Amparo Contra Resoluciones Judiciales
Enviado por • 11 de Noviembre de 2013 • 7.802 Palabras (32 Páginas) • 820 Visitas
MARCO TEORICO
I. INTRODUCCIÓN
II. NOCIONES GENERALES DEL AMPARO
2.1. Orígenes del Amparo
2.2. El Amparo en los tratados Internacionales de la protección de los Derechos Humanos.
2.3. Evolución del Amparo en el Perú
2.4. El Amparo como derecho a tutela judicial y a derecho constitucional
2.5. Naturaleza Jurídica del Amparo
2.6. Características procesales del Amparo:
2.7. Concepto de Amparo.-
2.8. Derechos protegidos por el Amparo.
III. JUSTIFICACIÓN DEL AMPARO CONTRA RESOLUCIONES JUDICIALES
IV. ASPECTOS PROCESALES DEL AMPARO CONTRA RESOLUCIONES JUDICIALES
4.1. Presupuesto procesales del amparo.
4.1.1. Órgano competente
4.1.2. Firmeza de la resolución
4.1.3. Plazo
4.1.4. Procedencia
4.1.5. Notificación a las partes
V. TESIS RESPECTO AL AMPARO CONTRA LAS RESOLUCIONES JUDICIALES
VI. PROCESO REGULAR: TUTELA JUDICIAL EFECTIVA Y DEBIDO PROCESO
6.1. La tutela judicial efectiva
6.2. El debido proceso
VII. EXIGENCIAS PARA QUE PROCEDA EL AMPARO CONTRA RESOLUCIONES JUDICIALES
7.1 Exigencia formal
7.2 Exigencia material
VIII. EL AMPARO CONTRA LAS RESOLUCIONES JUDICIALES EN NUESTRA LEGISLACIÓN
8.1. Antes de la entrada en vigencia del código procesal constitucional.
8.2. El amparo control resoluciones judiciales durante la vigencia del código procesal constitucional.
8.3. Nuevo criterio del tribunal constitucional.
IX. CONCLUSIONES
X. BIBLIOGRAFÍA
AMPARO CONTRA RESOLUCIONES JUDICIALES
I. INTRODUCCIÓN
Se deduce que la protección es el rasgo fundamental de la Acción de Amparo y que hay que calificarlo como un gran proceso protector de Derechos Constitucionales.
La función o finalidad de la acción de Amparo es la protección de los derechos constitucionales, quiere decir que, para que su manto protector se extienda sobre ellos, es menester se cumpla la condición fundamental de su existencia previa al acto u omisión cuyos efectos queremos anular. En otras palabras, se requiere que el justiciable haya estado, previamente, gozando y ejerciendo en forma efectiva dichos derechos, o hayan estado en la actitud de hacerlo con dicho carácter.
No es suficiente que al interior de un proceso de Amparo, ante la exposición del justiciable de ser el titular de un derecho o encontrarse en una situación que le permita ejercer un determinado derecho constitucional, el juzgador deba limitarse en forma única y exclusiva a verificar si el demandado ha obrado por acción u omisión para impedir el ejercicio del supuesto derecho; si no que es necesario e imprescindible -lo invoque o no el demandado- analice la real y legal existencia de la aptitud o derecho que el demandante invoca se proteja.
El tema a desarrollar en el presente trabajo es el amparo contra las resoluciones judiciales, el cual desde sus inicios no se encontraba regulado en la constitución de 1979, fue mediante la ley 23506, la cual señalaba que el amparo no procedía ante un procedimiento regular, la jurisprudencia fue quien delimito lo que se entendía como regular, atendiendo al debido proceso y posteriormente con la constitución de 1993 se entendió por procedimiento regular: la tutela judicial efectiva que incluye el debido proceso ante el surgimiento de esta figura del amparo contra resoluciones judiciales surgen diversas controversias, desde su aparición, este incremento notoriamente la carga procesal del sistema judicial.
Es a raíz del pronunciamiento del TC, que el amparo amplio su protección hacia los derechos fundamentales además de los procesales lo cual analizaremos detenidamente en el trabajo a desarrollar.
II. NOCIONES GENERALES DEL AMPARO
2.1. Orígenes del Amparo
El Amparo nace en México. Fueron sus creadores Manuel Crescencio Rejón y Mariano Otero. El primero lo incorporó en la constitución del Estado de Yucatán de 1841 y el segundo en el Acta de Reformas expedida en 1847, luego los constituyentes de 1856 lo consagraron definitivamente en la Constitución Federal de México del 5 de Febrero de 1857.
2.2. El Amparo en los tratados Internacionales de la protección de los Derechos Humanos:
El proceso de amparo está consagrado en los tratados como un derecho humano. Recibe este reconocimiento en los siguientes instrumentos internacionales:
- La declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre – Art XVIII: “toda persona puede ocurrir ante los tribunales para hacer valer sus derechos. Asimismo, debe disponer de un procedimiento sencillo y breve por el cual la justicia lo ampare contra actos de autoridad que violen en perjuicio suyo a alguno de los derechos fundamentales consagrados constitucionalmente”
- La Declaración Universal de los Derechos Humanos – Art. 8° “Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales nacionales competentes, que los ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución y la Ley”
- El Pacto Internacional de Derecho Civiles y Políticos – Art.2° fracción 3era “Toda persona cuyos derechos o libertades reconocidos en el presente Pacto hayan sido violados podrá interponer un recurso efectivo aun cuando tal violación hubiera sido cometida por personas que actuaban en ejercicio de sus funciones oficiales (…)”
- La Convención Americana sobre Derechos Humanos – Art. 25 “Toda persona tiene derecho a un recuso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución (…)”
2.3. Evolución del Amparo en el Perú:
Si nos remontamos en el tiempo podríamos decir que el Amparo tiene sus antecedentes lejanos en la colonia. Se trata de los llamados “reales amparos”, provenientes de los interdictos posesorios de Castilla y Aragón. Están comprendidos entre las Leyes de Indias como instrumentos procesales de naturaleza interdictal vinculados a la protección de la posesión y la propiedad privada.
En el plano legislativo, el Amparo en el Perú está atado al Hábeas Corpus el reencuentro cronológico es más o menos como sigue:
- En 1916 el Congreso aprobó la ley N° 2223 en el cual el art 7° se amplio el ámbito protector del Hábeas Corpus hacia los derechos comprendidos en el Título IV de la Constitución de 1860, vigente en ese entonces. Literalmente el Art 7° de esta ley establecía: “Todas las garantías contenidas en el Art 4° de la Constitución del estado, darán lugar a recursos destinados a amparar
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