Ante proyecto de hospital.

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA

ALDEA JOSÉ RAMÓN CAMEJO “MISIÓN SUCRE”

ALTAGRACIA DE ORITUCO

ESTADO GUÁRICO

Reubicación y ampliación estructural de la sala de Pediatría del hospital Dr. José Francisco Torrealba, ubicado en la calle Sixto Sosa, con Libertad, Centro, Altagracia de Orituco, municipio José Tadeo Monagas, estado Guárico.

TUTOR ACADEMICO:                                                                                            AUTORES:                  

ING. DIEGO BOLIVAR                                                   RENGIFO VALERIA C I: 22.884.013          

                                                                                         VELASQUEZ AURICY CI:

ENERO  2017

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

El hospital Dr. José Francisco Torrealba, es una institución que brinda la asistencia de salud a la población de Altagracia de Orituco, y sus pueblos aledaños, en diferentes especialidades, pero gran parte de éstos servicios no satisfacen a los usuarios, esto debido a aspectos de espacio, ambiente y procesos; de ahí la necesidad e importancia de realizar una investigación que permita detectar las falencias para buscar las soluciones mas factibles que contribuyan a que los pacientes reciban un servicio eficiente, agradable y oportuno.

Uno de los aspectos mas preocupantes para la población y el personal que labora en dicha entidad, es el departamento de pediatría, ante la carencia de insumos médicos y las condiciones en las que se encuentra el hospital, en especial este departamento, teniendo en cuenta que los niños y niñas son piezas importantes para los cambios de una sociedad en todos los sentido. Los niños y niñas tienen derecho a la salud y a disfrutar su niñez de la mejor forma posible, debido a esto se hace necesario indagar sobre las carencias presentes en la sala de pediatría de este hospital y plantear posibles soluciones.

Los niños han carecido prácticamente de derechos hasta la Revolución Francesa. En la antigüedad el niño era una simple posesión de alguien o un ser abandonado. Fue a finales siglo XVIII, cuando la Revolución Francesa, en su ímpetu liberador, alcanzó también a los niños, y se promulgaron decretos a favor de los pequeños abandonados, estipulando que su educación tendría que correr a cargo del estado de la nación. Con fin de abaratar los costes, algunos de estos se encerraron en hospicios, donde la mortalidad era superior al noventa por ciento.

Con la Revolución Industrial Inglesa, en la época de máxima explotación laboral de la infancia, con jornadas de dieciséis horas diarias en las minas o telares, se dieron medidas legislativas a favor de la regulación del trabajo de los niños.

Entre tanto, los hospitales pediátricos, eran simples hospicios hasta primeros de siglo, que experimentaron un gran desarrollo. De la mano del progreso científico y la eclosión tecnológica, la medicina parecía haber alcanzado el rango de ciencia dura.

El conocimiento avanzó enormemente, pero al precio de fragmentarse la atención en los órganos y sistemas de la visión global del hombre enfermo. El médico estaba más atento a las causas que a las consecuencias de la enfermedad. Las condiciones de bienestar del paciente eran totalmente secundarias en la hospitalización; consideradas de pérdida de tiempo a la hora de diagnosticar y llevar a cabo la cura pertinente.

En consecuencia a ello, existen una serie de variables que intervienen en una experiencia de hospitalización y que pueden influir en las reacciones del niño enfermo hospitalizado, entre ellas el ambiente  en el cual el niño va a vivir dicha experiencial, la duración de la hospitalización y la ubicación de la curación.

El enfermo se encuentra en un ambiente extraño; olores extraños y rodeado de gentes vestidas de formas extrañas. Allí no se sabe nunca lo que va a ocurrir. Desayuna casi de noche, cena de día. Por la noche encienden luces y le colocan termómetros o le pinchan. Todo ha cambiado; el sueño, las comidas. El hospital muestra así un paréntesis en su vida.

Existen muchas evidencias que documentan el serio problema e impacto psicológico que la hospitalización puede causar en los niños. Hay una gran variedad de síntomas y problemas de personalidad que se aprecian que pueden aparecer en el niño hospitalizado. Todos ellos a consecuencia del estrés y de la angustia. Hay también niños que muestran reacciones adversas a la experiencia estresante de la hospitalización mientras están en el hospital y han vuelto de nuevo a su casa.

En este sentido, cuando un niño va a tener la experiencia de una enfermedad o de estar hospitalizado es muy importante tomar en cuenta el dote del  ambiente hospitalario; el ambiente físico (temperatura, ventilación, seguridad, iluminación, infraestructura), comodidad, horario de visitas amplio, número de pacientes por sala, sistemas de entretención y recreación, información adecuada y preparación para procedimientos. Es indispensable velar porque la estancia del niño en la sala de pediatría sea lo mas agradable posible para él, los espacios deben ser ricos y variados a nivel sensorial con elementos que estimulen el interés visual, auditivo, olfativo, táctil y kinestésico, debe presentar comodidad y seguridad para el paciente, El entorno físico del centro debe ser lo más semejante posible a otros contextos infantiles.

JUSTIFICACIÓN

La realización de este proyecto se justifica en la necesidad que tiene el Hospital Dr. José Francisco Torrealba y la población de Altagracia de Orituco, de contar con una sala asistencial de pediatría completamente dotada en cuanto a infraestructura hacemos referencia, que le permitan prestar un mejor servicio a los pacientes; Y es que la pediatría es una de las especialidades más importantes de la medicina porque, en palabras de Damiano (1947), “sobre nuestros hombros descansa la responsabilidad de los futuros líderes del mañana”.

En este sentido,  las condiciones precarias en las que se encuentra el Hospital hace necesaria la reubicación de la sala de pediatría, debido a la inquietud presentada por los médicos especialista y por la población gracitana,  atendiendo estas consideraciones es indispensable que el área de pediatría tenga su espacio independiente del hospital, los niños y niñas de la localidad y sus pueblos aledaños deben contar con un lugar cómodo y tranquilo en el cual recuperarse, lo que hoy día resulta difícil debido a la inseguridad presente en la entidad  gracitana y a los casos de distintas índoles que atiende el hospital. Esto a fin de corregir las fallas que actualmente presenta el centro asistencial, lo cual se traducirá en un servicio eficiente y eficaz que se adapte a las necesidades de la sociedad en la que hace vida.  

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