Monografia: Pasion de Jesus

1. Pasión de Jesús

1.1 Jesús anuncia su muerte

Jesús ya había anunciado tres veces su Pasión y Muerte. La primera vez lo hace diciendo: ^[1]

“Y comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del Hombre padecer mucho, y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días.” ^[2] 

La segunda ocasión que Jesús anuncia su muerte y la resurrección dice: 

“Y empezó a decirles lo que iba a suceder: ‘Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas; lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, se burlarán de él, le escupirán, lo azotarán y lo matarán; y a los tres días resucitará.’ ” ^[3] 

Por último, la tercera declaración de su muerte y resurrección, dice: 

“Y cuando llegó la hora, se sentó a la mesa de los apóstoles con él y les dijo: ‘Ardientemente he deseado comer esta Pascua con vosotros, antes de padecer, porque os digo que ya no la volveré a comer hasta que se cumpla en el reino de Dios.’ ” : ^[4] 

Jesús era consciente de que su muerte era una necesidad inevitable que debía cumplir con el propósito inicial de Dios de liberar al hombre de su estado caído y pecaminoso. ^[5]

1.2 Jesús elige la Pascua como símbolo de lo que iba a acontecer

La Pascua era una celebración muy importante para Israel que consistía en una cena, en la que participaba toda la familia. Durante la misma, el pueblo de Israel pudo apreciar la bondad de Dios, que le libró de la esclavitud de Egipto por manos de Moisés. No era un evento cualquiera; era la celebración del origen del pueblo, el momento de renovar la Alianza con Dios y la fe en su providencia. ^[6]

“Jesús subió a Jerusalén para liberarnos a nosotros de un modo aún más hondo. Celebró con sus discípulos el banquete de La Pascua. Durante esta celebración él mismo se convirtió en cordero pascual” ^[7] 

El Domingo anterior a la Pascua, Jesús llega ceremonioso a Jerusalén, a lomos de un borrico, entre las ovaciones del pueblo, el canto de los niños y movimiento de ramos de olivo. De esta forma se cumplía la profecía de Zacarías: ^[8]

“Salta de alegría, Jerusalén, porque se acerca tu rey, justo y victorioso, humilde y montado en un borriquillo. Destruirá los carros de guerra… y proclamará la paz a las naciones” ^[9] 

 Gran cantidad de gente, de los que ese día lo habían aclamado como rey, el Viernes pretendían su muerte. ^[10]

Jerusalén es la capital del sistema judío. Cuando Jesús sube a este pueblo lo primero que hace es denunciar que el templo estaba siendo utilizado por los dirigentes como excusa de religión, para acumular allí como botín lo que se le robaban al pueblo. ^[11]

Es por ello que quienes detentaban los poderes económico, religioso y político (los sumos sacerdotes, los senadores y los letrados), responden preguntándole a Jesús quién le había dado autoridad para cuestionar

Como “nuestra víctima pascual” (1Cor 5, 7b), Jesús fue ofrecido a Dios “para que en el signo de su sangre fuesen librados de la muerte los primogénitos de los hebreos” ^[12] 

“Por lo tanto, la fe puede escrutar las circunstancias de la muerte de Jesús, que han sido transmitidas fielmente por los evangelios e iluminadas por otras fuentes históricas, a fin de comprender mejor el sentido de la Redención.” (CAT 573) ^[13]

Existen cuatro relatos que hablan de la celebración del sacrificio de la Nueva Alianza. 

Los dos primeros son muy similares y expresan la tradición litúrgica judía de Jerusalén: 

“Mientras comían, Jesús tomó pan, lo bendijo, lo partió y dándoselo a los discípulos, dijo: Tomad y comed, éste es mi cuerpo. Y tomando un cáliz y dando gracias, se lo dio, diciendo: Bebed de él todos, que ésta es mi sangre, del Nuevo Testamento, que será derramada por muchos para remisión de los pecados.” ^[14]

“Mientras comían, tomó pan y bendiciéndolo, lo partió, se lo dió y dijo: Tomad, éste es mi cuerpo. Tomando el cáliz, después de dar gracias, se lo entregó, y bebieron de él todos. Y les dijo: Ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos.” ^[15] 

Los dos relatos siguientes son semejantes ya que representan la tradición litúrgica de Antioquía, que es una de las principales cedes del cristianismo primitivo: 

“Tomando el pan, dio gracias, lo partió y se lo dio, diciendo: Éste es mi cuerpo, que es entregado por vosotros; haced esto en memoria mía. Asimismo el cáliz, después de haber cenado, diciendo: Éste cáliz es la Nueva Alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros.” ^[16] 

“Yo he recibido del Señor lo que os he transmitido; que el Señor Jesús, en la noche en que fue entregado, tomó el pan, y después de dar gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo, que se da por vosotros; haced esto en memoria mía. Y asimismo, después de cenar, tomó el cáliz, diciendo: Este cáliz es la Nueva Alianza en mi sangre; cuantas veces lo bebáis, haced esto en memoria mía. Pues cuantas veces comáis este pan y bebáis este cáliz anunciáis la muerte del Señor hasta que Él venga.” ^[17]

1.3 ¿Por qué condenaron a muerte a Jesús?

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