Vientre Rentado

Introducción

El vientre de alquiler, es un tema muy interesante y poco difícil para hablar ya que involucra muchas interrogantes éticas en cuanto a si la maternidad tiene precio, si la dignidad humana se ve dañada y si el hijo en cuestión podría manifestar problemas psicológicos en el futuro realmente ¿es ético hacer esto?, En este ensayo queremos dar a conocer todo lo referente al alquiler de vientre (pros y contras) y ver si realmente es ético hacer este proceso.

El alquiler de vientre consiste en que una mujer acepta por contrato llevar el embarazo por otra mujer. El bebé es concebido con el óvulo de la contratada y el espermatozoide del padre contractual. También es posible transferir el embrión concebido con los gametos de los padres originales al útero de la madre de alquiler.

¿Cómo se logra?

Una opción es que la pareja que alquila el vientre aporte el óvulo y el espermatozoide. Formado el embrión, la madre suplente lo recibe para llevar la gestación hasta el nacimiento.

Otra posibilidad es que la madre sustituta aporte el óvulo, que puede ser inseminado con el semen del varón de la pareja contratante o de un tercero anónimo o conocido.

Y una tercera alternativa: óvulo y esperma son aportados por personas ajenas a la pareja que contrata y a la madre sustituta.

Siempre se usa la fecundación in vitro: el embrión es implantado en la mujer portadora.

Una vez nacido, la mamá sustituta cede al bebé y renuncia a sus derechos de madre. Entonces la mujer de la pareja contratante adopta a la criatura.

La situaciones pueden llegar a ser de gran complejidad al punto de existir tres madres: si el óvulo lo aportó la mujer que contrata, es mamá genética; otra mamá es la que llevó el embarazo; pero habrá una tercera si fue una desconocida la que dio el óvulo.

Desarrollo

Buscar madres sustitutas trae un alto riesgo, ya que la madre podría formar lazos con el niño que está alojando y negarse a entregarlo a último momento, habiendo recibido la suma acordada al inicio del trato. Esto también ocurre en muchos países donde no hay leyes que regulen esta práctica.

Otras mujeres han caído en depresión luego de cumplir el trato entregando al niño, por el aborto psicológico que esto supone.

También, esto es un negocio y como cualquier negocio, se presta para estafas y complicaciones legales.

En vez de gastar miles de dólares en esta práctica “inmoral” para muchas personas, ya que comercializa y negocia fríamente con algo tan delicado el nacimiento de un hijo, se podría acudir a centros de adopción donde hay muchos pequeños huérfanos que necesitan tener el cobijo de una familia y donde además no se podría decir que se venden a los niños.

Se calcula que de un 10 a un

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