Nostalgia De Infinito
Enviado por froget • 21 de Abril de 2015 • 900 Palabras (4 Páginas) • 211 Visitas
I. La nostalgia de infinito
Al hablar de nostalgia de infinito me estoy refiriendo a la necesidad interior que toda persona experimenta de aspirar hacia algo que está fuera de sí, algo infinito. Es una tensión-hacia. Luis Fernando Figari nos da luces frente a esta realidad constitutiva del ser humano cuando dice: «La experiencia de “nostalgia de infinito” no es una aspiración pasajera, sino permanente y ligada a la existencia misma del ser humano. Es bastante más que un deseo. No es una dimensión sentimental ni abstracta; más bien, se trata de una dimensión constitutiva, real, que desde lo fondal de uno mismo apunta a la plenitud de la persona en el encuentro con la realidad trascendente desde la cual todo recibe sentido». Conocemos la reflexión teológica del hombre “capax Dei”. Igualmente vemos que el actual Catecismo de la Iglesia Católica ha dado un giro existencial en su apertura al tratar en el primer capítulo de su primera parte sobre “El hombre es capaz de Dios” .
Con estas palabras me parece que queda clara la importancia que tiene este tema si es que queremos entender el comportamiento del hombre y ayudar así, a que no “decodifique erradamente” sus impulsos y más bien se exprese en estados psicológicos armónicos y en una conducta coherente con ellos.
Ahora bien, debemos preguntarnos cuál es la experiencia del estudiante de psicología frente a ello, tanto en el ámbito personal como en la prioridad que se le da a lo largo de la carrera.
Haciendo una síntesis de lo fundamental de las respuestas que recogí, se puede concluir que frente a este tema capital, las respuestas tuvieron un punto en común: todos los entrevistados, de todos los años de la carrera, reconocían esta necesidad en el ser humano. Me pareció muy interesante ver que los estudiantes de los primeros años entendían esa necesidad como algo profundo en el ser humano, más profundo incluso que una necesidad psicológica. También eran concientes de que esta necesidad se debía buscar en una realidad trascendente al hombre. Muchos coincidieron en que esta realidad trascendente era Dios, y otros simplemente en un trascendente indeterminado.
En cambio los estudiantes de años más avanzados, si bien también reconocían que todo ser humano posee esta necesidad o impulso, tendían a reducirla a un plano meramente psicológico, y en muchos casos como algo no esencial para la realización personal sino como una motivación psicológica más.
Todos coincidían en que el tema era tocado en la carrera, pero tal vez de manera muy superficial y sin una respuesta clara para esa necesidad. De hecho el plantear que Dios es el único capaz de responder a lo más profundo del ser humano no es algo que se encuentre en el contexto curricular. Más bien este asunto se deja a las opciones religiosas de cada estudiante. Ni siquiera en algunas de las universidades que se
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