Realidad del Servicio en Cominidad.

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Asignatura:

Cátedra Minuto de Dios

Título del trabajo

Ensayo sobre la realidad del servicio en una comunidad

Presenta

Martha Lucia Manzano Salazar  ID 507561

Docente

María Teresa Restrepo Hernández

Colombia, Guadalajara de Buga             Marzo, 3 de 2016

Introducción

Si bien es cierto que en un mundo donde habitan tantas personas, con objetivos, con creencias, pensamientos, actitudes, inclinaciones diferentes; porque cada ser humano es un mundo en el que cada cual ve por sus intereses, donde cada quien tiene sus propios problemas, existen personas que vinieron al mundo con la convicción que aunque cada uno con sus problemas y dificultades se les puede tender la mano para ayudarlos a cierto modo de darles solución, personas que no se dejan llevar por un que dirán, ni por las dificultades que se encuentren en el camino siempre están dispuestas a ayudar y servir a ese prójimo que lo necesita, solo basta con comprender al otro, a aceptar que todos como seres humanos nos equivocamos  y que en algún momento nos necesitaremos.

Servir, una Necesidad para Todos

     Si bien se sabe en nuestra sociedad hay muchas necesidades tanto económica, como social, es una sociedad que se ha dejado llevar por las malas costumbres y los malos vicios, una sociedad donde pesa más la drogadicción, el abandonar a sus padres por viejos, una sociedad que pareciera que se está desmoronando a pedazos por falta de  amor, compresión, humildad para aceptar nuestros errores, y aceptar los errores de los demás pues nadie es perfecto y todos en algún momento necesitamos que nos tiendan la mano para poder salir de ese hueco oscuro en el que sin querer nos hemos metido.

      ¿Y como ayudar a esos  seres a salir, a ver otra vez la luz? Bueno podemos apostar que hay muchas personas que dan todo de su vida para tenderles  la mano y abriles ese camino que se cerraron. Un ejemplo claro es nuestro sacerdote  José Hernando Palacio, que desde su juventud se dedico a ayudar a los drogadictos de la ciudad de Tuluá, entregándoles lo poco que tiene y con mucho esfuerzo para poderles dar de comer y brindarles un refugio pese a que estos le pagan mal y hasta lo roban, pero eso no es suficiente para detenerlo,  pues con sus palabra lo dice todo:

        Dar comida al hambriento es cumplir con un precepto de la Iglesia, es hacer la obra de la         caridad, señala el sacerdote. Estas personas que han caído en el oscuro mundo de las         drogas son quizá las que más amor necesitan de sus semejantes. (aciprensa)

     Y no solo ayuda a esta clase de personas en su albergue el cual se llama el Buen Samaritano también alberga a muchos abuelos abandonados por sus familias dándoles también comida y un techo donde refugiarlos, esto con mucho esfuerzo y con ayuda de la misma comunidad ha logrado sostenerlo por muchos años sin desfallecer, al contrario siempre dispuesto a ayudar, pese a que algunas personas de la misma comunidad no les agrada que los ayude. Qué más que este ejemplo de un ser que vino al mundo con la clara fe y disposición de ayudar a los demás nos demuestra que si se puede dar una mano al servicio de otros, como lo dice Rodrigo Abarca en la lectura Vino para servir “¿Qué es servir? Es impartir vida donde hay muerte” (Abarca, 2014). Y es que solo no es el darles de comer o una vivienda es enseñarles a tener fe y que se puede vivir; esto lo hace día tras día el padre Palacios, y como él estoy segura de hay muchas personas dispuestas a ayudar sin pedir algo a cambio.

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