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Reporte de Investigación

La escuela Activa. 1922 Adolfo Ferriere

Apoyado en teorías planteadas por otros autores de la fecha, Ferriere propone un análisis muy personal del manejo de la educación en donde da un valor muy alto en la emotividad del alumno, por encima de otros planteamientos sostenidos como secundarios por otros de sus contemporáneos.

En su tratado, la escuela activa, escrito en 1922, se nos plantean propuestas interesantes y de apariencia contradictoria ya que Ferriere, propone como crucial “una infancia feliz y espontánea” pero a su vez es partidario de la organización científica del trabajo, temas que en apariencia parecieran difíciles de exponer de manera conjunta. La escuela del rendimiento es otro título que bien se le puede proponer a este tratado de Ferriere.

Aquí nos comparte de manera general tres principios enfocados a la educación:

Racionalización (ahorro de costos): el máximo de efectos útiles con el mínimo de esfuerzos inútiles

La organización científica del trabajo: en la que plantea que solo un experto puede y mediante la observación metódica de las actividades del trabajador, prescribir el procedimiento para hacerlas más rentables, aunque Ferriere refiere que este experto no deberá ser un burócrata si no una persona que utilice la ciencia para remarcar su sentido común.

No todos pueden aspirar a cualquier plaza. En donde plantea una propuesta polémica aun a la fecha en donde señala que existen ciertas jerarquías naturales entre los individuos, pero en la que además propone que el alumno debe de cultivar ciertas aptitudes que más adelante pueda situarlo en sitios donde pueda ser más útiles.

Es común en Ferriere los planteamientos crudos pero sinceros, como el que se señala de manera general en el tercer principio, donde señala como parte de su teoría de organización social que hay quien ha nacido para mandar y otros que han nacido para obedecer. Lo planteamientos de Ferriere sobre planificación económica tienen siempre una relación con sus planteamientos acerca de la educación. Sin embargo Ferriere no expone con honestidad un tema complejo sino que además también propone teorías para combatirlas o corregirlas, por ejemplo para enfrentar la ley del más fuerte que es común en las sociedades actuales y en las economías capitalistas, Ferriere señala hacia una sociología científica, que deberá estar en mano de personas cualificadas y preparadas permitirá la coincidencia de la voluntad del estado y de la voluntad popular, en ello combina ciencia y sentido común, y esto mismo lo vuelve a remarcar en el campo educativo.

El progresismo es un rasgo distintivo en el pensamiento de Ferriere, no hay planteamientos conservadores, es mínimo el valor que se le otorga a la historia o al pasado ya que su inclinación intelectual le conlleva a enfocarse más hacia el futuro y la actualidad, ciencia y sentido común tal como lo anotamos previamente.

Y es esto lo que comúnmente haga discutible y polémico los planteamientos sugeridos por Ferriere.

En La escuela activa Ferriere escribió “hay que ir a observar el mundo de la naturaleza y la sociedad de los hombres para recoger materiales ilustrativos, es preciso que los alumnos visiten fábricas, industrias, talleres, tiendas diversas, servicios de agua, electricidad, teléfono, ferrocarril, guarderías, hospitales, cocinas populares, aspectos geográficos de la región, monumentos históricos, museos de todo tipo y sobre todo la naturaleza con toda su riqueza vegetal y animal, este es el gran libro del niño donde seleccionaremos para sugerirle su estudio, las páginas que el pequeño sea capaz de comprender. Ferriere plantea aquí que la escuela debe a la actividad constructora espontanea del niño, ya que conducirse así mismo es el idea que se debe tener como línea educativa.

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