MITOS Y REALIDADES DEL USO DE LA TECNOLOGIA EN EL AULA

MITOS Y REALIDADES EN EL USO DE LA TECNOLOGIA EN EL AULA

Mtra. Margarita Hernández Colín

Asesora del Seminario Tecnologías de la Información y la Comunicación

Es por todos conocido que el avance tecnológico se desarrolla a pasos agigantados, dicho fenómeno imposibilita que nos encontremos a la vanguardia en cuanto al uso del hardware y software más actuales sobre todo a nivel educativo. Vivimos con un atraso tecnológico tanto de los programas, como de los equipos de cómputo existentes, los cuales son lanzados al mercado día a día por las empresas encargadas de generar este producto, y como consecuencia de ello, estamos fuera de una igualdad de oportunidades que ofrece una sociedad del conocimiento, oportunidades que para nuestros alumnos son irrecuperables.

Pero aunado a este problema mencionare otros con mayores dificultades, que hacen que nuestras instituciones educativas y enfocándonos a las escuelas primarias, sobre todo las rurales, no posean estos recursos que le permitan desarrollar nuevos procesos de enseñanza – aprendizaje en sus alumnos: en primer lugar, esta la situación económica de las escuelas de nivel básico, de aquellas que se encuentran muy alejadas de las comunidades urbanas, las cuales apenas cuentan con el servicio eléctrico, mientras que muchas otras ni electricidad tienen, esto no impide únicamente el uso de los recursos tecnológicos, sino también limita el manejo de otras herramientas de trabajo como son: grabadoras, videoproyectores, DVD´s, etc., que son elementos de apoyo dentro del aula.

En un segundo lugar está el apoyo económico que otorgan las autoridades educativas, estatales y federales que no es el suficiente para que las escuelas de nivel básico puedan ser equipadas con aulas de medios o que simplemente se pueda adquirir un poco de recurso tecnológico.

En tercer lugar se encuentran aquellas instituciones que si poseen la tecnología, pero no cuentan con el apoyo de los directivos para poder trabajar en el aula con una metodología diferente, haciendo uso de los medios de comunicación, una metodología que permita a los alumnos establecer contacto con otras instituciones del mismo nivel académico, que les permita a los alumnos compartir conocimientos con otros compañeros, en pocas palabras, entrar a un mundo lleno de información y en donde se puedan potenciar habilidades tecnológicas y académicas que los lleve a generar un aprendizaje autónomo.

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en enero de 2008 establece los estándares de competencias en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para docentes, en los que menciona que el maestro necesita estar preparado para ofrecer a sus estudiantes las oportunidades de aprendizaje, apoyando dicho aprendizaje en el uso de las TIC, pero ¿cómo saber si los docentes que cuentan con estos recursos realmente hacen uso académico de los mismos?, ¿realmente el uso de la tecnología en el aula posibilita el aprendizaje de los estudiantes?, estas y otras preguntas pueden o no tener respuesta, pero lo cierto es que en nuestras aulas no contamos con las tecnologías necesarias que permitan desarrollar nuevos aprendizajes en nuestros alumnos, ahora bien las escuelas primarias que las poseen cubrirán dichos objetivos. En dicho documento mencionado por la UNESCO se pondera para que los estudiantes cuenten con docentes que posean las competencias y los recursos necesarios en materia de las TIC y que puedan enseñar de manera eficaz las asignaturas exigidas.

En el acuerdo 592, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 19 de agosto de 2011, en su tercera sección, fracción XI. 4.1.1. Estándares de Habilidades Digitales, se menciona que mediante el uso de aulas, medios o laboratorios, los estudiantes desarrollaran la creatividad e innovación utilizando las TIC y la construcción de conocimientos. La comunicación y la colaboración requiere de medios y entornos digitales que le permita a los alumnos comunicar ideas e información a múltiples audiencias, interactuando con otros, trabajar de forma colaborativa, incluyendo el trabajo a distancia, para apoyar el aprendizaje individual y colectivo desarrollando una conciencia global al establecer la vinculación con estudiantes de otras culturas, así como la resolución de problemas básicos y presentación de herramientas tecnológicas que fortalezcan estas habilidades. Estos y otros estándares más son considerados dentro del acuerdo 592, pero ¿será posible crear una comunidad digital? Hablando de las escuelas primarias.

Para Laura M. Liguori (2000), la incorporación de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en el campo de la enseñanza tiene consecuencias tanto para la práctica docente como para los procesos de aprendizaje, ya que las nuevas tecnologías por si mismas, no transforman las estructuras sociales sino que se incorporan a ellas. Hay que cambiar en primer lugar no sólo la forma de pensamiento de los docentes y alumnos, sino la forma de trabajo, en este caso la metodología de aquellos actores responsables de transformar un proceso educativo, es decir el uso de la tecnología en el aula debe de poseer un objetivo académico, para que tenga el impacto que realmente se requiere en la vida del estudiante.

La inducción de estas tecnologías modifica las tareas pero no cambia los roles preexistentes entre los miembros de una comunidad, familia, escuela, aula, etc., por lo que dicha incorporación tecnológica no asegura que los aprendizajes o el cambio de conducta de un individuo sea realmente fortalecido por el uso de la misma dentro de las aulas, por lo que los docentes deben de orientar los procesos didácticos al utilizar diversos recursos.

Pero entonces ¿Qué pasa con aquellos docentes

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