PRINCIPIOS DE LA BIOÉTICA

PRINCIPIOS DE LA BIOÉTICA

Al dar un vistazo a los principios de la Bioética y más al verlos aplicados a las leyes y atenciones de nuestro Estado, pareciera que estos principios no son del todo puestos en práctica o al menos tenidos en cuenta por meras concepciones relativistas que llevan a la perdida de la sensibilidad y del maravillarse por valores altamente inalienables del ser humano, lo cual posibilita en los demás una serie de concepciones ante la vida, como algo que no tiene valor, ni siquiera estima verdadera como participación del don preciado por Dios.

Entre los principios de la bioética tenemos algunos que nos llevarán a ponernos en cuestionamiento, ya que en algunos momentos se nos han sido violados o rebajados. Es así que, se nos presenta como principio la inviolabilidad de la vida, como primero entre todos, ya que es don de Dios, en donde se nos es dada la presencia de un alma espiritual, infundida por el mismo hecho de la encarnación del Hijo de Dios. La vida humana no es medio o instrumento para otros sino fin en sí misma. Como segundo principio tenemos, el nexo inseparable entre la vida, la libertad y la verdad, que hacen del ser humano alguien integro, el violar uno de ellos haría que de perdiera el valor de la vida y su misma dignidad. Un tercer principio es el conocer para curar y no para manipular, en lo que atañe a la medicina que debe velar por proteger y promover el bien de las personas, de la vida, de la salud y no por el contrario ir a degradar o utilizarla como simple objeto de estudio y de trabajo. No todo lo posible es lícito, lo que la ciencia médica realiza y la misma investigación propone para que el hombre encuentre respuestas a las más variadas preocupaciones no quiere decir que sea permitido o moralmente aceptable a no ser que no se viole la dignidad. He aquí un quinto principio de la bioética que nos va a decir que, las leyes de los estados deben tutelar la vida, es decir, velar por el bien de las personas y la defensa de los más débiles. La acción del doble efecto, es que una acción trae de por sí otro efecto indirecto al que se quiere, pero que es tolerada. La beneficencia, que procura el bienestar de la persona humana, contrario a la maleficencia. La autonomía, en donde se deja al paciente decidir sobre sus propias cuestiones clínicas. La totalidad, el cual se aplica para salvar la vida del paciente, suprimiéndose una de sus partes que conforman el todo. La justicia, que tiene en cuenta la salud como derecho que le pertenece a cada hombre, a quien se le debe otorgar los recursos indispensables.

Todos podemos ser víctimas de la magnífica y maravillosa atención médica de nuestro país, que vela más por intereses personales y políticos que por los de una comunidad que lucha por la igualdad y el bien común de toda una Nación, que a duras penas desea ser tenida en cuenta por los dueños y señores de las leyes y reglamentaciones

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