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Valores Univ


Enviado por   •  26 de Junio de 2013  •  9.471 Palabras (38 Páginas)  •  250 Visitas

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Valores Universitarios en la actualidad y su perspectiva hacia el futuro

Dr. Manuel Ocampo Ponce*

Publicado: July 23, 2006

Uno de los temas más actuales y que son promovidos por toda clase de instituciones públicas y privadas, asociaciones, organizaciones no gubernamentales, partidos políticos, etc., es el tema de la cultura y de los valores. Esto obedece al hecho de que el hombre contemporáneo es consciente del deterioro que la cultura está teniendo. En efecto, el espíritu humano ha sufrido un tremendo deterioro de los valores que pueden sustentar la cultura.

Se ha hablado del proceso de tecnificación y desarrollo de la ciencia y de la técnica al margen de los principios de la cultura llamado cientificismo o tecnocracia que significa que la ciencia y la técnica han sido mal utilizadas por el mismo hombre, que al no tener una correcta escala de valores, ha quedado alienado y al servicio de estas. Esto se debe a que mientras las ciencias y las técnicas siguen su rumbo a un ritmo cada vez más acelerado, la cultura superior, estrictamente humana, la que perfecciona al hombre en cuanto hombre en sus dimensiones espirituales; la cultura de la inteligencia, de la voluntad y la libertad, de la ética, de la religión, de la política, de la administración y el derecho, de la verdadera comunicación, han estado decayendo hasta conducir al hombre a un alto grado de degradación personal y moral, de abusos contra la dignidad de la persona humana provocándose un caos político en el que el bien común y la verdad no son considerados. Hoy en día se sostiene en universidades y centros educativos que la verdad es un constructo social, y que el bien es lo que la sociedad determine como bueno. La ambición y el deseo de poder ha cegado al hombre acerca de lo que él mismo es, ha perdido el dominio de sí mismo y ha perdido el verdadero sentido de su vida hasta el punto en que, bajo un aparente progreso y equilibrio, lo que se esconde es una decadencia y un caos político que cada vez es más difícil de ocultar. Precisamente por esto, por carecer de cultura espiritual, la cultura de lo material ha perdido el sentido humano haciendo que, aún en los países con más desarrollo económico y material no se hayan logrado mejorar los niveles de bienestar de la sociedad. Es por esta razón que en este breve estudio, he querido hacer una reflexión sobre los valores universitarios en la actualidad y su perspectiva hacia el futuro.

Como punto de inicio es preciso dejar claro que para que sea una auténtica Universidad es necesario que se respete su esencia o naturaleza en la que la filosofía tiene un papel fundamental para educar en los valores y lograr un humanismo integral. Considero que hoy en día, las Universidades, lejos de restablecer el orden jerárquico de los distintos sectores de la cultura de acuerdo a una escala objetiva de valores, han sido las principales promotoras del desorden actual.

Con esto no quiero negar el hecho de que en muchos de los casos sus autoridades han tenido la mejor de las intenciones, sino que pienso que hoy más que nunca, es necesario profundizar en la esencia de la Universidad para darnos cuenta de que es en la Universidad en la que se debe definir la noción esencial de cultura y humanismo y hacer, a partir de los más altos valores, principios e ideales, un plan para su recta realización.

Únicamente la verdad trascendente a la inteligencia humana puede iluminar el camino para que el hombre se perfeccione integralmente dando lugar con esto a la verdadera cultura o humanismo. Y es precisamente la Universidad el lugar en el que debe pensarse y trasmitirse esa verdad. Es en la Universidad en donde hay que enseñar a aprender y hay que enseñar a pensar. Desafortunadamente en este contexto liberal, la Universidad reducida a empresa, ya no sirve a los ideales de verdad y de cultivo o cultura sino que al someterse a las “leyes” del libre mercado que determina la escala de valores económicos o materiales como el fin de toda actividad, la “Universidad contemporánea” se limita, en el mejor de los casos, a producir profesionales medianamente útiles a la sociedad y en muchas ocasiones se ha convertido en fábrica de mercaderes que utilizan la educación exclusivamente como medio de lucro, realizando con sus títulos y grados académicos toda clase de acciones y empresas en las que, todos o casi todos los medios son considerados como lícitos con tal que se generen utilidades.

Los nuevos sistemas de certificación y calidad exaltan lo cuantitativo haciendo parecer que el nivel de una Universidad o empresa es proporcional al tipo de instalaciones, edificios, aulas, extinguidores, sistemas administrativos, computadoras, quedando relegado lo esencialmente universitario. La Universidad, desde la de Boloña fundada en 1158 y después la de París a la que el Papa Inocencio III dio el nombre, por primera vez, de Universidad, inició siendo la corporación de estudiantes y profesores que por la investigación y la docencia o comunicación de lo investigado se ordena a la contemplación de la verdad, es decir, esencialmente al trabajo académico que es primordialmente el conocimiento teórico.

Hemos perdido de vista el hecho de que el ser es anterior al pensar, el hacer y el obrar. La fuente de todo cultivo y de toda cultura ha de ser siempre la teoría, es decir, la contemplación del ser para actuar en conformidad con él. De modo que lo académico, que es lo más opuesto a lo útil o pragmático, constituye el elemento esencial de la Universidad y dado que el ser es lo primero, y por lo mismo la teoría es lo más académico, lo más teórico en el orden natural es la filosofía que tiene por objeto el ser y, más aún, la metafísica como ciencia del ser en cuanto ser. De aquí que se concluya el carácter imprescindible de la filosofía realista como ordenadora de todos los demás saberes que encuentran su unidad en el ser. Por lo tanto, la Universidad, desde su sentido etimológico y nominal, exige unidad en la diversidad, es decir, que todos los saberes se ordenen hacia la unidad del saber que es lo académico y esencial a la Universidad. En efecto, lo académico es lo teórico y esto teórico es lo más opuesto a lo útil o pragmático y si consideramos que la filosofía, cuyo objeto es el ser, es la ciencia que tiene el objeto más universal y que por lo mismo es capaz de integrar la diversidad de saberes en una unidad, concluiremos que, sin teoría (lo académico), sin investigación o búsqueda de la verdad y sin comunicación de la verdad o docencia, no hay Universidad. Es mediante la investigación filosófica, humanística y científica que se logra el movimiento de todos los saberes particulares hacia la totalidad del saber. Pero anterior a todo esto es la verdad, sin verdad no hay proceso ni movimiento, porque la verdad trasciende a lo universitario,

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