RETO A LA CONVIVENCIA Y A LA SOLIDARIDAD
Enviado por gmaria918 • 19 de Abril de 2014 • 731 Palabras (3 Páginas) • 289 Visitas
RETO DE LA CONVIVENCIA Y LA SOLIDARIDAD
Cuentan que en la carpintería hubo una vez una extraña asamblea. Fue una reunión de herramientas para arreglar sus diferencias. El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea le notificó que tenía que renunciar. ¿La causa? ¡Hacía demasiado ruido! Además, se pasaba todo el tiempo golpeando. El martillo aceptó su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el tornillo. Dijo que había que darle muchas vueltas para que sirviera de algo.
Ante aquel ataque aceptó también, pero pidió a su vez que fuera expulsada la lija. Era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás. La lija estuvo también de acuerdo, a condición de que fuera expulsado el metro, que siempre se la pasaba midiendo a los demás según su medida, como si fuera el único perfecto.
En eso entró el carpintero, se puso el delantal e inició su trabajo. Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo. Finalmente, el pedazo tosco de madera que había agarrado el carpintero se convirtió en un bello juego de ajedrez.
Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea reanudó la deliberación. Entonces, tomó la palabra el serrucho y habló de este modo:
Señores, ha quedado demostrado que todos tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades y virtudes. Eso es lo que nos hace valiosos. Así que no pensemos ya en nuestros defectos y esforcémonos por ver lo bueno que tenemos.
La asamblea encontró entonces que el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerzas, la lija era especial para afinar u limar asperezas, y descubrieron que el metro era preciso y exacto.
Se sintieron entonces un equipo capaz de producir y hacer cosas de calidad. Se enorgullecieron de sus fortalezas y en adelante trabajaron juntos.
Este excelente relato muestra la importancia de una educación que enseñe a vivir y a trabajar juntos a los que son diferentes. Enseñe a vivir con, es decir, a convivir y no vivir contra. Educación para que todos no sólo aprendamos a tolerar las diferencias, sino que consideremos la diversidad como riqueza. Cada persona debe tratar de llegar a ser lo que debe ser, sin pretender que los demás sean como él, esforzándose por ver sus cualidades y talentos. Precisamente porque todos somos iguales todos tenemos el derecho a ser diferentes.
En estos días en que cada vez más vemos al otro como rival o como enemigo y se está haciendo tan difícil convivir. Aprender a no agredir ni física, ni verbalmente, ni psicológicamente a nadie, requisito indispensable para la convivencia social. La agresión es signo de debilidad moral e intelectual, incapacidad de imaginar al otro como igual. “Todos los horrores del mundo viven de la incapacidad para imaginar a los demás, es un deber que tenemos todos”.
Hay que aprender a resolver los conflictos mediante la negociación y el
...