APORTES DEL TRABAJO SOCIAL AL CONFLICTO

APORTES DEL TRABAJO SOCIAL AL CONFLICTO

Este trabajo tiene por objeto especificar las contribuciones metodológicas del trabajo social a la gestión del conflicto como parte esencial de la conducta e interacción de los individuos dentro de la realidad social. Al margen de lo establecido anteriormente es necesario traer a colación el concepto de conflicto emitido por autores como Guio Bonilla y Natalio Kisnerman con el fin de caracterizar teóricamente debilidades y fortalezas en las cuales nos basamos para sustentar la intervención como catalizadores del conflicto.

De esta manera Guido Bonilla considera el conflicto como una situación social, familiar, de pareja o personal que sitúa a las personas en contradicción y pugna por distintos intereses y motivos —teniendo en cuenta que por contradicción se entiende la oposición de dos o más personas o grupos étnicos, sociales y culturales, o la manifestación de incompatibilidades frente a algún asunto que les compete, y por pugna la acción de oponerse a la otra persona, la lucha que se presenta por la intención de su decisión.

Desde este ángulo el conflicto es una acción inevitable y necesaria para la expresión y comprensión de diferencias frente a pares o interlocutores dentro del sistema social, sirviendo como regulador de los fines individuales que desean imponerse como verdad absoluta en una colectividad por parte de un sujeto. Esta noción tiende a configurar la participación activa del trabajo social en cuanto a la intervención profesional neutral y objetiva de la sujeción de las reglas comunes que brindan la equidad de los derechos y deberes de los individuos.

Cabe señalar que es necesario analizar y comprender el conflicto como parte de una trasformación positiva encaminada principalmente en la resolución, gestión y prevención de crisis, teniendo en cuenta las posiciones, intereses y necesidades del individuo, grupo y/o comunidad a intervenir, identificando las causas y actores que permanecen inmersos en la situación que altera de manera temporal su centro de confort en cuanto a la interacción cotidiana.

Dentro de este contexto el aporte principal del trabajo social al conflicto consiste en la generación de procesos de intervención en el cual las partes involucradas se favorezcan simultáneamente de manera participativa y justa, permitiéndoles asumir responsabilidades en términos del diseño de soluciones, reflexiones y toma de decisiones, encaminadas a la comprensión de las consecuencias de las acciones dentro de su contexto y sistema social, con esta apreciación se pretende establecer una relación de interdependencia por parte de la sociedad en cuanto a la resolución de conflictos con el trabajo social ya que el conflicto es el resultado de interrelación constante entre los miembros de un sistema social; de no existir esta interdependencia, no existiría el conflicto, es decir, se mantendría el

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