Es posible vivir entre maquinas

¿Es posible vivir entre maquinas?

Por: Axel Centeno Monzalvo        1TM1

Imaginemos que hubiese “máquinas tales que semejasen a nuestros cuerpos e imitasen nuestras acciones (Descartes, 1637, p. 88).” (Santos, 2005, p. 1).

La tecnología hoy en día es parte de nuestras vidas, la encontramos en todas partes y hacen que sean de cierta forma cada vez más sencillas. Gracias a la tecnología actual podemos realizar cálculos matemáticos de manera precisa, crear y manufacturar objetos rápidamente, realizar operaciones quirúrgicas, comunicarnos desde prácticamente cualquier punto del mundo, tener acceso a una cantidad inconmensurable de información, etc. Sin embargo, la tecnología tal y como está hasta el día de hoy aún tiene grandes limitaciones, no hemos aprovechado todo su potencial y es que ̶ si la comparamos con la mente humana ̶ le hace falta un gran camino por recorrer. Por ejemplo, la mente humana tiene la capacidad de: razonar, tomar decisiones, resolver problemas, aprender, imaginar. Cosas que ningún robot es capaz de hacer, por lo menos hasta el momento.

Este es el principal problema que se intenta resolver con la inteligencia artificial que es el de comprender y construir entidades inteligentes, ya que para que tenga el comportamiento y las capacidades de la misma manera en como lo tiene una persona aún hacen falta muchos años de investigación y trabajo y aunque hoy en día existe una ardua labor en dicho campo, no se sabe si realmente es posible la creación de este tipo de tecnologías.

Actualmente se puede decir que la inteligencia artificial se divide en dos sectores, la débil y la fuerte. El primero de ellos vendría siendo, por ejemplo: Robots industriales, chatbots, asistentes personales, etc. Estas son las tecnologías que actualmente ya existen, sus labores están condicionadas a acciones repetitivas y funcionan gracias a los avances actuales como las redes neuronales que generan un aprendizaje de la maquina (machine learning). El segundo sector son las inteligencias artificiales fuertes que son aquellas con capacidades similares a las que posee un humano como sería el caso de los androides, sin embargo, actualmente no hay ninguna tecnología similar a esta ya que las que existen no pueden realizar más tareas que aquellas para las que fueron creadas, esta es la principal característica que distingue a una inteligencia fuerte de una débil, la capacidad de la inteligencia de la máquina, con lo que queda la pregunta, ¿Qué es inteligencia?

En 1950, Alan M. Turing quien puede considerarse como el padre de la inteligencia artificial al ser el autor del concepto de computadora, publicó en la revista Mind un artículo titulado “Computing Machinery and Intelligence” (Ordenador e inteligencia) donde reflexionaba sobre el concepto de inteligencia y donde predijo que en algún momento las maquinas podrían alcanzar una capacidad comparable con la del humano. Para esto se tenía que definir qué era la inteligencia y estableció lo que sería se conocería como la prueba Turing o juego de imitación (Imitation Game). Este consiste en que una persona A será el juez y deberá mantener una conversación tanto con el sistema de una Inteligencia Artificial por medio de una interfaz, como con otra persona B, si el juez no es capaz de distinguir quien es la Inteligencia Artificial y quien es el humano se dice que el sistema tiene una inteligencia que se puede comparar con la humana ya que estará realizando las mismas funciones de análisis y razonamiento que un humano. Sin embargo, esta prueba tiene distintos problemas y polémicas filosóficas. Lo que genera que haya dos posturas, una a favor y otro en contra.

La postura presentada por Daniel C. Dennett (1998) ̶ un defensor feroz de la IA̶ dice que la prueba Turing es similar a la evaluación de una orquesta sinfónica en donde los jueces no están en contacto directo con los interpretes para que de esta manera no entre en juego factores que puedan afectar indirectamente el resultado como el físico, sexo, etc. De la misma manera, el juez al no saber con quién está hablando hace que la evaluación sea más justa. Sin embargo, no existe actualmente ninguna máquina que sea capaz de pasar dicha prueba debido a la inmensa cantidad de probabilidades de preguntas que se pueden realizar y a las respuestas que alguien puede dar, a lo que Dennett responde que, aunque una maquina no pase dicha prueba esto no significa que no piense. “Puede ser que existan formas de inteligencia que simplemente no están hechas para ganar el juego”. También dice que la inteligencia y la conciencia no son ningún ente mágico, sino que son el resultado de la actividad de neuronas y, que por lo tanto, este puede ser replicado en un sistema informático.

Por la otra parte, el eminente filosofo de la universidad de Berkeley, John Searle, al refutar la idea de la inteligencia artificial dice que comprender un lenguaje no solo consiste en realizar una tarea de tipo simbólico, sino que requiere tener una interpretación de estas, cosa que una máquina no hace. Searle lo ilustra haciendo uso de un experimento mental al que llamo la habitación china para demostrar que una máquina no puede poseer conciencia. El juego consiste en que si ponemos a una persona A (que no sea hablante de chino) dentro de una habitación con fichas en chino junto con un cuaderno (en el idioma nativo de la persona A) de cómo usarlos y relacionarlos para poder dar respuesta, fuera de esta habitación se encuentran distintos hablantes nativos del chino. El principal problema que plantea el experimento sería que al comunicarse con la persona A por medio de las fichas, este podría responder sin mayor dificultad haciendo uso del cuaderno para relacionarlos con lo que va a responder. Sin embargo, esto no significa que la persona A este entendiendo de lo que sea que esté hablando. “Es bastante obvio que no entiendo ni una palabra en chino, aun teniendo la entrada y salida idéntica a la de un hablante nativo. Del mismo modo podría ejecutar cualquier otro tipo de instrucciones formales (programa), sin entender nada.” (Searle, 1980). Con esto intenta explicar que esto no es más que una simulación y no un rastro de inteligencia de la máquina.

Supongamos por un momento que Dennett es quien tenía la razón y que es posible que exista la inteligencia artificial fuerte. ¿Hasta qué punto es ético?

Según Mariya Gabriel (2018), comisaria de Economía Digital y Sociedad, con motivo de la creación de la primera guía ética europea para el uso responsable de inteligencia artificial desarrollado por 52 expertos en el tema, aseguró que.

El uso de inteligencia artificial, como el uso de toda tecnología, debe estar alineado con nuestros valores y conservar los derechos fundamentales. El propósito de estas guías éticas es asegurar que esto se cumpla en la práctica.

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