Vida De Jesus
Enviado por Hukiito • 18 de Abril de 2013 • 1.095 Palabras (5 Páginas) • 540 Visitas
EL EVANGELIO DE SANTO TOMÁS
Castigo infligido por Jesús a un niño
IV 1.Otra vez, Jesús atravesaba la aldea, y un niño que corría, chocó en su espalda. Y
Jesús, irritado, exclamó: No continuarás tu camino. Y, acto seguido, el niño cayó
muerto. Y algunas personas, que habían visto lo ocurrido, se preguntaron: ¿De dónde
procede este niño, que cada una de sus palabras se realiza tan pronto?
2. Y los padres del niño muerto fueron a encontrar a José, y se le quejaron, diciendo:
Con semejante hijo no puedes habitar con nosotros en la aldea, donde debes enseñarle
a bendecir, y no a maldecir, porque mata a nuestros hijos.
EL EVANGELIO ÁRABE DE LA INFANCIA
El profesor castigado de muerte
XLIX 1. Después, otro maestro, más hábil que el primero, dijo a José: Confíame a
Jesús, y yo lo instruiré. Y el maestro se puso a instruirlo, y le ordenó: Di Alaph. Y
Jesús dijo Alaph. El maestro continuó: Di Beth. Y Jesús repuso: Dame antes la
significación de Alaph, y después diré Beth. El maestro, colérico e irritado, levantó la
mano, y le pegó. Y, en el mismo instante, su mano se secó, y cayó por tierra muerto.
2. Y el niño marchó fuera, y se mezcló entre el gentío. Y José llamó a María, su madre,
y le advirtió: No dejes a Jesús salir de casa, porque todo el que le pega, muere.
EL EVANGELIO DEL PSEUDO-MATEO
Jesús y los dragones
XVIII 1. Habiendo llegado a una gruta, y queriendo reposar allí, María descendió de
su montura, y se sentó, teniendo a Jesús en sus rodillas. Tres muchachos hacían ruta
con José, y una joven con María. Y he aquí que de pronto salió de la gruta una
multitud de dragones, y, a su vista, los niños lanzaron gritos de espanto. Entonces
Jesús, descendiendo de las rodillas de su madre, se puso en pie delante de los
dragones, y éstos lo adoraron, y se fueron. Y así se cumplió la profecía de David:
Alabad al Señor sobre la tierra, vosotros, los dragones y todos los abismos.
2. Y el niño Jesús, andando delante de ellos, les ordenó no hacer mal a los hombres.
Pero José y María temían que el niño fuese herido por los dragones. Y Jesús les dijo:
No temáis, y no me miréis como un niño, porque yo he sido siempre un hombre hecho,
y es preciso que todas las bestias de los bosques se amansen ante mi
Juegos del niño Jesús
XXVI 1. Después de su vuelta de Egipto, y estando en Galilea, Jesús, que entraba ya
en el cuarto año de su edad, jugaba un día de sábado con los niños a la orilla del
Jordán. Estando sentado, Jesús hizo con la azada siete pequeñas lagunas, a las que
dirigió varios pequeños surcos, por los que el agua del río iba y venía. Entonces uno de
los niños, hijo del diablo, obstruyó por envidia las salidas del agua, y destruyó lo que
Jesús había hecho. Y Jesús le dijo: ¡Sea la desgracia sobre ti, hijo de la muerte, hijo de
Satán! ¿Cómo te atreves a destruir las obras que yo hago? Y el que aquello había
hecho murio.
2. Y los padres del difunto alzaron tumultuosamente la voz contra José y María,
diciendo: Vuestro hijo ha maldecido al nuestro, y éste ha muerto. Y, cuando José y
María los oyeron,
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