Angiepascuas
Enviado por angiepascuas24 • 24 de Abril de 2013 • 2.041 Palabras (9 Páginas) • 261 Visitas
Doctrina Social de la Iglesia
La Doctrina Social de la Iglesia (también, Doctrina Social Cristiana) es un conjunto de normas y principios referentes a la realidad social, política y económica de la humanidad basado en el Evangelio y en el Magisterio de la Iglesia Católica.
Tal como afirma el Cardenal Martino en la presentación del Compendio de Doctrina Social de la Iglesia, "La doctrina social cristiana es parte integrante de la concepción cristiana de la vida", con la que el beato Papa Juan XXIII, en la encíclica Mater et magistral (n. 206), abría el camino, hace ya muchos años, a las sucesivas, importantes y profundas precisiones de Juan Pablo II: "La enseñanza y la difusión de esta doctrina social forma parte de la misión evangelizadora de la Iglesia" (Sollicitudo rey socialis, 41); la doctrina social, "instrumento de evangelización" (Centesimus annus, 54), "anuncia a Dios y su misterio de salvación en Cristo a todo hombre" (ib.).
No obstante la primera encíclica social fue la Rumrum novarum, escrita por León XIII el 15 de mayo de 1891, en el contexto de los eventos de naturaleza económica y social que se produjeron en el Siglo XIX como la Revolución Industrial y la "Cuestión obrera" dicha inquietud social no da inicio con dicho documento, pues la Iglesia considera que jamás se ha desinteresado de la sociedad.
La Iglesia deja claro que su doctrina social no es una «tercera vía», un camino intermedio entre el capitalismo y el socialismo. No tiene nada que ver con una agenda económica o política, y no es un «sistema». Aunque, por ejemplo, ofrezca una crítica del socialismo y el capitalismo, no propone un sistema alternativo. No es una propuesta técnica para solucionar los problemas prácticos, sino más bien una doctrina moral, que surge del concepto cristiano de hombre y de su vocación al amor y a la vida eterna. Es una categoría propia.
La doctrina social, además de dirigirse de forma primaria y específica a los hijos de la Iglesia, tiene un destino universal. La luz del Evangelio, que la doctrina social refleja sobre la sociedad, ilumina a todos los hombres: todas las conciencias e inteligencias son capaces de captar la profundidad humana de los significados y de los valores expresados en esta doctrina, así como la carga de humanidad y humanización de sus normas de acción.
Historia de la doctrina social
La misma expresión “doctrina social” fue usada por primera vez por Pío XI en su encíclica Cuadragésimo anno1 quien cita a León XIII aun cuando reconoce que la preocupación por los problemas económicos y sociales no nació con la Rerum novaran.
Los grandes cambios del siglo XIX como la revolución industrial y el consiguiente crecimiento de las ciudades habían producido graves desigualdades sociales y económicas. Se debatía y se luchaba por establecer una justa relación entre trabajo y capital y de ahí el problema conocido como cuestión obrera. El Papa León XIII afrontó este tema y el de la propiedad privada en su encíclica que se constituyó en documento de referencia y de inspiración para todas las acciones cristianas en el campo social.
Cuando en 1931 se cumplen 40 años de la publicación de la Rerum novarum, el Papa Pío XI publica la Quadragesimo anno donde además de repasar la doctrina anterior y aplicarla a la situación del momento, afrontó los nuevos problemas ligados al crecimiento de empresas y grupos cuyo poder pasaba fuera de las fronteras nacionales. Recuerda además la condena del socialismo así como la insuficiencia del liberalismo.
Juan XXIII deja dos contribuciones: la encíclica Mater et magistral y Pacen in terris. En la primera habla de la misión de la Iglesia por construir comunión que permita tutelar y promover la dignidad del hombre. En la segunda además de afrontar el tema de la guerra (en tiempos de proliferación de armamento nuclear) sino que afronta el tema de los derechos humanos desde un punto de vista cristiano.
El Concilio Vaticano II trató en la constitución pastoral Gaudium et spes temas de actualidad social y económica como el matrimonio y la familia, la paz y concordia entre los pueblos, etc.
Con Pablo VI hace su entrada en los documentos del Magisterio el tema del desarrollo en la encíclica Populorum progressio haciendo hincapié en la necesidad de que ese desarrollo sea de toda la persona y de todos los hombres.
Juan Pablo II, fuertemente marcado por su experiencia en Polonia, publicó diversas encíclicas sobre temas sociales. La Laborem exercens que presenta una espiritualidad y una moral propias del trabajo que realiza el cristiano. La Sollicitudo rey socialis que retoma el tema del progreso y el desarrollo íntegros de las personas (publicada con motivo de los veinte años de la publicación de la Populorum progressio). Finalmente la Centesimus annus -con motivo del centenario de la publicación de la Rerum novarun- se detiene en la noción de solidaridad que permite encontrar un hilo conductor a través de toda la enseñanza social de la Iglesia. Aun cuando sus predecesores habían tratado temas sociales como orientaciones para la ética social o para la filosofía, Juan Pablo II planteó la Doctrina social de la Iglesia como una rama de la teología moral y dio orientaciones sobre el modo en que esta disciplina debía ser enseñada en los seminarios.
Principios de la Doctrina Social de la Iglesia
- Dignidad de la persona humana
- Bien común
- Destino universal de los bienes
- Principio de subsidiariedad
- Participación
- Participación social
- Principio de solidaridad
- Solidaridad (sociología)
- Valores fundamentales de la vida social
- Calidad de vida
- La vía de la caridad
- Caridad
- Cultura de la vida
Bien común:
El bien común es un concepto complejo, que en general puede ser entendido como aquello de lo que se benefician todos los ciudadanos o como los sistemas sociales, instituciones y medios socioeconómicos de los cuales todos dependemos que funcionen de manera que beneficien a toda la gente.1 Más recientemente, John Rawls lo definió como “ciertas condiciones generales que son... de ventaja para todos”
De acuerdo a Renate Mayntz,2 todas las grandes ciencias comparten un interés en las precondiciones necesarias para obtener un cierto fin social que es percibido como deseable. Consecuentemente el concepto de bien común contiene diferente elementos o puede ser estudiado desde diferentes aspectos. Por ejemplo: la riqueza
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