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Pedagogia Pastoral


Enviado por   •  12 de Febrero de 2014  •  21.067 Palabras (85 Páginas)  •  843 Visitas

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PEGAGOGIA PASTORAL

INTRODUCCIÓN

Obedeciendo al mandato del Señor Jesús, de ir por todo el mundo y predicar el evangelio… y enseñar… (Mt. 28:19-20), surge la necesidad de estudiar y practicar la EDUCACIÓN CRISTIANA.

Esta materia es de gran ayuda para que todo cristiano lleve a cabo el trabajo de la Gran Comisión. Además de ayudar al alumno, será una guía práctica para el trabajo y el servicio de toda la iglesia del Señor. En ella se darán conocimientos de Pedagogía. Se mostrará la gran potencia que hay en la Escuela Bíblica como un instrumento de didáctica cristiana; Así como también se mostrará cómo enseñar la Biblia; y algo muy importante que, con la ayuda del Espíritu Santo, se podrá ver grandes cambios en la vida de los alumnos, a través de las clases, “hasta que todos lleguemos… a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Ef. 4:13).

OBJETIVO GENERAL

Conocer los principios curriculares básicos para la enseñanza de la Palabra de Dios.

OBJETIVO PRIMORDIAL: 2 Tim. 3:16 – 17

La Educación Cristiana tiene como objetivo primordial, la formación íntegra del ser humano, con base al conocimiento personal de Jesucristo, a través de su Palabra. Es más que todo: Formar hombres perfectos, enteramente preparados para toda buena obra.

DESARROLLO HISTÓRICO DE LA EDUCACIÓN CRISTIANA

EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

El libro de Deuteronomio hace énfasis en la enseñanza, que se remonta hasta muy atrás en la historia de Israel (Deut. 6:4 – 9). Esta educación no era simplemente una transmisión de leyes e ideas, sino una extensión aún más amplia de la relación del pacto. Para un israelita, el no cumplir este punto, sería una indicación que no amaba a Dios con todo su ser.

La participación de los niños en las actividades del día de reposo y los días festivos, tales como la Pascua, proveían oportunidades de enseñanza que los padres aprovechaban. Los niños asistían a los servicios de la sinagoga cada sábado y recibían instrucción sobre el simbolismo y el significado de los diferentes aspectos del culto de adoración.

La enseñanza y disciplina que recibían en el hogar tenían el respaldo de maestros de entre los levitas. El mejor testigo de la eficacia de esta instrucción, es la historia de Israel. De esos hogares salieron los profetas. Ellos eran tanto predicadores como maestros y enseñaban a otras personas más jóvenes que se sentían llamadas a este ministerio. Del mismo modo, ellos servían como maestros del pueblo. Así mismo vemos a Esdras con las Escrituras frente a él, leyéndolas e interpretándolas a la gente al regreso del cautiverio en Babilonia (Neh.8:1 – 9).

EN EL NUEVO TESTAMENTO

En el Nuevo Testamento se encuentra muy difícil trazar una línea definida que distinga entre la enseñanza y la predicación en el ministerio de Jesús. Para las multitudes, Él era más maestro que profeta o predicador. “Maestro” o “Rabí” era el título más común que le adjudicaban. Sin embargo, su enseñanza tenía una nota de autoridad que lo diferenciaba de otros rabinos o maestros. Obviamente, Jesús dedicó mucho tiempo a la enseñanza. Es significativo que la Gran Comisión, incluya una orden específica de enseñar.

Los apóstoles no sólo eran predicadores, sino que también eran maestros. La enseñanza era una de las actividades principales de la iglesia primitiva (Hch. 5:42).

El apóstol Pablo hizo de la enseñanza una parte central de su ministerio en sinagogas, en hogares y en la prisión. Recordaba al joven predicador Timoteo, que dos cualidades del pastor son el ser “apto para enseñar” (1 Tim.3:2) y el guiar en la administración de todo el programa en las iglesias que él ayudó a establecer. Pablo enseñó a otros para la expansión de la obra y continuó instruyendo a las iglesias mediante sus cartas.

DESARROLLO POST- NEOTESTAMENTARIO

En la iglesia cristiana primitiva, se dio un nuevo énfasis a la enseñanza. La tradición de la enseñanza en el hogar continuó, debido a la necesidad de que los conversos tuvieran una instrucción completa en su fe. También de la misma manera, a través de la predicación cristiana, continuó la tradición de la sinagoga en cuanto al ministerio de la enseñanza.

El período medieval representó el nivel más bajo de todos los tiempos en cuanto a la educación en la iglesia, y la negligencia general se reflejaba en la ignorancia de muchos de los clérigos. El énfasis sobre los sacramentos como medios esenciales para la gracia, llevaron a una declinación y aún al abandono de la predicación. Los feligreses sin instrucción en cuanto a las Escrituras y la adoración, se sentían incapaces de enseñar a sus propios hijos en el hogar. Las escuelas, ligadas a los monasterios, alcanzaban a pocos jóvenes, principalmente a aquellos destinados a una vocación especial en la iglesia.

Las iglesias de la reforma, con la restauración de la predicación de la Palabra de Dios en el centro de la adoración, y con la insistencia sobre el deber de cada padre de instruir a los miembros de la familia en la Biblia y en las doctrinas, estaban volviendo al orden existente en las iglesias de los tres primeros siglos. Esto requirió escuelas que enseñaran a los padres a leer, para que éstos pudieran enseñar a sus hijos. También resultó en una combinación de enseñanza en aspectos religiosos y seculares en las escuelas. A comienzos del siglo XVIII, este énfasis de la Educación Cristiana había perdido su fuerza.

Luego, el avivamiento evangélico se difundió rápidamente por Gran Bretaña y los Estados Unidos, con movimientos correspondientes en la Europa continental. Al principio, su fuerte eran las grandes reuniones. Cuando estos miles de convertidos se agrupaban en las iglesias, la situación fue nuevamente favorable para el trabajo educativo, que era una combinación del trabajo evangelizador.

EDUCACIÓN CRISTIANA EN LAS IGLESIAS BAUTISTAS EN LA ACTUALIDAD

Es necesario distinguir entre lo que es Predicación y Enseñanza

En el Antiguo y Nuevo Testamentos se encuentra tanto la predicación como la enseñanza. La buena enseñanza es también buena predicación y la buena predicación tiene un elemento de enseñanza. El Señor Jesús debe ser enseñado y predicado. El contenido de la predicación y de la enseñanza es el mismo.

Sin embargo, ¿Cuál es la diferencia entre la Predicación y la Enseñanza?

La predicación depende, en un grado menor que la

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