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Antecedentes de la Investigación


Enviado por   •  22 de Mayo de 2012  •  Trabajo  •  10.621 Palabras (43 Páginas)  •  438 Visitas

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CAPITULO I

EL PROBLEMA

Una mirada diferente sobre los adultos/as mayores, que los muestra activos y con proyectos, derrumba los prejuicios que dominaron durante décadas y rescata los aspectos positivos de la vejez se viene fomentando en distintos ámbitos tales como: físico, psicológico, social y cultural.

La Organización Mundial de la Salud OMS (1990), destaca que el envejecimiento de la población es la “historia del éxito de las políticas de salud pública, así como del desarrollo social y económico”, (s/p). Cada vez más personas llegan a la vejez, son longevas y tienen mejor calidad de vida. Pese a que los adultos/as mayores de hoy tienen pocas similitudes a un viejo/a de décadas pasadas, en la actualidad aún se sigue encasillando en imágenes obsoletas y negativas.

Desde los ámbitos académicos, profesionales y políticas públicas hace tiempo que se trabaja en el rescate y la manifestación de los puntos positivos de esta etapa del ciclo de vida. Y una tarea fundamental la realizan todos los días los propios/as mayores, quienes rompieron los viejos modelos de vejez y moldean nuevos, donde se los/as muestre activos/as, capaces, portadores/as de experiencia, con ganas de enseñar y aprender, de participar en actividades sociales, de volver a enamorarse.

Ante esto el doctor en Psicología, especialista en mediana edad y vejez, Iacub (2010), señalo que:

En las últimas décadas, desde la ciencia se cambió la mirada sobre la vejez, que comenzó a ser redescubierta. Es importante porque hace más de un siglo estuvo ligada a la enfermedad, al deterioro, al duelo y (científicamente) se empezó a ver que los viejos/as no están tan enfermos/as como se suponía y que el hecho de tener alguna patología no significa que la vida sea un desastre, ni dolor permanente”. (s/p).

El problema no es la vejez, sino del adulto mayor que no quiere o no se anima a proyectar, porque hay miles de oportunidades que pueden realizar en cualquier espacio o sitios habilitados o acorde para que ellos realicen diferentes tipos de actividades, no existen impedimento alguno para que los mismos se sientan reprimido sino mas bien que se sientan motivado de hacer el trabajo expuesto por las personas capacitadas en dichas áreas respectivas.

La Organización Mundial de la Salud OMS (1990), utilizó el término de “envejecimiento activo” para transmitir una noción más completa que el de “envejecimiento saludable” y reconocer que otros factores además de la salud influyen en este proceso. Entre los determinantes del envejecimiento activo se encuentran: la cultura y género; determinantes económicos; sanidad y servicios sociales; determinantes conductual es; determinantes sociales; entorno físico; y determinantes personales.

La vejez es definida por Ruiz (2002), “Como la última etapa existencial del hombre”, en síntesis, son los últimos años de su vida donde precisamente son víctimas de exclusión, causándoles a ellos malestar y complicaciones, falta de ilusión, de alegrías y de ánimo, de igual manera hace mención que la sociedad actual es individualista, consumista y medido todo en término de productividad, la vejez generalmente, salvo honrosas excepciones, no es reconocida como símbolo de experiencia entre los jóvenes, sino como alguien cuyo ciclo productivo termino y que hay que cuidar muchas veces como una carga.

El mismo expresa que en la sociedad la vejez se debe, en el hombre al decaimiento de sus diversas funciones fisiológicas, al deterioro de la capacidad articular y muscular, la limitación corporal de la actividad cotidiana, sin embargo llegar a la vejez, no significa aceptar resignadamente la perdida de la salud.

En esta edad se podría mantener una mejor interrelación personal en varios sentidos, como comunicación, diversión, compartir. Si se aprende a cuidar o mantener su propio cuerpo bajo los efectos de actividades físicos-recreativos dosificadas que lograran frenar las molestias y restricciones originadas por el tiempo.

Es una realidad latente que padecen los adultos mayores, producto de un modelo socioeconómico, basado en el capitalismo y la separación de clases sociales, donde se valora al ser humano, según su capacidad productiva, que no es solamente en Venezuela, sino a nivel mundial, es decir, se mira a la vejez, como un defecto y no como una virtud o privilegio. Parte de ello, produce el rechazo que se da desde muchas partes, se ha notado que, casi no existen programas sociales destinados a los adultos mayores en especial, y si los hay, están dirigidos a la adaptación de adultos no mayores.

Según Neri, (2001), “Hay evidencia de que la actividad física tiene implicaciones en la calidad y expectativa de vida, no apenas las actividades físicas como también las sociales, tienen efectos preventivos y terapéuticos sobre las reacciones al stress y a las enfermedades”. (S/p).

Ollari, (1997), expresa que el “El envejecimiento es un proceso dinámico y progresivo en el cual hay alteraciones morfológicas, funcionales y bioquímicas que van alterando progresivamente el organismo tornándolo más susceptible”. (S/p)

El mismo expresa, que existe una gran cantidad de ideas erróneas acerca del envejecer y a la vejez; funcionando como mitos y prejuicios como lo es: (a) que ser mayor significa estar enfermo, (b) los mayores no tienen nada para aportar, (c) los adultos mayores son improductivos y malos empleados, (d) ya se es demasiado viejo para hacer ejercicio y perjudicando de esta manera el de llegar a adulto mayor

La calidad de vida del Adulto Mayor es un desafío, ya que muchos al llegar a edades avanzadas, llegan enfermos, desvalidos y muchos recluidos en asilos, cuando deberían ser valorados, cuidados y disfrutar de un ajusta recompensa por los años vividos y las metas logradas.

La estructura de la población de los países en desarrollo está cambiando y la proporción de las personas ancianas está aumentando rápidamente; Venezuela no escapa de este fenómeno, lo cual conduce al crecimiento de una población anciana con necesidades, problemas y con unas débiles políticas de seguridad, asistencia social que no coadyuvan a mejorar la calidad de vida de la persona de la tercera edad. Según la Oficina Central de Estadísticas e Informática (OCEI), para el año 2005, la población venezolana se ha estimado en 26.467.834, con un total de 1.943.523 personas de 60 años y más representando el 7,34% de la población total. Más aún para el año 2025 se espera un incremento a un 11%.

Los investigadores a partir de las observaciones realizadas en el Sector 1, de la Urbanización la Mora

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