LA EMPRESA
Enviado por carolinacanoa • 17 de Abril de 2015 • 2.285 Palabras (10 Páginas) • 119 Visitas
Ensayo crítico sobre la educación en el espacio constitucional
La intención de este escrito es reflexionar sobre las circunstancias que en la vida de la comunidad educativa facilitan y obstaculizan la vivencia de derechos, deberes y compromisos para la convivencia, por parte de los educandos y educadores, en el respeto de la dignidad humana y los derechos humanos. La ley 115 o ley general de educación recoge la esencia de la Constitución de 1991 en materia de derechos humanos. Cuando propone la formación integral de los educandos, reconoce que cada persona es un mundo complejo de múltiples manifestaciones que deben ser tenidas en cuenta en todo proceso educativo. Es así, que la autonomía escolar y el proyecto educativo institucional (PEI) son dos herramientas importantes en el reconocimiento de la particularidad de cada comunidad educativa y de las necesidades que tienen las personas que participan allí.
En el artículo 67 de la Constitución política, se estableció el derecho a la educación, definiéndolo como un servicio público que cumple una función social. Como se expresa en la disposición; la educación debe formar al colombiano en el respeto a los derechos humanos, a la paz y a la democracia; y en la práctica del trabajo y la recreación, para el mejoramiento cultural, científico, tecnológico y para la protección del medio ambiente. El título II de la Constitución Política de 1991 se refiere a los derechos, las garantías y los deberes, lo que nos hace pensar que la práctica de algunos derechos exige sus ideas u opiniones y la de informar y recibir información está contemplada, como un derecho fundamental, en el Artículo 20 de la Constitución Política.
Retomando lo anterior considero que uno de los objetivos de la Secretaría de educación, es garantizar la permanencia de los estudiantes en el sistema educativo, sin embargo la falta de recursos por parte del Estado (Insuficiencia de aulas, maestros y elementos didácticos) hacen que en los colegios no aseguren las condiciones necesarias para acreditar este derecho. Un ejemplo muy notorio se ve en las aulas de clase, en las cuales hay un número promedio entre 45 y 50 estudiantes por salón, y esto trae como consecuencia el descontento tanto para los docentes como para los estudiantes. Además conlleva a múltiples problemas que se ven reflejados a través de los años.
Existen tres dimensiones del derecho: la primera, el derecho mismo a la educación; la segunda, el ejercicio de todos los derechos humanos en el proceso educativo, y, la tercera, el principio multiplicador que se le reconoce a la educación como punto de partida para la realización de otros derechos humanos como la alimentación, la salud y el empleo. Su negación o vulneración implica un alto riesgo de violación de los derechos mencionados
Comienzo a hablar de educación con este aparte “La educación es un proceso de formación permanente, personal, cultural y social que se fundamenta en una concepción integral de la persona humana, de su dignidad, de sus derechos y de sus deberes.” Es así como el colegio es un espacio importante para desarrollar y asumir nuevos procesos de identificación; estos procesos se consolidan a través de las diversas experiencias individuales, familiares y sociales, que los estudiantes viven a diario. La interacción con los demás, el respeto de las normas, las expresiones académicas y culturales, hacen que éstos tomen cariño y descubran la importancia de pertenecer a él. De este modo el ingreso al colegio supone, también, la aproximación a una noción de ley, entendida como un mecanismo para garantizar la organización social y para unir a la comunidad educativa en torno a unas normas.
Por otra parte las condiciones de violencia del país han determinado que los proyectos educativos sean orientados en función de promover una cultura democrática participativa y del ejercicio de los derechos humanos, lo que compromete la reorganización de los programas escolares, de acuerdo con las necesidades de los educandos y de la comunidad en general. La mediación de conflictos, por ejemplo, se ha convertido en uno de los principales proyectos pedagógicos de muchas instituciones educativas, en donde los índices de violencia así lo han exigido. Justamente y en vista de los tantos inconvenientes que se presentan en las instituciones educativas se continúan cuestionando sobre las normas que deben consignarse en el manual de convivencia, que a nuestro juicio , han de ser el resultado del consenso de todos los estamentos de una comunidad educativa, pero esa tarea debe realizarse de manera coherente, ordenada y sistemática. Con sujeción a la Constitución Política de Colombia, el código del menor, las leyes 60 de 1993 y Ley 115 de 1994, el Decreto 1860 de 1994, las sentencias de tutela de jueces y de magistrados de la Corte Constitucional Colombiana, son apenas una parte del marco legal del sector educativo.
La corte Constitucional ha reiterado sistemáticamente que los manuales de convivencia no pueden violar la Carta Política, en particular, los derechos fundamentales. El alto tribunal ha dicho continuamente que los manuales de convivencia no pueden contener sanciones que limiten, entre otros, los derechos a la igualdad, la autonomía y la educación de los estudiantes.
En los colegios también suele presentarse colisión de derechos entre los estudiantes y entre estos y los adultos, muchos de los cuales se resuelven a partir de las normas escritas en el Manual de Convivencia. Pero se ve claramente que en algunos colegios constantemente se vulneran una serie de derechos fundamentales, como la libertad de expresión, el derecho a la participación y el libre desarrollo de la personalidad, entre otros. Es así que los estudiantes no cuentan con las garantías suficientes para que sus derechos sean respetados de acuerdo con el Manual de Convivencia.
Sabemos que el colegio es una comunidad, con sus intereses, valores, ideas y personas propias. Al ser partícipe de esta comunidad educativa, les permite a los estudiantes tener derechos y deberes que, con su acción y vivencia, hacen posible sus aportes a la construcción y solidificación de la sociedad. Sin embargo hoy en día se ven en los colegios que no hay una sana convivencia. El irrespeto que existe entre niños y niñas, los niños grandes les pegan a los más pequeños. En las escuelas se observa a diario peleas, violencia, groserías y hasta maltrato, y por si fuera poco la falta de integración entre docentes, padres y estudiantes. Todo estas problemáticas nos hace pensar en que debemos actuar en forma rápida. ¿Cómo? Creando alternativas de cambio que invite a armonizar las relaciones entre quienes comparten diariamente los espacios,
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