SABER O NO SABER, ESA ES LA CUESTION

Saber o no saber, ésa es la cuestión.

Tomas Moro, escribió en su libro Utopía algo como: “Sí el gobierno de un país no hace nada para evitar que el pueblo esté mal educado y que sus modales sean corruptos desde la infancia y luego les censura y les castiga por lo que su primitiva educación y la falta de oportunidad les ha permitido ser, Entonces podemos concluir que primero se les hace ladrones y luego son castigados por serlo.”

Esto es una realidad innegable. También es una realidad que todos no terminan siendo ladrones, pero puedo asegurar que se crece con resentimiento y frustración en los corazones por todo lo que No se les ha permitido tener de una u otra forma…

Esta frase me ha marcado por mucho tiempo, y he visto cómo un pensador del siglo 14 pudo vislumbrar las falencias en el sistema de gobierno en materia de educación hace muchas décadas atrás y éstas siguen latentes aún en nuestros días.

Hoy, quiero tomar ésta premisa para aplicarla en la vida que se desarrolla alrededor de nuestras iglesias. No hablo de intratos o despotismo, sino de la falta de educación a nuestros hermanos y ministros, Puesto que muchos conocen la parte de la Gracias; en donde el Señor respalda su obra porque Él es Fiel a su Palabra y lo que dice que va a hacer eso hace…pero, en ocasiones se desconoce a profundidad el principio de estar SEPARADOS para Él; Aquello que le agrada a Dios y aquello que le Desagrada, Algo vital para mantenerse firme en la Santidad que Él Reclama de sus hijo. Entonces, cuando se desconoce por falta de enseñanza y se falla, ¿cuál es la mejor salida?...apartarse de la iglesia verdad, q es al final, lo que el enemigo quiere…

Hoy en día vivimos en una sociedad donde lo que no te enseñan en tu casa, lo aprendes de una manera tergiversada en las calles. Y la iglesia, es como un segundo hogar para nosotros, donde tenemos Padres Espirituales que están en el DEBER de educar a sus fieles para que puedan saber cómo resolver cualquier situación que se les presente...

Basta ya de tabúes en las iglesias, hay que hablar claro, no esperemos a que fallen los hermanos para señalarles y jactarnos de nuestra Santidad... Eduquémosles con amor, porque si les damos la espalda su fracaso será el nuestro. No dejemos entre líneas aquello que debe ser claro ante nuestros ojos para así no caer en ello.

El Señor nos manda que amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos, así que les invito mis queridos amigos a reflexionar. Antes de Juzgar, pregúntate, ¿Cuánto de tu tiempo gastaste para enseñarle a aquel a quien hoy críticas por no saber hacer las cosas?, ¿Cuánto de tu tiempo doblaste rodillas por el?...y aún si lo hiciste, La Palabra de Dios dice: Aquel que esté libre de pecado, Que tire la primera piedra.- Juan 8:1-7.

¡BENDICIONES!

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