Preparándonos para morir

Preparándonos para morir. Cuando va a nacer un bebé nos preparamos de diversas maneras para recibirlo (la ropita, el ginecólogo, el hospital, la cuna, etc), no así cuando vamos a fallecer aún cuando es un evento de igual importancia y trascendencia. Por ello es importante: hacer un testamento público ante un notario o bien, un testamento holográfico escrito con puño y letra, en cabal uso de razón, expresando su voluntad de quien va a disponer de sus bienes y derechos después de su muerte y debe contener tanto la firma del interesado como de 2 testigos. tener a la mano original y 2 copias del acta de nacimiento, acta de matrimonio, IFE, CURP, cuentas bancarias, etc. Contar preferentemente con un seguro de vida y gastos médicos así como haber contratado con anticipación los servicios funerarios. Redactar sus últimas voluntades tales como: su preferencia por tener una muerte digna y una buena calidad de vida; su deseo de no sufrir dolor intenso o

invalidante, su preferencia o no por prolongar la vida cuando la situación es irreversible; su deseo de que se le apliquen medidas de soporte vital o se le retiren cuando solo sirven para prolongar inútilmente su existencia; de que se le apliquen medidas para controlar los síntomas cuando la situación ya es irreversible, aunque esto acorte su vida; de recibir asistencia integral que palíe su sufrimiento y angustia; de que no se le aplique ninguna terapia que no tenga demostrada la efectividad y que prolongue artificialmente su vida; su deseo o no de que, en caso de estar embarazada, se mantenga el soporte vital necesario para mantener al feto en condiciones de nacer; su deseo de morir en el domicilio o en el hospital; su deseo o no de donar sus órganos; su deseo o no de donar su cuerpo para la investigación o la enseñanza universitaria; otras indicaciones de carácter sanitario que no contravengan la legislación.

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