Consolas De Juego

Hoy por hoy es indiscutible la dependencia digital en la vida corriente, desde el uso del televisor (LCD los más modernos), el ordenador, el móvil, sin olvidar ya el mundo de los Tablet y de los reproductores como los mp3 o mp4 y hasta el mp5… Todo esta digitalizado y por ello se han vuelto herramientas más eficientes para las funciones que fueron pensadas y diseñadas. Pero toda esta exposición tecnológica va muy aprisa, yo diría que más de lo conveniente, así un adulto no termina de conocer las funciones de su móvil, cuando ya le están ofreciendo un nuevo modelo, más capaz y potente. Lo que nos preocupa no es la evolución o desarrollo de la tecnología, sino ¿Cómo se adapta la familia a dicho cambio?, ¿qué medida toman los padres ante las exigencias de los hijos por tener siempre la tecnología de punta?

No hace muchos años atrás, las mayor preocupación respecto con relación a los medios de comunicación era el tiempo que pasaban nuestros hijos frente al a un tv, ahora ese no es el mayor problema, sino qué hacen con una conexión de internet (sea en ordenadores o en el móvil). Joshua MEYROWITZ1escribió sobre la televisión: “La televisión saca a nuestros hijos al mundo antes de que los padres les demos permiso de cruzar la calle”. Se podría decir, en la misma línea, que la Internet permite que entre cualquiera al mundo de nuestros hijos, sin abrir las puertas de su habitación.

Por ello es indiscutible la necesidad de educar a los niños, jóvenes e inclusive a los adultos en el correcto uso de las TICs, porque no podemos obligarlos a prescindir de ellas. Sin embargo, la solución a este problema, aunque no parece tan obvia, es ya muy conocida y antigua. Es imprescindible educar a la voluntad de las personas, es decir, inculcar en ellas los valores y virtudes necesarios para poder afrontar las distintas situaciones que tendrán por delante.

Un niño se enfrenta todos los días a una publicidad persuasiva, yo diría que a veces hasta agresiva, sobre aquello de debería tener o necesitar. Esto no solo es en campañas publicitarias por la tv, sino en spots en la calle, en las series de televisión, hasta en el empaque de chuches… Las compañías se encargan de hacer llegar el mensaje, de crear una necesidad falsa en los más jóvenes. Pero es responsabilidad de los padres de familia enseñarles a identificar lo que realmente es una necesidad de lo superfluo. Esta tarea no es fácil, ya que muchos adultos caemos en la necesidad superflua, (cambiar el móvil cada semestre, comprarse un ordenar más potente aunque el que se tiene sea útil, adquirir una tv nueva porque un compañero de trabajo ha cambiado la suya y ni que se diga sobre los coches y las vacaciones). El ejemplo será una gran aliado en esta tarea, así los hijos verán que las cosas solo se adquieren si son necesarias y útiles. Luego hay que educarlos en el recto uso de las mismas, con responsabilidad y libertad.

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