Un principio bíblico sobre la pena de Muerte

Un principio bíblico sobre la pena de Muerte

Introducción

Existen diferentes temas de controversia en la actualidad. Uno de ellos es el de la pena capital, “sanción que se le aplica a personas que han cometido una falta muy grave ante la sociedad, como una violación, un crimen, entre otros”.^[1]

En nuestra sociedad podemos encontrar diferentes posturas u opiniones con respecto al tema, pero la realidad es que muchas personas no alcanzan a distinguir las repercusiones tanto morales como sociales que conlleva esta práctica. Continuamente nos encontramos en dialogo de si es correcto o no aplicar la pena capital. En el ámbito cristiano existe este controversia, lo cual ha generado diferentes puntos de vista e incluso división.

Si bien la Biblia no nos da una respuesta específica sobre si es correcto o no la pena capital, nos brinda ciertos principios de los cuales podemos echar mano para poder tomar una decisión acertada.

Escuchemos, observemos y analicemos la situación a la luz de la revelación divina que Dios nos ha dado: la biblia.

1. ¿Qué es la pena capital?

Para poder tener una postura cristiana sobre la pena capital es necesario poder definir el tema. “La pena capital o pena de muerte es una sanción penal que ordena la privación de la vida al delincuente.”^[2] Tal ejecución tiene muchas variantes en su forma, pero el propósito es dar muerte quien se “aplique”. Esta privación de la vida es impuesta por los sistemas de gobierno del país o Estado según sea el caso. En los diferentes sistemas de gobierno la sanción jurídica capital, mas rigurosa de todas, es la que consiste en quitar la vida a un condenado mediante los procedimientos y órganos de ejecución establecidos por el mismo sistema de gobierno.^[3]

El doctor en derecho penal, Enrique Díaz Aranza, muestra que este tipo de castigos tienen un origen realmente antiguo, que se remonta a miles de años atrás, aproximadamente en el siglo XVII con la llamada Ley del Talión^[4], el famoso ojo por ojo y diente por diente, lo cual en un artículo por la universidad de Alcalá comenta como el código de Hammurabi hace aplicar esta filosofía.^[5]

La pena de muerte, también denominada como ejecución o pena capital, se clasifica en el grupo de las penas corporales, ya que el castigo tendrá un efecto directo sobre el cuerpo de quien sea sancionado, es decir, quien sea condenado por un juez o tribunal. En la actualidad existen diferentes formas para aplicar el castigo las cuales son: el fusilamiento con disparos, la silla eléctrica, la inyección letal, la horca, la decapitación y la cámara de gas. Métodos que se utilizan para la privación de la vida de una persona.^[6]

Por lo tanto se concluye que la pena de muerte es la eliminación definitiva de los delincuentes que han demostrado ser incorregibles y por lo tanto un grave peligro para la sociedad.^[7]

1. ¿Es justa la Pena de muerte?

David Nuñez opina que la pena de muerte es justa solamente que sea impuesta por el que tiene verdadera autoridad de jurisdicción para imponerla.^[8] Este castigo es establecido por el dictamen de un juez o de un tribunal en función a lo estipulado por la ley de la jurisdicción que corresponda y que tiene como misión principal castigar con la muerte a quien haya cometido una falta muy grave. El doctor Enrique Díaz Aranda plantea que hoy en día se ejecuta el castigo de la pena de muerte para aquellos que han privado de la libertad a otra persona lo cual asegura ser algo completamente Injusto ya que basándose en la ley de Talión la vida no tiene el mismo valor que la libertad, Cito: “no puede ser equivalente y ni siquiera en la Edad Media podría considerarse como una sanción justa”.^[9]

Debemos entender que la pena de muerte es un método que han impuesto diferentes gobiernos dentro de un sistema, por lo tanto la relevancia en cuanto a si es justa o no, recae plenamente en cuanto a las leyes establecidas por el gobierno o sistema de justicia.

El autor David Nuñez en su libro la Pena de Muerte menciona un argumento para validar la pena de muerte: “el bien común de toda la sociedad vale más que el bien de un individuo particular”^[10]. Esto nos deja ver que la vida criminal de ciertos hombres impide el bien común, que es la paz y concordia social.

Continua diciendo: “así como el médico corta con todo derecho y suma utilidad un miembro gangrenoso que contagia a los demás; así también la Autoridad, con toda justicia y suma utilidad arranca de la sociedad a los perturbadores de la paz común”.^[11]

Es evidente que la suprema Autoridad civil tiene legitimo derecho de imponer a los malhechores las penas que exija el fin de la justicia criminal, puesto que ese derecho nace de la naturaleza y fin de la autoridad pública, esto es, por la obligación que tiene de mantener el orden social; cuyo cumplimiento sería imposible si no se diese a la autoridad el derecho riguroso a emplear todos los medios para ello.

1. ¿Qué dice la biblia sobre la pena de muerte?

La Biblia no habla específicamente sobre si es correcto o no la practica de la pena de muerte pero muestra algunos principios sobre el amor y la tolerancia, incluso nos enseña como Dios puede hacer un cambio radical en las personas sin llegar al punto de la muerte. En el Antiguo Testamento observamos los delitos en los que debe aplicarse la pena de muerte, así como en la actualidad, éste era una castigo aplicado por la autoridad para el bien común de la sociedad.

J. Kerby afirma que la Biblia enseña que la pena de muerte si detiene al crimen cuando se aplica la justicia e incluso menciona un versículo: “Y todo el pueblo oirá, y temerá, y no se ensoberbecerá” (Deuterinomio 17:13)^[12] pero nuestra postura no debe basarse en la función sino en un principio bíblico.

...