Concepciones y enfoques de la Tecnología

Concepciones y enfoques de la Tecnología

Lic. Jorge E. Haap

1- Introducción a los discursos y enfoques sobre la artificialidad:

Para comprender las propuestas de la Educación Tecnológica y el  enfoque que subyace en las propuestas de implementación, es necesario incursionar en los diferentes modos de comprender la artificialidad y por lo tanto de actuar. En este sentido me centraré en el desarrollo de dos grandes enfoques^[1]: el enfoque instrumental, y el crítico (con características sistémicas, humanista,  filosóficas y sociológicas).

1.1 En el Enfoque instrumental o artefactual

La concepción artefactual o instrumentista de la tecnología es la visión más enraizada en la vida cotidiana. Se considera que las tecnologías son simples herramientas o artefactos construidos para una diversidad de tareas. A lo que se puede añadir, que son resultado del conocimiento técnico, bien sea que se trate de técnicas empíricas, en el caso de los artefactos artesanales, como de tecnologías que usan la ciencia, en el caso de los artefactos industriales (Quintanilla, 1998). El desarrollo tecnológico está relacionado con la moderna producción y difusión de innovaciones, representado en bienes materiales, procesos y servicios. Desde este enfoque, el hombre es influenciado, en forma determinista, por la máquina en  su vida profesional, en su vida privada, en su psiquismo. Este enfoque o “manera de ver” no permite darnos cuenta que la técnica es la que engloba a los dos (hombre y máquina) y que la máquina no es más que una expresión de la sociedad.

Para este enfoque, la tecnología empieza y termina en la máquina. Esta imagen artefactual tiene otras grandes y profundas implicancias, porque se considera únicamente la fase artefactual de la tecnología, se asume un carácter neutral, corriendo el peligro de convertir a los expertos, científicos e ingenieros, en aquellos que detentan el derecho a decidir lo que es tecnológicamente "correcto y objetivo" y dejando por fuera la participación de la comunidad en toda decisión tecnológica. Por otro lado, la imagen artefactual separa a los objetos tecnológicos de su entramado social, se considera que las tecnologías son productos neutros que pueden ser utilizados para el bien o para el mal, siendo la sociedad la responsable de su uso, ya que, en principio, la tecnología no respondería más que a los criterios de utilidad y eficacia y nada tendría que ver con los sistemas políticos o sociales de una sociedad.

En esta cátedra se plantea otra lectura posible de la artificialidad, sin caer en esta ingenuidad por muchos compartida y de tono acrítica. En este sentido se considerará, que en la tecnología se plasman intereses sociales, económicos y políticos de aquellos que diseñan, desarrollan, financian y controlan una tecnología. "Lejos de ser neutrales, nuestras tecnologías dan un contenido real al espacio de vida en que son aplicadas, incrementando ciertos fines, negando e incluso destruyendo otros" (Winner, 1.979). La construcción de un tipo de vivienda, la elaboración de un coche de lujo, el diseño de un barrio, una escuela, así como la reestructuración de una empresa; se diseñan con presupuestos técnicos, políticos, económicos y sociales y no son solo productos que siguen la noción instrumental de la utilidad y la eficacia. Algunas historias lo muestran claramente, como el diseño de Robert Moses, de numerosos pasos elevados en Long Island en Nueva York, entre los años de 1.920 y 70; estos puentes se destacan por su baja altura, hasta el punto de tener nueve pies de altura en algunos lugares; con tales estructuras, solo podían pasar a disfrutar las playas los vehículos particulares de las familias blancas acomodadas y no los negros que se desplazaban en autobuses (Winner, 1.985). Otra historia que muestra el carácter inherentemente político de la tecnología, es el diseño de los espacios escolares, las cárceles, los hospitales y los talleres en el siglo XVIII; los cuales seguían una concepción de diseño común: se construía para generar una disciplina, un método de control minucioso de las operaciones del cuerpo que garantizara una sujeción constante de las fuerzas, para lo cual el ojo vigilante del maestro, del guardián, del capataz, o del medico, controlaba atento cualquier movimiento que no fuera de docilidad y utilidad (Foucault, 1.978).

Desde el enfoque instrumental de la tecnología, el factor fundamental del desarrollo tecnológico sería la difusión de innovación, considerada una fuerza de  cambio, en donde las máquinas son las que deciden sobre la organización. A esta mirada, en donde la tecnología determina la organización social, se le conoce como determinismo tecnológico.

En este sentido es necesario aclarar que la relación entre las transformaciones sociales y los cambio científicos y tecnológicos puede ser entendida al menos de tres formas distintas. Una formulación, que ha sido bastante frecuente, tomaría la siguiente forma:

[pic 1]

Al analizar este gráfico, podemos decir que existe un determinismo tecnológico, que considera, básicamente, que el desarrollo tecnológico condiciona, como ningún otro elemento singular, el cambio y la estructura sociales. Dicho de otra forma, que la fuente más importante de cambios sociales, a lo largo de la historia, son las innovaciones tecnológicas. Así, ciertas tecnologías acaban afectando, según este punto de vista, a todos los ámbitos sociales: las instituciones, las formas de interacción, el imaginario cultural e, incluso, las cosmovisiones. Algunas frases que podemos incluir en esta perspectiva son:

“las computadoras en la escuela mejorarán la calidad educativa”

“Las nuevas tecnologías permitieron la globalización”

“El estribo posibilitó el desarrollo de la sociedad feudal”

La formulación inversa sería afirmar que los cambios científicos y tecnológicos sólo son la consecuencia de las transformaciones de la sociedad. Esta fórmula también ha sido frecuente, bajo el  siguiente esquema:

[pic 2]

Con un ejemplo concreto se podrá comprender mejor la diferencia de cada una de estas formulaciones:

“Si la gente tiene tiempo libre, esto es un incentivo fuerte para el desarrollo, entre otras, de las tecnologías asociadas al esparcimiento y la recreación”

“El aumento de población posibilitó un incremento en el desarrollo de tecnologías”

Sin lugar a dudas, ambas posturas son extremistas e incorrectas.

Una postura superadora, consistirá en considerar que los factores sociales y culturales (mentalidades, creencias en la organización económica, política y social) influyen sobre el rol que desempeñan la ciencia y la tecnología en tal o cual país, y que la difusión de nuevos conocimientos, de nuevos productos y procedimientos desarrollados gracias al progreso de la ciencia y la tecnología, transforman a su vez las estructuras sociales, los comportamientos y las mentalidades.

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