ACCIÓN EDUCATIVA DE LA FAMILIA PARA UNA SEXUALIDAD RESPONSABLE EN LOS JOVENES DEL 6TO GRADO

Justificación e Importancia

En los últimos años se ha observado a escala mundial, que la mayoría de los jóvenes empiezan a tener relaciones sexuales antes de cumplir los 20 años, y la mitad al menos, en torno a los 12 años y 13 años. Se ha constatado que la educación sobre esas cuestiones modifica los comportamientos sexuales y parecen más eficaz y se imparten antes de la primera relación sexual, es decir en la adolescencia o pre-adolescencia.

Cabe destacar a González (1995).que expresa, se debe abordar temas de reflexiones, investigaciones y propuestas para enfrentar el desafío de informar y formar "Responsablemente Reproducción y Sexualidad Humana a los niños y Jóvenes haciendo un compromiso conjunto entre las familias”.

Se considera, que la educación de la sexualidad es de suma importancia ya que es en esta etapa donde niños y niñas tienen menos barreras socioculturales para expresar sus inquietudes y es allí en el hogar donde debe sentarse las bases para una educación sexual centrada en la naturalidad, en cotidianidad sin prejuicio y temores que puedan perturbar el crecimiento y desarrollo armónico de nuestros educandos.

En consecuencia se deben desarrollar temas que hablen sobre orientación sexual los cuales estarán destinado a fortalecer la acción pedagógica del docente de educación básica para así poder informar sobre sexualidad humana, el aparato reproductor masculino y femenino, la orientación sexual, las relaciones y el uso de anti conceptivo y preservativo sexo seguro y otros aspectos de la sexualidad; puntualizando que las mayores fuente de educación sexual suelen ser de los padres y los programas escorares o las campaña de salud públicas. Las adolescentes que no reciben información adecuada de estas fuente frecuentemente llenan ese vacío con consejos inadecuado oyen de los amigos y de la televisión y los adolescentes se inclinan por querer satisfacer o experimentar de un lado a otro lo que su cuerpo naturalmente les pide o exige.

De tal manera, que todo esto explica, en parte, el auge y el interés que ha despertado en los últimos años el estudio y la investigación acerca de la sexualidad y su orientación. Por tal motivo el problema central que abordara este estudio es La Acción Educativa de la Familia para una Sexualidad Responsable en los jóvenes del 6to grado sección “B” Escuela Integral Bolivariana “Catalina de Bolívar” de Chivacoa Municipio Bruzual del Estado Yaracuy.

En consecuencia el educador debe utilizar la orientación dentro del aula como estrategias para que los jóvenes sus padres y representantes puedan adquirir conocimientos adecuados y necesarios que le servirán de información acerca de todo lo que representa la sexualidad que es un principio básico de la personalidad siendo a la educación sexual es fundamental para el desarrollo de una niña o de un niño. Es preciso que los educadores estén preparados para responder de forma clara, sencilla y cercana a las dudas de niños, niñas y jóvenes dentro de un marco de confianza, respeto y amor, pero de gran significado es que los padres también los estén.

En los últimos diez años, se ha polemizado más de lo habitual sobre el tema de educación sexual, de allí que muchos autores parecen estar de acuerdo en la necesidad de impartir el mencionado tema a los educandos. Según Farré (1996), educación sexual es:

Impartir una información progresiva y adecuada de lo que es la sexualidad humana para su formación, tanto en lo biológico como en lo afectivo-social. Debe perseguir la realización de una sexualidad plena y madura que permita al individuo una comunicación equilibrada con el otro sexo, dentro de un contexto de afectividad y responsabilidad (p.139).

Pero a pesar de esto, existen grandes discrepancias en cuanto a qué debe enseñárseles, cómo, dónde y quién ha de asumir la responsabilidad de esa tarea. Hasta fechas recientes este problema pareció dividir a la colectividad social en dos grupos, el de los que propugnaban la educación sexual en la escuela, como medio de soslayar la ignorancia del niño, y el de los que insistían en que enseñar estos temas en el colegio era innecesario e imprudente. Hoy sin embargo, aunque la oposición de la educación sexual en la escuela, ha decrecido en intensidad. Según Kirby (1994), “el 70% de los padres en el país, estima que debe darse una educación sexual en el colegio, y cuando efectivamente se imparten esas clases, menos del 5% de los padres prohíben a sus hijos que asistan a ella” (p.75). A pesar de las señales de progreso, todavía existe una serie de trabas y preguntas entre los docentes, donde uno de los problemas más graves es que son poco los educadores que imparten a sus educandos una información sexual, cabe destacar que se presentan entre las docentes preguntas ¿Cómo ofrece la educación sexual? y ¿Cómo debe ser implantada? Muchos docentes se limitan a explicar lo más elemental de la anatomía reproductora de las aves, e insectos, dejando lo verdaderamente sustancial para cuando el niño alcanza la adolescencia.

De igual manera, en la mayoría de las escuelas básicas no existe, personal especializado en la formación y orientación de la sexualidad de los niños en su temprana edad. Tomando en cuenta que los niños se enfrentan a la temática del sexo, a través de la televisión, cine, libros, revistas entre otras; los padres se arriesgan a que sus hijos interpreten lo que ven sus ojos al pie de la letra y sufran una deformación respecto al contenido auténtico del sexo, lo que puede tener consecuencias lamentables. Dicho de otra manera, es esa una modalidad de educación sexual por defecto.

Se infiere, que sí se esperan a que el niño(a), llegue a la adolescencia para procurarle la información pertinente sobre sexualidad, se corre el riesgo de darles la información tardíamente, pero si se educa a los niños (as), siempre en función de la edad, se le proporciona en última instancia la posibilidad de realizar una elección seria y responsable en su vida y se previene con antelación el surgimiento de trastornos sexuales en etapas posteriores, como por ejemplo; embarazo en adolescentes y propensión a contagios de enfermedades de transmisión sexual entre otros.

Con respecto a la familia, en cuanto a la educación de la es uno de los principales promotores, pero en su mayoría considera que esta tarea corresponde al sector salud o la escuela, tal como comenta Aguilar (2002) entre otros. Algunos padres piensan que es hasta la adultez que se debe empezar a hablar de estos temas con los hijos, y que para ello las mamás lo harán con las hijas y los papás con los hijos dejando que la escuela sea quien promueva estas temáticas durante la niñez y adolescencia.

Por tanto, el maestro se vuelve un elemento complementario básico de esta

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