Viacrucis Viviente
Enviado por carlangas1 • 25 de Marzo de 2014 • 2.728 Palabras (11 Páginas) • 273 Visitas
Hoja No 1
VIACRUCIS VIVIENTE.
PRIMERA ESTACIÓN:
JESÚS ES CONDENADO A MUERTE.
Se presenta Jesús con la cabeza baja, vestidura blanca manchada de sangre, moretones en la cara y el pelo sangrante.
Judío 1.- (dirigiéndose a Caifás) ¡Este hombre se dice llamar el hijo de Dios!
Caifás.- (Exclama) ¡Que acusaciones se escuchan en lo sagrado de este templo! (A Jesús) ¿Qué es esto que declaran en contra tuya? (Jesús guarda silencio) ¿no contestas nada? (Al pueblo) ¡Aquí está el hombre!
Judío 2.- ¡Crucifícalo, crucifícalo! (El pueblo responde al unisonó) ¡Crucifícalo, crucifícalo!
Caifás.- (Ordena silencio levantando su brazo derecho) ¿Qué tienen que atestiguar en contra del reo? ¡Se requieren testigos! (Se suben los testigos)
Judío 3.- Yo lo he visto curar a una mujer en sábado violando la ley.
Judío 4.- Yo lo he oído decir que él puede destruir el templo de Dios, para levantarlo en tres días.
Todos.- ¡Si es verdad! ¡Es verdad!
Caifás.- (Ordena silesio) ¿Qué respondes a los cargos que te hacen estos? ¡Contesta!
Judío 1.- (Que se encuentra cerca de Jesús) ¿no respondes al sumo pontífice? (Lo empuja rabioso)
Judío 2.- Se dice llamar el hijo de Dios.
Caifás.- En verdad ¿Eres el hijo de Dios? (Molesto) ¡En nombre de Dios vivo, te ordeno que digas la verdad! ¿Eres tu el mesías, el hijo de Dios…?
Jesús.- ¡Tu lo has dicho! ¡Yo soy!
Judío 3.- ¡Ha blasfemado! (Todos) ¡Ha blasfemado, ha blasfemado, ha blasfemado!
Caifás.- Pueden retirarse los testigos. Las palabras de este hombre son una ofensa contra Dios. ¿Qué necesidad tenemos de mas testigos¡ Ustedes han oído la blasfemia con que se dice ser el hijo de Dios ¿Qué les parece…? Este hombre merece la pena de muerte que solo Pilatos puede dictaminar. ¡Llévenlo ante Pilatos! (Un soldado le venda los ojos)
Judío 4.- ¡Si, llevémoslo ante Pilatos! ¡Es culpable y debe morir!
Judío 1.- Reo de muerte!
Todos.- Merece la muerte.
(ANTE PILATOS)
Pilatos.- ¿Qué acusación traen contra este hombre?
Judío 1.- Si no fuera un malhechor no lo hubiéramos puesto ante ti.
Judío 2.- Hemos comprobado que este hombre es un gran agitador.
Judío 3.- Se opone a que se pague Tributo al Cesar. Esta alborotando a la gente desde Galilea hasta aquí…¡Y dice que el es el Rey de los judíos!
Pilatos.- ¡Por Dios! (Viendo a Jesús) ¿Un Rey con estas fachas? ¡Tómenlo ustedes y juzguen a su Rey!
Judío 2.- Nosotros no tenemos más Rey que el Cesar.
Pilatos.- Además, este hombre es Galileo y por ser Galileo a mi no me corresponde juzgarlo, al que le toca es a Herodes. ¡Llévenselo a Herodes!
(ANTE HERODES)
Judío 4.- Traemos ante ti a este agitador, que se dice llamar: El Rey de los judíos”
Herodes.- Hacia bastante tiempo que quería conocerte nazareno, pues he oído hablar mucho de ti, que haces milagros, que haces andar a los cojos y ver a los ciegos, que multiplicas el pan… Entonces también quiero probar tus milagros. A ver… (Tomando una vasija con agua) ¡Convierte esa agua en vino! ¡Vamos, conviértela! ¡No puedes! ¿Verdad? (Arroja el agua al cuerpo de Jesús y burlándose dice…) ¡El Rey de los judíos! Ja,ja,ja,ja,ja. Llévenselo ante Pilatos, aun que con el seamos enemigos, pero… yo creo que con esto vamos a ser buenos amigos; el si puede sentenciarlo a muerte.
