APORTES DE LA NEUROCIENCIA EN EL APRENDIAJE DENTRO DEL CONTEXTO EDUCATIVO

APORTES DE LA NEUROCIENCIA EN EL APRENDIAJE DENTRO DEL CONTEXTO EDUCATIVO

Actualmente uno de los objetivos del ser humano es comprender de qué manera y cómo aprendemos, tomando en cuenta que cada individuo es diferente en cuanto a su personalidad, habilidades, experiencias y capacidades, por lo cual nos hace seres únicos. Sin embargo, existen varias ciencias que nos ayudan a entender los procesos neurológicos que intervienen en el aprendizaje como lo es la neurociencia, ya que es considerada como un conjunto de disciplinas encargadas de estudiar el sistema nervioso y el comportamiento del cerebro, es decir, lo que aprende, lo que retiene, recuerda y olvida dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje, por lo cual, la neurociencia ha realizado varias aportaciones dentro del campo educativo convirtiéndose en una herramienta esencial para conocer cómo el aprendizaje trabaja a través del estudio de la mente humana, dándonos así un amplio conocimiento sobre las reacciones que ocurre en el cerebro ante la adquisición de nueva información. Es necesario entender que la neurociencia en la educación será de gran ayuda para el profesional a comprender como los estímulos y las emociones durante el proceso de enseñanza-aprendizaje se convierten en conocimientos, debido a que varios profesionales se preguntan ¿cómo nuestro cerebro funciona para adquirir varios conocimientos en la enseñanza del día a día?, y es ahí donde la neurociencia actúa brindándonos la información y aportes necesarios sobre el aprendizaje y la educación.

La neurociencia es considerada como una disciplina que estudia las estructuras y funciones del cerebro las cuales dan origen al aprendizaje y a la conducta. Según Díaz (2020) nos menciona que los enfoques de la neurociencia con relación al funcionamiento de los hemisferios del cerebro se dieron a partir de los años 50, donde se descubrió por psicólogos, neurólogos y biólogos que el hemisferios izquierdo tiene la capacidad de hablar, razonar, leer y escribir, mientras que el hemisferios derecho es la parte creativa de elaborar mapas, figuras geométricas, entre otros. Por ello, la neurociencia, durante los últimos años ha traído increíbles avances acerca del cerebro y su funcionamiento aportando amplia información dentro del campo pedagógico como los conocimientos de las bases neuronales del aprendizaje, de las emociones, de la memoria y otras que pertenecen al funcionamiento cerebral que forman parte delo día a día del ser humano y que son fortalecidas dentro de un aula de clase. Por ello todo profesional educativo debe conocer a profundidad cómo aprende el cerebro, cómo es procesada la información, cómo el cerebro controla los sentimientos, las emociones, sus conductas y cuánta fragilidad posee a diferentes estímulos, todo este conocimiento es considerado como un requisito en la formación pedagógica, debido que en el cerebro se encuentra esa respuesta de transformación tanto en la mente del alumno como del maestro. La neurociencia y la educación deben tener una relación muy estrecha, debido a que esta disciplina tiene varios objetivos dentro del contexto educativo como es ayudar al maestro a comprender el proceso educativo, ayuda a resolver varios trastornos de aprendizaje, ayuda a perfeccionar los procesos de aprendizaje incrementando los niveles de inteligencia mediante el establecimiento de métodos y estrategias, ayuda a crear y establecer sistemas de interacción entre la tecnología y el cerebro humano para una mejor comprensión. Según Gallego (2016) nos menciona que la neurociencia tiene el objetivo de optimizar el trabajo educativo y día a día sigue realizando varios avances y descubrimientos científicos, por ejemplo, en el 2000 en New York se realizó un congreso internacional sobre las claves del aprendizaje y la plasticidad, de la misma forma en el 2001 en Granada se introduce a las escuelas los descubrimientos y estudios de la neurociencia, en el 2002 se presentó un documento titulado “Understanding the brain” donde se mencionaba que la neurociencia sería de gran ayuda  para que la educación tenga un estatus científico. De igual forma, se ha encontrado distintos informes mundiales donde ha existido un alto porcentaje de niños y adolescentes que tiene pocas habilidades y capacidades en relación de la escritura, la lectura y el cálculo, y es ahí, donde actúa la neurociencia estudiando las estructuras y funciones del cerebro que interactúan en el proceso de aprendizaje e incluso utilizando neuroimágenes que ayudan a visualizar las funciones cerebrales tanto complejas como superiores, la atención, el lenguaje, la memoria, entre otras que son valoradas en los centros educativos. Por ello, decimos que la neurociencia es una clave para el docente ya que conoce la relación que existe los pensamientos y emociones de sus alumnos y alumnas y ejecutar una buena enseñanza, donde la neurociencia le va a permitir diseñar varias metodologías de enseñanza, mejorar las políticas educativas y existan currículos más concretos, para que así el aprendizaje sea más creativo, útil y adecuado para cada alumno. La neurociencia ha realizado varios hallazgos dentro del campo educativo que se debería tomar en cuenta por parte de un profesional educativo como son los siguientes, el cerebro tiene esa capacidad de adaptarse que tiene el sistema nervioso central más conocido como la plasticidad, la que es responsable de que el cerebro se remodele dependiendo de las experiencias vividas, también nos menciona que un alto nivel de estrés tiene efectos negativos en el aprendizaje, las experiencias multisensoriales ayudan a que las personas aprendan mejor, el estado de ánimo y las emociones tienen un impacto negativo y positivo en las funciones del cerebro afectando directamente al aprendizaje. Los avances de la neurociencia nos permiten saber que la emoción tiene un papel fundamental al momento de adquirir nueva información, debido a que actualmente se ha comprobado científicamente que no se adquiere nuevos conocimientos al memorizar o repetir una y otra vez, sino al momento de experimentar y al emocionarse al realizar las actividades, por ello se dice que la emoción es el motor de un mejor aprendizaje. El docente día a día debe encontrar los métodos de emocionar a sus alumnos y despertar la curiosidad y la atención, pues sin estos elementos no va a existir un correcto aprendizaje. Decimos que la emoción junto a la motivación trabaja como un sistema de atención donde se decide qué información se almacena en los distintos circuitos neuronales, por lo tanto, se van a aprender.  Los pensamientos y las emociones se moldean conjuntamente, ya que las emociones son las que dan un significado y por lo tanto nosotros aprendemos de forma organizada gracias a las emociones, a una buena autoestima, es decir, un buen clima emocional que ayudará a una buena educación. Por lo tanto, dentro la neurociencia se dice que las emociones activan el hipocampo y ayuda en la toma de decisiones específicamente en la zona prefrontal del cerebro, y, por ende, si las emociones son negativas va a afectar en las predisposición de aprender nueva información en el estudiante. Es tan fuerte la conexión que existe entre la neurociencia y la educación debido a que existe la necesidad que la educación tengan fundamentos en una evidencia y además en la actualidad existe una gran demanda en la resolución de todos los problemas a nivel educativo a partir de un enfoque sistemático, donde se obtenga conocimientos de varias ciencias y disciplinas siendo una de ellas la neurociencia que ayuda a convertir distintas estrategias educacionales que permitan optimizar el aprendizaje dentro de un aula de clase e de igual forma ayuda al profesional educativo a detectar cuando el alumno se afronta a la adquisición de nueva información y es almacenada en su cerebro y de esta manera establecer varias estrategias metodológicas que ayuden al desarrollo del pensamiento del estudiante de manera más crítica y creativa garantizando el éxito del aprendizaje mediante la activación de sus hemisferios cerebrales.

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