Monografia D.S.I
Enviado por pipo25 • 7 de Mayo de 2015 • 1.514 Palabras (7 Páginas) • 387 Visitas
UNIVERSIDAD CATÓLICA LOS ÁNGELES DE CHIMBOTE
FACULTAD DE INGENIERÍA
ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERÍACIVIL
MONOGRAFÍA
“AMARÀS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZÒN, CON TODA TU ALMA Y CON TODAS TUS FUERZAS”
AUTORES:
HUERTA VEGA RAUL
PEREZ MARIN KELSEY
ASESORA:
LIC. EVA PORTILLA URRESTI
CHIMBOTE- PERÚ
2015
“AMARÀS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZÒN, CON TODA TU ALMA Y CON TODAS TUS FUERZAS”
OBJETIVOS DEL TEMA
Objetivo General.
Vivir constantemente en presencia de Dios, expresando una entrega total hacia él.
Objetivos Específicos.
• Procurar vivir en todo momento la voluntad de Dios, expresada en los mandamientos.
• Concientizar a los feligreses a cultivar el amor a Dios en nuestras vidas desde el seno de la iglesia como guía.
JUSTIFICACIÒN
Este tema se justifica en el primer mandamiento de Dios, en la cual se encuentra la verdadera entrega de las personas en pertenecer en gracia con Dios dándole la debida importancia de nuestra formación y permanencia en este mundo reconociéndole como el único Dios misericordioso omnipotente, capaz de cambiar la manera de vivir como verdadero cristiano.
INTRODUCCIÒN
Los fariseos probaron a Jesús con esta pregunta “ Cual es el gran mandamiento en la ley?: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento”. A través de esto, Jesús quiso decir que es el núcleo más importante de la ley establecida por Dios es el amor.
Este mandamiento esta toda la plenitud de Dios y por ello nosotros como hijos suyos estamos obligados a mantener nuestro entrega total hacia Él, dándole la debida importancia por ser nuestro creador, demostrándolo en todo momento y no decir amamos a Dios y creemos en Él, a pesar que nuestros actos son diferentes a las enseñanzas de Dios y sus mandamientos.
Para amar a Dios hay que reconocer antes su señorío y adorarle; y si no se le adora es porque no se le conoce y no se le ama.
“AMARÀS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZÒN, CON TODA TU ALMA Y CON TODAS TUS FUERZAS”
CAPITULO I
Deber del hombre de reconocer a Dios y Creador
1. Contenido del primer mandamiento
El primer mandamiento es reconocer al verdadero Dios, es decir, abrir los ojos de la inteligencia, para reconocer al Dios vivo, personal, creador y señor del universo, verdadero Dios que toda la naturaleza proclama, que la luz de la razón lo mismo que la de la fe nos muestran con evidencia.
Dios es para el hombre el único señor. Nos ha creado y nos cuida constantemente con su providencia; la existencia y cuanto somos o poseemos, todo lo recibimos de Dios. En consecuencia, Dios puede exigir del hombre el reconocimiento y la adoración, porque el hombre tiene con Dios unos lazos y obligaciones irrenunciables que constituyen la virtud de la religión.
Amar solo a Dios sobre todas las cosas y no a otros Dioses: poder, dinero, comodidad. Amarlo por encima de mi orgullo, vanidad, materialismo, flojera, envidia, temor al qué dirán de mí. Amar a Dios no a medias, sino con todo mi corazón, con toda mi alma, con todas mis fuerzas. Un amor decidido. No poner condiciones a Dios para amarlo más o amarlo menos. Amarlo tan solo porque es mi Padre; El me hizo y me ha regalado todo.
2. La virtud de la religión.
La virtud de la religión tiene sus raíces en la sabiduría, en la humildad y en el amor. La religión es la virtud moral que inclina al hombre a dar a Dios el respeto, el honor y el culto debidos como primer principio de la creación y gobierno de todas las cosas.
La virtud de la religión estudia, precisamente, las relaciones del hombre con Dios, en cuanto que Dios es origen y fin de la existencia humana. La doctrina de los Padres y la teología escolástica han destacado la virtud de la religión como el punto central del mensaje moral cristiano.
La religión es la virtud que nos lleva a dar a Dios el culto debido como Creador y Ser Supremo.
Dios es para el hombre el único Señor. Lo ha creado y lo cuida constantemente con su Providencia: la existencia, y cuanto es o posee, lo ha recibido de Él. En consecuencia, el hombre tiene con Dios unos lazos y obligaciones que configuran la virtud de la religión.
A la virtud de la religión pertenecen principalmente los actos internos del alma, que se dan de modo excelente cuando hacemos actos de fe, esperanza y caridad; cuando lo adoramos, oramos y le damos el culto debido; al darle
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