor escribió. En este caso la imaginación se convierte en una valiosa herramienta que nos ayuda a transformarnos a los tiempos bíblicos, y sentir, pensar y actuar, como lo hicieron los escritores. El resumen de la interpretación, apoyado en la evaluación anterior, este paso consiste en adaptar las enseñanzas del pasaje a nuestras circunstancias particulares, y en apropiar lo que sea de utilidad a nuestra vida personal. El Método Analítico La palabra analítico tiene su origen en el término griego análisis que significa “Descomposición”. En el estudio de la Biblia quiere decir separar o desmenuzar las partes de un pasaje con el fin de arribar a la médula de su contenido. El método opuesto es el sintético, en el cual se realiza la labor contraria, esto es, se resume y compendian las enseñanzas para poseer un cuadro general y completo de una determinada porción bíblica. El análisis de que hablamos principia con una porción entera, que en este caso invariablemente debe ser un párrafo, y nos lleva hasta la frase o pensamiento que nos interesa en particular. La gran utilidad de este método reside en que el estudiante se ve forzado a analizar el texto bíblico, y no los comentarios sobre la Biblia; tres son los pasos principales del proceso analítico. 1.- El examen estructural Reorganización del texto Bíblico. 2.- El bosquejo del contenido Presentación sistemática de los pensamientos del Escritor. 3.- Las observaciones Búsqueda de enseñanzas Pertinentes. El primer paso consiste entonces, en colocar en orden lógico las declaraciones del escritor, de tal manera que a simple vista podamos tener todo el desarrollo de su pensamiento en forma bien organizada. De Juan 5:1-5. El segundo paso del análisis consiste en formular un bosquejo. Este bosquejo debe apegarse al texto lo más posible, de manera que podamos presentar en forma sistemática del pensamiento del escritor. He aquí un bosquejo del párrafo citado arriba: La victoria del creyente. Estamos listos para proceder al tercer paso. La observación deberá girar en torno a siete preguntas fundamentales. Las respuestas a éstas constituirán el verdadero fruto del estudio analítico. Las preguntas son: ¿Qué?, ¿Cuándo?, ¿Dónde?, ¿Cómo?, ¿Por qué?, ¿Quién?, ¿Para qué? El Método Sintético A este sistema de estudio bíblico también se le conoce como “el método del Dr. Gray”, debido a que este célebre siervo de Dios, por muchos años decano del Instituto Bíblico Moody en Chicago, escribió un libro entero cubriendo de Génesis a Apocalipsis, basándose en tan singular método. El estudio sintético es la labor de compendiar o resumir lo más posible, un pasaje, para obtener un cuadro general, pero completo. La piedra angular de este método es la lectura repetida de un libro de la Biblia a la vez. Durante las repetidas lecturas de un libro, se recomienda tener en mente tres distintos aspectos: A.- El tema central del autor. B.- El desenvolvimiento. C.- El bosquejo del contenido. 1.- Trabajemos en el libro de Job aplicando los pasos anteriores, y observaremos la forma como se puede arribar a la comprensión fundamental de su contenido. Las primeras ocasiones que lo leamos, buscaremos su tema central. Tal vez nos parezca que ese tema pueda ser el significado de la lucha entre el bien y el mal, y sus resultados, bajo el gobierno de un Dios sabio y todo poderoso. 2.- El siguiente paso consiste en leer Job nuevamente, ahora con el tema central en mente, observando cómo el autor desenvuelve su argumento. 3.- Con el material anterior cuidadosamente anotado, estamos listos para formular un bosquejo. Como se ha podido ver hasta aquí, la organización del material bíblico es siempre un proceso fundamental e imprescindible para el estudio provechoso. El Dr. Gray bosqueja el libro Job en esta forma: I.- El prólogo. II.- El diálogo. III.- Las palabras de Eliú. IV.- Las Palabras del Todopoderoso. V.- La respuesta de Job. VI.- El epílogo. Para elaborar el bosquejo resulta ser de gran ayuda tomar en cuenta la división de capítulos, párrafos y versículos ya que el estudiante necesita encontrar las unidades de pensamiento para irlos acomodando en forma organizada. Sugerencias generales para facilitar el trabajo con este método. 1.- Cada vez que se lea el libro, léase completo y de una sola vez, a fin de mantener frescos todos los detalles de su contenido. 2.- No haga uso de libros de consulta. Satúrese solo del texto bíblico, y luche porque su mente trabaje con diligencia en los descubrimientos necesarios. 3.- Cada vez que lea el libro, procure enfocar la mente en un aspecto distinto
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