Analisis De Daños En Elementos Metalicos Y Sinteticos

Introducción.

Las laminas que constituyen la carrocería de un vehículo tienen formas geométricas complejas, resultante de la combinación de múltiples superficies curvas con un bajo porcentaje de superficies planas. Esto es así debido a que las superficies curvas confieren mayor rigidez a la lámina, desempeñan una función estética y aportan ventajas aerodinámicas. Ello supone que el restablecimiento de la lámina dañada requiere habilidad y precisión por parte del operario y de la utilización de determinados medios de reparación.

La reparación de la superficie dañada sólo se debe realizar si al final del proceso se pueden garantizar los siguientes requisitos:

• Pleno restablecimiento de la pieza dañada, en cuanto a los aspectos de seguridad y estética del vehículo.

• Los costes de mano de obra y materiales empleados en la reparación de la pieza no superen los costes que supondría sustituir la pieza por otra nueva.

Para restablecer la forma de la carrocería se emplean útiles de mano con formas especiales, herramientas y distintos equipos como gatos hidráulicos, ventosas, soldadoras, etc.

Mientras que para la sustitución de partes de la carrocería se usan herramientas de corte, soldadura y acabado de la lamina, como son sierras, buriles, equipo de soldadura, pulidores, etc.

La operación del sistema de reparación siempre debe ir acompañado del estudio y diagnóstico de cada daño concreto.

Diagnóstico de anomalías.

Para realizar un diagnóstico previo a la reparación hay que inspeccionar el daño, generalmente se detecta a simple vista, pero el reparador necesita conocer exactamente su alcance Este tipo de revisiones se puede realizar a través de diferentes técnicas:

• Mediante la detección visual.

• Mediante la apreciación al tacto.

• Mediante peines de formas.

• Mediante el repaso con la garlopa.

Mediante la detección visual.

Para controlar los daños que se han producido en una pieza, lo primero que se debe hacer es realizar una evaluación visual. Si el defecto es muy importante no se necesitará más que un vistazo general. En este caso, se puede apreciar mejor observando desde diferentes ángulos y teniendo en cuenta los contrastes y reflejos que desprende la luz al incidir sobre la pieza.

Mediante la apreciación al tacto.

Este método se realiza pasando la palma de la mano en diferentes direcciones sobre la superficie abollada, empezando por una zona que no esté afectada y, sin levantar la mano, seguir a lo largo de toda la abolladura para acabar en otra zona no afectada. Cuando la anomalía es pequeña, se puede emplear la mano izquierda, puesto que generalmente es más sensible que la derecha.

Mediante peines de formas.

Es un útil específico que al ser aplicado sobre la pieza, sus láminas se deslizan sobre su soporte, ajustándose a la superficie de la pieza, reproduciendo fielmente la forma de la pieza y su perfil real. Seguidamente se separa de la pieza y se observa si los extremos de sus láminas guardan la línea básica.

Mediante el repaso con la garlopa.

Se realiza con el útil denominado garlopa o lima de carrocero, aplicando en sentido paralelo unas ligeras pasadas, para no desbastar la lámina, de forma que no se crucen las trazas y se pueda observar mejor la nivelación de la superficie. Se recomienda especialmente utilizar esta técnica cuando se ha realizado una operación de recogido de la lámina con calor, puesto que además de eliminar los restos de los puntos donde se aplicó calor, se puede observar claramente si la superficie está nivelada.

Video ilustrativo de uso de la garlopa:

https://www.youtube.com/watch?v=_9MhXvC-rE8&feature=related

Tipos de abolladuras según su origen

Se entiende como abolladura a la variación de forma que sufre como consecuencia de un impacto, deformando la superficie original.

Según la repercusión del impacto, se pueden distinguir dos tipos:

• Abolladura directa: Se produce por la colisión violenta entre alguna pieza de la carrocería y algún elemento externo que supera el limite elástico de la lamina deformándola

• Abolladura indirecta o estructural: Se produce por una colisión entre el vehículo y un obstáculo, y que tiene como consecuencia, además de la abolladura propia de la colisión, otras abolladuras localizadas en otra parte de la carrocería diferentes a la zona donde se ha producido el impacto. La existencia de esta clase de daños en puntos diferentes al de la colisión implica que existen daños estructurales.

Abolladura Directa Abolladura Indirecta

Niveles de reparación

Aunque no existen dos golpes iguales sobre una superficie, en cada uno de los golpes, tras un análisis, se puede tener una idea aproximada de las operaciones necesarias para realizar el restablecimiento de la superficie, dichas operaciones pueden clasificarse en diversos niveles de dificultas, teniendo en cuenta los siguientes parámetros:

• El perfil de la superficie dañada

• La extensión o magnitud de los daños

• La facilidad de acceso a la zona dañada y/o la dificultad de

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