CIUDAD DE MÉXICO
Enviado por polo1234554321 • 28 de Septiembre de 2014 • 1.156 Palabras (5 Páginas) • 179 Visitas
CIUDAD DE MÉXICO — El Tercer Informe de Gobierno del Presidente Felipe Calderón se presenta en uno de los escenarios más desfavorables de lo que va de su administración, propiciado en buena medida, por la tremenda crisis económica en la que se encuentra inmerso el país.
El Presidente Calderón desde el inicio de su periodo gubernamental, ha optado por inclinar gran parte de sus fuerzas a la lucha frontal y directa contra la delincuencia organizada, en específico contra el narcotráfico. En dicha lucha, el Gobierno no ha escatimado en recursos, teniendo como resultado, no sólo el reconocimiento de la mayoría de los ciudadanos, sino también, una considerable merma en la estructura financiera y organizativa de los diversos cárteles de la droga.
El combate en contra del narcotráfico se ha convertido en el rasgo distintivo de este sexenio, desdibujando en la agenda del Ejecutivo algunos otros temas, que hoy en día, resultan los aspectos más sensibles e importantes para la ciudadanía.
A finales de 2008 surgió la peor crisis económica de la que se tenga memoria, originándose en Estados Unidos y diseminándose de forma posterior en el resto del orbe.
Para contraatacar los efectos de dicha crisis, al inicio del 2009, se anunció por parte del Presidente Calderón, una serie de medidas tendientes a obtener una reducción de los efectos negativos en la economía nacional. Conforme fue avanzando el año, la recesión se fue tornando más agresiva, diluyendo las posibilidades de una pronta recuperación.
Una de las medidas propuestas por el Ejecutivo, fue la creación de obras de infraestructura para mantener -al menos temporalmente-, las fuentes de empleo de miles de personas. Si bien a lo largo del presente año el gobierno ha invertido un porcentaje importante en obra pública, ante la magnitud y proporciones de la problemática, dichas medidas han resultado de poco impacto ante la embestida de la crisis económica.
Aunado a lo anterior, se tomaron una serie de disposiciones para frenar la creciente alza de desempleo, consecuenia directa de la situación económica imperante, como la implementación de paros técnicos en varias empresas, con miras a que éstas no se vieran en la necesidad de despedir a sus trabajadores, ante la escasa o nula productividad en sus operaciones. Esta medida al igual que la anterior, ha servido de poco ante los estragos económicos que padece el país. El plan de generar empleos temporales, así como el propiciar los paros técnicos, no parecen ser remedios suficientes.
Mientras que las empresas (pequeñas, medianas o grandes) no encuentren canales para la distribución y venta de sus productos y/o servicios, no existirán elementos suficientes que impidan su quebranto. Por ello se requieren la aplicación de políticas públicas más audaces que puedan abatir la inestabilidad económica, así como la elaboración de iniciativas que culminen en reformas estructurales en materia económica. Para ello, es indispensable no sólo la voluntad firme del Ejecutivo, sino también la de los legisladores, quienes deberán dejar a un lado sus intereses partidistas, para asumir con responsabilidad los puntos esenciales de la agenda nacional.
El desempleo, el alza de precios en productos y servicios, la falta de productividad de diversos sectores económicos y la escasa recaudación fiscal resultado de la evasión, ilusión y débil generación de beneficios por parte de personas físicas y morales, hace vislumbrar una situación insostenible económica y socialmente para el país.
Sólo a través de la realización de una reforma fiscal a fondo, se podrá generar una inversión económica permanente que traiga consigo mayor productividad y generación de empleos. Es por ello, que tanto el Ejecutivo
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