ACABAD YA CON ESTA CRISIS

“ACABAD YA CON ESTA CRISIS”

Paul Krugman

En esta obra, el premio Nobel de Economía Paul Krugman dice que “la economía seguirá débil a menos que los políticos cambien el curso de las cosas”. Que no hay dudas de que el Estado tiene que gastar más. Pero registra que a veces el tema aparece como una disyuntiva entre creer y no creer. Algunos creen que el Estado es capaz de crear empleo y otros sencillamente no lo creen.

La perspectiva desde la que Krugman analiza la crisis económica es básicamente keynesiana. Existe una crisis de demanda. Las empresas no invierten y el público no consume. En esta situación, el único que puede cubrir el “gap” de gasto y reactivar la economía es el Estado. Compara el déficit público de los EEUU con su PIB y, si bien es cierto que en términos absolutos es un déficit enorme, no lo es tanto en términos relativos, pues la economía norteamericana también es gigantesca. Asimismo, subraya que dicha economía se encuentra inmersa en lo que denomina “la trampa de la liquidez”: una situación en la que, aunque la Reserva Federal haya bajado los tipos de interés al 0º, la demanda no se reactiva. Por ello, no hay que tener miedo a realizar una política fiscal expansiva, pues el sector privado no es competitivo del sector público en la captación de fondos.

En suma, el Estado debe gastar, y no recortar. De lo contrario, la economía tardará años y años en recuperarse. Y concluye que no hay que tener ningún miedo a que se produzcan brotes inflacionistas. La salida de la crisis se conseguirá antes si se admite coexistir unos cuantos años con una inflación moderada.

El libro está básicamente centrado en la situación económica que se vive en EEUU, como dice el autor, el país en el que vive y el que mejor conoce. Dedica únicamente un capítulo a la Europa del euro, y ataca las creencias básicas de la actual crisis económica en Europa: no es Grecia quien ha provocado la crisis, sino el propio euro en sí. Grecia apenas supone el 3 % del PIB de la Eurozona, por lo que nunca la puede poner en riesgo. El problema de fondo es la moneda común, un paraguas bajo el que se han cobijado realidades muy diferentes. No sólo económicas, sino culturales e idiomáticas. Por mucho que lo pretenda, Europa no es un país como EEUU, sino una suma de países demasiado diferentes entre sí. Y el euro no ha podido darle unidad a esta realidad.

Dentro de ese capítulo, dedica un buen apartado a la situación en España, y por desgracia, ahí sí coincide en la necesidad de realizar una “devaluación interna”, es decir, una reducción de costes y de salarios, para poder recuperar competitividad. Esto se debe a la carencia de una moneda propia, pues de existir, lo más sencillo sería devaluarla. Y por otro lado, tampoco aconseja que un país se salga del euro, por la estampida bancaria que esto supondría, y la crisis de confianza en el proyecto europeo que una decisión de este calibre podría desencadenar. Subraya que lo más urgente para Europa es poner coto a los ataques de pánico que se están produciendo en los mercados, y para ello, el Banco Central Europeo debería comprar bonos gubernamentales de los países de la zona euro, para mostrar su apoyo a la divisa común.

Libro muy interesante y que debe dar que pensar al lector, sobre si estamos en el camino correcto para la solución de la crisis económica. Como también son interesantes los conceptos que introduce, tales como la trampa de la liquidez, la paradoja del ahorro o el momento de Minsky. Aunque conviene repetir que el análisis está básicamente centrado en la situación de la economía estadounidense.

El esquema conceptual del libro es muy sencillo de resumir porque, básicamente, sigue el razonamiento de la escuela keynesiana desarrollada después de la II Guerra Mundial, y que es anterior a los estudios y críticas realizados por el monetarismo a partir de los años 60. (Definamos:

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