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Proceso de Trabajo, Proceso Salud-Enfermedad y Componentes Sociofamiliares del personal


Enviado por   •  26 de Abril de 2017  •  Práctica o problema  •  1.962 Palabras (8 Páginas)  •  330 Visitas

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Proceso de Trabajo, Proceso Salud-Enfermedad y Componentes Sociofamiliares del personal

de enfermería femenino operativo de una Institución  privada de atención pediátrica  de la ciudad de Rosario.

Mag. Andrea C. Fortino*

*Coordinadora del Servicio de Enfermería del Sanatorio de Niños. Grupo Oroño. Rosario. Sub – Directora de la carrera de posgrado de Especialización en “Enfermería del Trabajo”

 Introducción.

El proceso de la salud en el ser humano no es un fenómeno biológico, es un proceso socio – biológico integrado y dinámico.

La reproducción social (forma de organizarse de la vida, tanto en el conjunto de la sociedad global cuanto en los grupos particulares de la misma) es un proceso dinámico determinado por un sistema de contradicciones que ocurren en varios dominios integrados: la vida laboral y de consumo (eje de la reproducción), la vida organizativa y conciencia cultural y la vida de relaciones con el entorno. En esos dominios recae la determinación de la calidad de vida.

Los profesionales de la salud están acostumbrados a pensar en enfermedad y muerte pero es necesario señalar también la importancia de considerar otras expresiones de deterioro, que muestran el nexo entre lo social y lo biológico. La vida humana puede deteriorarse sin que existan cuadros patológicos diagnosticables; pueden existir, por ejemplo, cuadros de estrés y de calidad de la alimentación ligados a patrones de trabajo y de reposo, es decir, depende de los patrones de reproducción social en que están inmersos los individuos. De esa forma un grupo que vive en un medio conflictivo, que padece trabajo fatigante y monótono, que sobrelleva un consumo lleno de privaciones, que no tiene capacidad organizada para defenderse, se deteriora y envejece.  

Los problemas de salud no comienzan con la aparición de enfermedades ni terminan con el tratamiento de los casos. El que una persona esté activa y “funcionando” no quiere decir que está sana, ni tampoco el que una persona esté enferma quiere decir que no tiene en su organismo y en su vida recursos de salud que están luchando contra los procesos dañinos.

Entonces, las condiciones de salud de las personas y de los grupos sociales son el resultado de un proceso complejo y dinámico que se produce socialmente en todos los ámbitos donde la vida social se desarrolla.

La calidad de vida, de la que depende la salud, está condicionada por procesos de deterioro que surgen tanto en la esfera del trabajo, como del consumo, como de las acciones del Estado, así como de la ecología y la organización político – cultural, las cuales aportan elementos para destruir el andamiaje biológico y psíquico del hombre, mucho antes de que éste se convierta en un caso clínico con sus síntomas.

Un aspecto que se debe incorporar a un estudio que es central a cualquier comprensión de los problemas de salud es el aspecto de género, la condición de género incide sobre la capacidad de enfrentar condiciones de vida históricamente determinadas.

Ningún trabajo es puramente benéfico ni puramente destructivo, sino que coexisten facetas saludables y facetas patogénicas que dependen de relaciones sociales más amplias que condicionan la vida, aunque en las personas que pertenecen a sociedades de lucro y competitivas, el polo de deterioro se acumula y domina el proceso laboral, aspecto que se complejiza aún más en el caso de las mujeres, porque en ellas concurren también los problemas de la triple carga con la doble o triple jornada de actividad y los efectos de las cargas reproductivas.

El trabajo remunerado no debe ser estudiado aisladamente, hay que conectarlo con el trabajo doméstico y la calidad de vida y cotidianidad.

El personal de cada género presenta determinaciones específicas que se proyectan al mundo del trabajo y las profesiones; el género femenino padece procesos específicos que dependen no solo de su condición biológica específica sino de la construcción social para juzgar la importancia del trabajo de las mujeres, sus roles y capacidades.

Es en este marco que, el trabajo en efectores de salud, constituye un tema que muestra la existencia de procesos de deterioro que, de modo abierto o encubierto, deterioran a los profesionales de distinto tipo y a los trabajadores de salud en particular.

Pero también, se advierten condiciones favorables; en diversas investigaciones realizadas por el CEAS los trabajadores reconocieron entre los aspectos favorables del trabajo los siguientes: el simple disfrute o gozo; el aprendizaje, la comprensión del valor de la productividad del hombre y empleo útil del tiempo; la experiencia gratificante de la sensación de servicio y proyección hacia una colectividad; la obtención de recursos para el consumo; la vivencia de formas de solidaridad; la posibilidad de evasión o distracción frente a problemas; la actividad intelectual y/o física; la práctica creativa.

Por lo expuesto hasta el momento se puede observar que en la mujer trabajadora se superponen los roles del mundo privado y los del mundo laboral ocasionando distintas afecciones, por lo tanto, el análisis de la problemática de la mujer–enfermera no puede enfocarse hacia un solo aspecto, el laboral o el doméstico, por el contrario es necesario abarcar las circunstancias que hacen que en la mujer –enfermera confluyan los efectos del trabajo remunerado y del trabajo doméstico, y así de esta forma no llegar a un resultado parcial de una situación de por sí compleja.

        En tal sentido, la autora de esta investigación centró su análisis en identificar aquellas circunstancias que rodean a la trabajadora y que posibilitasen establecer la existencia de una relación entre el nivel de exigencia del Proceso de Trabajo y el nivel de afección del Proceso Salud-Enfermedad desde la perspectiva de los actores involucrados en ambos procesos; y así obtener la información necesaria que permitiese conocer la realidad de la mujer trabajadora, en este caso de la enfermera, con el fin de diseñar y proponer los cambios que resulten apropiados implementar en el ámbito laboral, los cuales pueden favorecer la calidad de atención.

 Objetivo General.

        Estudiar a partir de un análisis cuantitativo, la asociación existente entre el nivel de exigencia del Proceso de Trabajo y el nivel de afección del Proceso Salud-Enfermedad del personal de enfermería femenino operativo de un servicio de complejidad intermedia de una institución privada de atención pediátrica de la ciudad de Rosario, analizándola desde la perspectiva de género y; desde un enfoque cualitativo, profundizar en aquellos aspectos subyacentes que se originan en esta asociación.

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