Nuevas tecnologías: Revolución de la Educación

Nuevas tecnologías: Revolución de la Educación

Sexto desafío. Las tecnologías llegaron al mundo para quedarse

Actualmente las Tecnologías de la Información y la Comunicación TIC, están sufriendo un desarrollo vertiginoso que está afectando todos los campos de la sociedad, donde la educación, no es una excepción. Estas tecnologías se presentan cada vez más como una necesidad en el contexto donde los caóticos cambios, el aumento de los conocimientos y las demandas de una educación de alto nivel, exigen una actualización permanente de las herramientas educativas. En plena revolución tecnológica, con una difusión de computadores y telecomunicaciones, las nuevas tecnologías plantean nuevos paradigmas y vienen a cambiar las formas de enseñanza, en pro de una educación superior. Algunas de las ventajas de la educación virtual corresponden a la adquisición de habilidades operatorias programáticas, la ejercitación y refuerzo interdisciplinario, el apoyo didáctico, la planificación de la enseñanza por parte del docente y el aprendizaje por descubrimiento.

Este último, se le presenta al estudiante como un reto o desafío, donde se deben resolver problemas y situaciones de distintos contextos de aprendizaje. Por ejemplo, con la actual pandemia conocida como Coronavirus – COVID-19, el principal afronto que ha tenido que asumir el estudiante, ha sido adaptarse a la mediación virtual como nueva alternativa, en la que no tiene presencia directa del docente o la retroalimentación que le brinda una clase presencial. Sin embargo, las TIC, ayudan a reelaborar el aprendizaje de forma significativa, promoviendo una exploración motivada por la curiosidad y un estímulo estratégico de parte del maestro mediante observación, análisis, interpretación, semejanzas y diferencias, sin explicar un contenido con un inicio y un fin muy claros. Y es que el aprendizaje debe concebirse en relación con el desarrollo continuo y espontáneo de los procesos mentales, permitiendo así la introducción de nuevas estructuras. Esto es, adaptarse a las novedades y a los nuevos esquemas cognitivos. Así, se permite la participación activa del estudiante y se modifica el rol del docente, pues ya este no sólo se limita a exponer contenidos, sino que propone metas y objetivos, actúa como mediador o guía y presenta todas las herramientas necesarias para que el alumno descubra por sí mismo lo que va a aprender. Y si se lleva al campo de las TIC o la virtualidad, el proceso se enriquece aún más, pues el educando aprende haciendo, desarrollando, buscando datos, comunicándose, resolviendo, trabajando en equipo y en cierto modo, aprende a ser un poco más independiente, que al final es a lo que deberá enfrentarse en su vida laboral.

En el mismo sentido, el aprendizaje virtual es un proceso de construcción que supone que el alumno realice un sumario de reconstrucción del contenido, se autorregule y a través de la estructura lógica y psicológica del contenido, haga una organización interna del mismo, de manera profunda y significativa. Y tiene sentido decir que los jóvenes “nativos digitales” poseen la iniciativa y el dinamismo frente a la tecnología. Así pues, a manera de conclusión, la mediación virtual sí posibilita al estudiante la adquisición de un conocimiento pleno, significativo, transversal, interdisciplinario y metacognitivo. La llegada de la tecnología, ha permitido notables avances en las prácticas culturales, creando hábitos novedosos. Ha impactado en la resignificación e interactividad de la educación. Por ejemplo, los nuevos medios permiten a los estudiantes hacer operaciones tales como: jugar (resolver problemas), improvisar, descubrir, simular (construir escenarios dinámicos del mundo real), juzgar (evaluar la confiabilidad de la información), negociar (viajar entre comunidades, discernir entre ideas y perspectivas), etc. En consecuencia, la nación tiene que impulsar el uso pertinente, pedagógico y generalizado de las TIC para apoyar el proceso de enseñanza-aprendizaje, la investigación, la innovación y desarrollo para la vida.

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