Las Empresas Ciberneticas
Enviado por ana171 • 17 de Febrero de 2013 • 2.194 Palabras (9 Páginas) • 4.801 Visitas
Las empresas cibernéticas y establecer una comparación con las empresas tradicionales.
El surgimiento y desarrollo de la empresa en el ciberespacio es una consecuencia lógica de la aplicación de la informática y las comunicaciones, y del surgimiento de las redes globales de comunicación. Pero, ¿cómo es la empresa que actúa en el ciberespacio?; ¿qué la caracteriza y qué la diferencia de la empresa tradicional? Tratemos de responder a esa pregunta y después intentemos caracterizar los elementos de dirección que utilizan.
Podemos definir a la empresa como un agente que organiza con eficiencia los factores económicos para producir bienes y servicios para el mercado con el ánimo de alcanzar ciertos objetivos"; y como "conjunto de elementos humanos, técnicos y financieros, ordenados según determinada jerarquía o estructura organizativa y que dirige una función directiva o empresarial". Aunque en estas definiciones se destacan más algunos aspectos que otros (por ejemplo, el elemento "información" queda demasiado implícito dentro de otros conceptos, como el de "estructura organizativa" y el de "función directiva"), resultan satisfactorias a los efectos de los objetivos de este trabajo.
Las empresas en el ciberespacio cumplen con estas definiciones, en un altísimo nivel.
Han logrado organizar con mayor eficiencia que la empresa tradicional muchos de los factores económicos que intervienen en el mercado. Las gestiones de análisis de las ofertas de bienes y servicios, los contactos comprador-vendedor, los procesos de cobros y pagos, la promoción y en general todos los elementos que intervienen en la actividad de marketing, son ejemplos de estas soluciones más eficientes. Es evidente el ahorro de energía que se produce a un nivel social, cuando no es necesario que vendedores ni compradores se trasladen físicamente ni coincidan en el mismo espacio y tiempo para concertar un negocio. Ese ahorro es más destacable dentro de la propia empresa, donde se gana tiempo y se gasta mucho menos.
Los bienes y servicios que produce pueden llegar al cliente potencial o real en una forma mucho más eficaz y eficiente. Por ejemplo, Dell Computer puede, mediante su sistema de páginas Web (que llaman "Premier Page program"), atender a más de 5 000 compañías en todo Estados Unidos con un mínimo de gastos y con gran rapidez. El cliente ha ganado y la empresa suministradora del servicio o producto también.
Es imposible realizar una clasificación exhaustiva de las empresas que actúan a través de las redes globales de comunicación. Constantemente surgen nuevas empresas, o las existentes adquieren nuevas características. Pero intentemos una clasificación que pueda ayudarnos a encontrar elementos comunes y disímiles en su actividad con las empresas tradicionales. Hagamos esa clasificación desde el punto de vista del apoyo que logra cada empresa en la Red para realizar su trabajo. Tendríamos entonces:
Empresas tradicionales que han ampliado su área de trabajo y se han insertado en el ciberespacio a los efectos de potenciar su actividad. Incluyen todas las actividades que comprenden el mercadeo y los contactos con el cliente. Clasifican en este grupo prácticamente la totalidad de las empresas grandes, medianas y muchas de las pequeñas que hay en el mundo; y que han abierto sus sitios Web en la Red, buscando captar más clientes y mejorar su atención a los mismos (por ejemplo,WWW.honeywell.com y WWW.ual.com son sitios web de empresas tradicionales).
Empresas que han surgido para dar servicios especializados con relación al trabajo en Internet: buscadores, portales, robots de búsquedas, etc. (Por ejemplo, YAHOO! o Netscape son ejemplo de este tipo de empresas).
Empresas que dan servicios, tradicionales o no, pero sólo a través de Internet. Por ejemplo, AMAZON, especializada en el comercio de libros; PC Travel, vendedora de pasajes de avión o DEREMATE.COM, dedicada a la venta de productos de segunda mano al por menor.
De estos tres tipos, nos van a interesar fundamentalmente el tercero, típica creación del ciberespacio, y su producto más destacado.
Amazon, por ejemplo, dispone de un catálogo prácticamente ilimitado de libros. Oferta todo lo que las grandes y pequeñas editoriales publican, superando con creces el millón de títulos ofertados (una gran empresa de venta de libros, Barney and Noble, por ejemplo, no está en posibilidad de ofrecer más de 20 000 títulos en sus tiendas más grandes). Pero Amazon presenta otras ventajas: trabaja 24 horas al día, 365 días al año, está accesible desde cualquier lugar del planeta, ofrecen un trato "personalizado", permite el pago con tarjetas de crédito, se puede comprar sin filas ni colas y realiza sus entregas a domicilio.
Otra diferencia de este tercer tipo de empresa con relación a las llamadas "tradicionales" está dada por la estructura de sus activos. En la empresa tradicional, los activos fijos y circulantes tangibles representan una proporción mucho mayor que los activos circulantes intangibles. Si a los primeros añadimos aquellos activos circulantes intangibles como marcas, patentes, licencias, etc.; no asociadas necesariamente con el ciberespacio, la proporción aumenta, e incluso, puede tender al infinito. En la ciberempresa, esa proporción es ínfima, o tal vez inversa.
Como se expresó, la ciberempresa no necesariamente tiene edificios, maquinarias ni grandes inventarios. Ni siquiera tiene que disponer de computadoras (Amazon las utiliza por outsourcing o subcontratación). Sus activos fundamentales son la información y el conocimiento: listas de clientes, de suministradores, etc. La mencionada proporción entre activos tangibles e intangibles tiende a cero.
El activo imprescindible para crear una empresa el la actualidad, sea tradicional o e-corporation, es la información y el conocimiento. Todos los restantes activos pueden obtenerse de una forma u otra (la mayor parte de ellos por subcontratación o outsourcing, incluso el capital por medio de préstamos o venta de acciones), sólo la información y el conocimiento no, pues son necesariamente producto del trabajo de los empresarios y de su personal de apoyo.
Otras diferencias esenciales están dadas por sus principios organizativos y de trabajo. La casi totalidad de las empresas tradicionales en el mundo se rige por los principios que esbozó hace más de 200 años Adam Smith en su famoso libro La riqueza de las naciones, donde sugirió que el trabajo en las empresas se dividiera en sus unidades más simples y lógicas. A finales del siglo XIX y principios del XX, los trabajos prácticos y teóricos de Taylor y Fayol crearon las bases clásicas de la organización
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