Soldado.- Vamos de nuevo ante Pilatos. (Todos) ¡Vamos, vamos!
(ANTE PILATOS DE NUEVO)
Pilatos.- Ya me han traído a este hombre acusándolo que alborota al pueblo.
Judío 1.- ¡Es un blasfemo, merece la muerte! (Bula)
Pilatos.- Ya lo interrogue ante ustedes y yo no veo cosa alguna en este hombre y tampoco Herodes, puesto que me lo mando de vuelta. No veo ningún delito para sentenciarlo a muerte.
Judío 2.- ¡Es un criminal! (Burlas)
Pilatos.- Y tu… ¿Por qué no contestas de lo que te acusan?
Judío 3.- ¡Predica al pueblo de Judea contra la ley! (Gritos)
Pilatos.- (Ordena silencio) Ya me han presentado a este hombre como un revolucionario y preguntándole yo, ninguna culpa he hallado en el, nada se le ha probado que merezca la muerte. Le aplicare un castigo y después lo dejare libre.
Todos.- ¡No! ¡No! ¡Crucifícalo, crucifícalo!
Pilatos.- (Pide orden) Ya que tienen la costumbre de que suelte un reo por la pascua… ¿A quién quieren que deje libre? ¿A Barrabas preso por ladrón y por haber hecho una muerte en una revuelta o al Rey de los judíos?
Judío 4.- ¡Suelta a Barrabas!
Todos.- ¡A Barrabas! ¡A Barrabas! ¡A Barrabas!
Pilatos.- (Levantando la mano) Y… ¿ Que quieren que haga con su Rey?
Todos.- ¡Fuera! ¡Fuera! ¡Fuera!
Pilatos.- ¿A su Rey voy a crucificar?
Judío 1.- ¡Siiii… ¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!
Todos.- ¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!
Pilatos.- Como yo no hallo en el delito alguno que merezca la muerte lo mandare soltar y le daré la libertad igual que a Barrabas.
Judío 2.- (Se alborota el pueblo) ¡Eso no! ¡No lo sueltes! ¡Crucifícalo!
Todos.- ¡Sí! ¡Crucifícalo! (Muchos gritos)
Judío 3.- ¡Muera! ¡Muera!
Todos.- ¡Sí! ¡Muera! ¡Muera!
Pilatos.- ¿De dónde eres tú? ¡Habla! ¿Por qué nunca contestas? (Jesús no contesta) ¿No sabes que yo tengo el poder para soltarte o crucificarte?
Jesús.- El poder vino de arriba; pero el que me entrego a ti, tiene más pecado que tu.
Pilatos.- ¡Les muestro aquí al hombre, para que reconozcan que no hay en el delito alguno!
Judío 4.- ¡Si pones en libertad a ese hombre no eres amigo del Cesar, pues cualquiera que se hace pasar como Rey, es enemigo del Cesar.
Todos.- ¡Sí! (Gritos) ¡Cesar! ¡Cesar!
Pilatos.- (Pide orden) “He aquí el Hombre”. ¡Allá ustedes, tómenlo y crucifíquenlo, que yo no encuentro culpa o delito alguno en el. (A Jesús) ¡Tu iras a la cruz!. (Le acercan una vasija con agua y una toalla) Soy inocente de la sangre de este hombre.
Judío 1.- (Lo empuja a bajarlo) ¡Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre de nuestros hijos! (Se lo llevan todos gritando)
Pilatos.- ¡Esperen! (Guardan silencio) ¡Tu! (Ordenándole a un soldado) ¡Haz que escriban sobre la cruz la sentencia en latín, griego y hebreo, para que todos la entiendan y que diga: “Jesús Nazareno Rey de los Judíos” Así los judíos se varan humillados, Roma a mandado crucificar a su Rey.
Soldado.- (Entre risas y golpes le ponen una corona de espinas, un manto rojo y una caña entre sus manos atadas) ¡Salve rey de los judíos!
Todos.- ¡Salve! ¡Oh! ¡Rey de los Judíos!
QUEDA EL
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