Abecedario
Enviado por sarah234 • 6 de Marzo de 2013 • 2.211 Palabras (9 Páginas) • 493 Visitas
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El doctor Roberto Suazo Córdova llegó al poder; bajo la promesa de llevar a cabo un ambicioso programa de desarrollo económico, y social en Honduras. Esto con el fín de revertir los efectos de la recesión por la cual atravezaba el país.
Para este plan; Suazo contó con la ayuda de los Estados Unidos. A la superpotencia; no le convenía que Honduras pasara por la misma inestabilidad política de sus vecinos centroamericanos. Ya que esto significaría uno más, de los tantos problemas que enfrentaban los norteamericanos; con la ya establecida presencia de regímenes comunistas como el de Nicaragua y Cuba en la región.
Aunque la ayuda norteamericana llegó, el gobierno de Suazo Córdova fue incapáz de revertir la mala situación económica del país. El déficit del país se fue por las nubes, con la incrementación de los gastos militares.
Para tratarle de darle solución a los problemas, Suazo Córdova decidió en 1984, reemplazar a la mayoría de su gabinete. Al final esto no tuvo los frutos esperados, y la situación económica del país siguió de la misma manera o peor.
Al término de su período presidencial, Suazo Córdova perdió en su mayor parte; la popularidad que lo llevó a la presidencia de la república.
Durante su gobierno se estableció la doctrina de la seguridad nacional y desaparecieron muchos líderes sindicales, los Estados Unidos pagaron un alquiler del país para mantener a la contrarrevolución pero todo ese dinero de varios millones de dólares fue a parar a muchos bolsillos y no invirtieron en el desarrollo del país.
En el gabinete de gobierno de Suazo Córdova hubo muchos corruptos destacándose.
Alma Rodas de Fiallos que vendió la leche de la merienda escolar caso que se le conoció como “el lechazo”.
Benigno Irías le vendió un terreno al estado a precio altísimo que se le conoció como “el Benignazo”.
Carlos Handal ministro de secopt recibió comisiones por hacer las especificaciones técnicas de las carreteras menos exigentes. Redujo los espesores de las mismas y recibió millones de lempiras por ello.
Todos los militares que ocuparon cargos en los batallones y los jefes de las fuerzas armadas como Gustavo Álvarez Martines, Walter López Reyes saquearon el presupuesto militar y parte de la asistencia militar de los Estado Unidos de América.
Suazo Córdoba aprobó aumentos de precios en artículos de consumo popular y promulgó una "ley antiterrorista" que prohibió el derecho de huelga al considerarlo "intrínsecamente subversivo". Grupos paramilitares de exterminio actuaban con impunidad y las "desapariciones" de opositores políticos se tornaron corrientes
Honduras fue el ojo del huracán de la región norte, centro y del Caribe del continente americano, durante el gobierno de Roberto Suazo Córdova.
Después de haberse consolidado en Nicaragua, los comunistas ahora amenazaban con tomar el poder en El Salvador a través del frente revolucionario: Farabundo Martí. Mientras que en Guatemala, los enfrentamientos entre gobierno y grupos armados eran constantes.
Suazo Córdova; mostró en sus primeros meses de gobierno, profunda preocupación por la situación que atravesaban los demás gobiernos de Centroamérica. Ya que ello se convertía, en una amenaza para la re-nacida democracia hondureña y por ende, su gobierno.
A esta preocupación; se unió también, la de dos personajes importantes, que marcarían por siempre la presidencia de Roberto Suazo Córdova: El General Gustavo Álvarez Martínez y el presidente de los Estados Unidos; Ronald Reagan.
El gobierno de Reagan, a través de John Dimitri Negroponte un diplomático ex-CIA; en operaciones llevadas a cabo por los Estados Unidos en el sureste de Asia, se alió al comandante de las Fuerzas Armadas de Honduras: general Álvarez Martínez, en contra del gobierno Sandinista de Nicaragua.
Álvarez un anticomunista; había declarado que Honduras estaba en una 'Guerra a Muerte', en contra del gobierno del FSLN de Nicaragua. Álvarez Martínez se dio a la tarea de coordinar junto a los norteamericanos basados en Honduras, el apoyo a los ‘Contras’ Nicaragüenses para lanzar ataques en contra del gobierno Sandinista, con el firme propósito de derrocarlos, y retornar al poder a los seguidores del extinto presidente: Anastasio Somoza.
Estas acciones de Álvarez Martínez, con la bendición del gobierno estadounidense; mermaron la efectividad de Suazo como presidente, quien era visto como un simple títere de ambos. Fue precisamente; durante este período, que se dio en Honduras un breve resurgimiento de movimientos guerrilleros de menor escala.
Esto sirvió de motivo, para que el General Álvarez Martínez aplicara sus tácticas aprendidas en Argentina. Actos de torturas y desaparecidos; así como otro tipo de violaciones a los derechos humanos, comenzaron a darse en Honduras empañando así el gobierno de Suazo Córdova.
Durante su mandato, Suazo Córdoba dio el respaldo del gobierno democrático a las políticas de Washington, y gobernó a la sombra de los militares hondureños, sirviendo básicamente de presidente nominal.
El mayor defensor en Honduras de la doctrina de seguridad nacional, y poder tras el presidente, era el ultraconservador Gral. Gustavo Adolfo Álvarez Martínez. Su liderazgo como Comandante en Jefe de las fuerzas armadas hondureñas de abril de 1982 a marzo de 1984, en que fue desbancado por un golpe militar interno, inició un periodo de crueles violaciones de los derechos humanos, sin precedente en la historia del país.
Al menos 200 civiles supuestamente subversivos –incluyendo estudiantes, campesinos, líderes sindicales y religiosos progresistas– fueron víctimas de tortura, «desapariciones» y asesinatos en Honduras en los 80, con apariencia de «seguridad nacional».
Graduado en 1961 en la Academia Militar Argentina, Álvarez Martínez aplicó las tácticas más represivas de la fallida «guerra sucia» argentina. Invitados por él, llegaron a Honduras consejeros militares argentinos, poniendo en marcha tácticas que incluían vigilancia, infiltración, secuestro, centros de detención clandestinos, tortura y ejecuciones sumarias por escuadrones de la muerte y unidades militares secretas sancionadas por el gobierno.
La vigilancia y acción contra la subversión doméstica fue inicialmente responsabilidad de las Fuerzas de Seguridad Pública (FUSEP), el brazo policial de las fuerzas armadas hondureñas. Dentro de las FUSEP, una unidad de contrainteligencia denominada «Unidad Especial» proporcionaba apoyo técnico para el embargo de armas entre Nicaragua y El Salvador, mientras que la Dirección Nacional de Investigaciones (DNI)
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