Poder caridad

Buenos días hermanos, durante todo el discurso me gustaría que recordaran:

1. Pensar en Cristo
2. El poder y frutos del espíritu
3. Santificación

En algún momento cuando Jesucristo y sus discípulos salían de enseñar, para seguir su camino, se acercó un joven rico, preguntándole que debía hacer para heredar la vida eterna (el mayor don de Dios), entonces claramente Jesus le dijo los mandamientos y el respondio que cumplia todos estos desde muy joven pero Jesus sabia  cual era su debilidad, “amor a las riquezas” y esto no le permitió fácilmente dar a sus hermanos (los pobres), poder amar al prójimo como a si mismo.

Vemos que tanto amor se nos pide tener por Jesucristo y  por nuestros hermanos porque lo son, ellos hacen parte de nuestra familia celestial, a la que todos, todo el mundo, sin excepción hacemos parte de ella. Pero Dios y Jesucristo requieren que tengamos un tipo de amor especial, uno que tenga poder para cambiar y bendecir a personas, uno que también nos bendiga y nos santifique a nosotros mismos al practicarlo, uno que cambie y renueve corazones rotos.

Uno que requiramos del espíritu para desarrollarlo en nosotros, toma tiempo, toma oración de corazón y deseo de recibirlo, esta es LA CARIDAD.

Compartiré  una cita del presidente Brigham Young:

“He aquí una virtud, atributo o principio que, si los Santos de los Últimos Días la valoran y la practican, resultará en la salvación de miles de millares. Me refiero a la caridad o el amor de donde proceden el perdón, la mansedumbre, la benevolencia y la paciencia.”

Es un don de Dios es por eso que debemos recibirlo por medio del espíritu, es poder porque es una virtud y es un atributo de Jesucristo, quien gracias a ese amor puro pudo cambiar tanto entre las personas y llegar y hacer donde nadie más pudo. Ese amor puro, la caridad, es la fuente de todo, donde hallaremos ser todo lo que necesitamos ser.

Recalcando algo más de la cita que anteriormente leí, es la parte que dice “Resultara en la Salvación de miles de millares.” Ese amor puro puede santificar a quien lo posee  y a quien deja que emita su fuerza en la más mínima cosa que haga al servir porque está realmente puede ser salvación y luz para los que la reciben de nosotros como nosotros mismo, como hemos visto en historias de la antigüedad como ahora.

En la historia de la Iglesia nació una organización, un gran pilar de fortaleza espiritual, esta es La sociedad de Socorro,  tomaron como lema “La caridad nunca deja de ser” puesto que abarcaba el mandato y llamado del Profeta José Smith a “socorrer al pobre” y “salvar almas.” Puesto que la caridad es una condición del ser, una condición del corazón, sentimientos bondadosos que generan actos de amor; como lo describió Pablo alguna vez. Esas mujeres invirtieron tanto de ellas en vivir amando de la manera como Jesucristo lo enseño, que pudieron ser testigos de milagros que aun se pueden ver.

...