LOS SISTEMAS Y EL ENFOQUE SISTEMÁTICO

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LOS SISTEMAS Y EL ENFOQUE SISTEMÁTICO

Es importante, primero que nada, definir de la manera más adecuada lo que es un sistema; se puede decir que es un conjunto de elementos con relaciones de interacción e interdependencia que le confieren entidad propia al formar un todo unificado, está integrado por ciertos elementos que tienen relación entre sí para lograr un objetivo. Otro concepto igual de importante es el de “enfoque sistemático”, el cual podríamos definir como aquel modelo que comprende al objeto (material o inmaterial) en su contexto y expresa la relación que existe entre este y los demás elementos, concibiéndolo, así como un sistema o parte de un sistema (subsistema).

A partir del enfoque sistémico la manera de abordar un problema se basa, no tanto en los rasgos individuales de cada componente, sino más bien en el conocimiento de todo el conjunto, como un grupo con una identidad propia y como escenario en el que tienen lugar un amplio entramado de interacciones.

Las características del sistema consideran cuatro aspectos centrales: los elementos, la interacción, la organización y el objetivo. Los elementos del sistema forman un todo y pueden ser conceptos, objetos o sujetos; la interacción entre los elementos y pos consecuente, su organización es lo que hace posible el funcionamiento del sistema; y es casi obvio que los sistemas tienen una función (su objetivo/finalidad) que deben cumplir.

Podemos clasificar los sistemas según la manera en cómo se relacionan con su ambiente, en abierto y cerrado. El sistema abierto, tiene una importante relación entre sus elementos, estos dependen uno del otro para que exista un sistema y es propio del sistema abierto competir con otros sistemas, es decir, interactúa continuamente con su entorno. Este sistema es indispensable para una retroalimentación constante, limpia y rápida y la adaptabilidad es un continuo proceso de aprendizaje y de organización. El sistema cerrado no interactúa con el ambiente como es el caso del sistema cerrado y no permite que ningún sistema externo lo viole, estos son impenetrables a cualquier influencia del entorno, este sistema presenta la perspectiva de la organización como sistema cerrado, lleva a la insensibilidad hacia la necesidad de cambios y adaptación continua y urgente de las respuestas de la organización al ambiente.

El enfoque sistémico ha de verse como una herramienta intelectual muy poderosa que responde a una necesidad concreta de tratar la complejidad. Es difícil ver el enfoque sistémico o la Teoría General de Sistemas como una disciplina científica, a pesar de los muchos sistemitas que lo sostienen. Los conceptos son, necesariamente, demasiado vagos e imprecisos pues lo que se busca es la generalidad. Aquí es donde se corre el riesgo de no decir nada sobre todo (frente al riesgo de la especialización, saber todo sobre nada) y donde muchas veces se han centrado las críticas al intentar presentar las ideas sobre sistemas no como una interpretación que permite manejar la complejidad sino como una teoría completa y formal de los sistemas. La propia idea de sistema es bastante difusa pues en cada aplicación se define el sistema de nuevo y aunque hay una concepción básica común las diferencias son a veces importantes. No cabe duda, sin embargo, de que el enfoque sistémico es una gran ayuda para comprender sistemas en los que las interacciones son muy fuertes e importantes. Desde el punto de vista de la ingeniería, el enfoque sistémico es muy útil para percibir la riqueza y la complejidad de los diseños y los desarrollos y, al mismo tiempo, nos proporciona una serie de herramientas básicas para tratar esa complejidad y crear nuestra propia metodología de sistemas.

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