Análisis De "La Reproducción Prohibida" De René Magritte
Enviado por maka22 • 25 de Agosto de 2013 • 3.130 Palabras (13 Páginas) • 5.954 Visitas
A. PUNTO DE PARTIDA
1. La obra que me dispongo a analizar en este ensayo es “La reproducción prohibida” del autor belga René Magritte. Se trata de una pintura al óleo hecha sobre tela de unas dimensiones de 81,3 x 65. Actualmente se encuentra expuesta en el Museo Boijmans Van Beuningen en Rotterdam.
En el cuadro se puede observar lo que es el retrato de un hombre de espaldas. La característica principal de esta obra radica en que el hombre retratado de espaldas se encuentra frente a un espejo, de apariencia normal, pero que en lugar de reflejar su imagen, refleja la repetición de su dorso, dejando en incógnita el rostro del personaje. En la esquina inferior derecha podemos observar un libro que, a diferencia de la figura del hombre, éste aparece perfectamente reflejado en el espejo.
2. La técnica plástica utilizada por Magritte en esta obra, como en casi todas las que realizó en su vida, es depurada y con trazos finos y cuidados, un estilo figurativo que da lugar a una pintura muy realista y detallada de lo que en ella se muestra, pese a reflejar una escena imposible e incluso onírica. Predomina la línea sobre el color, una línea fina y bien definida sobre una gama de colores apagados y en tonos sepia, que pueden observarse muy influenciados por la fotografía.
La luz proviene de un foco externo a los límites del cuadro, que se sitúa a la izquierda. La iluminación enfoca el cuerpo del personaje y hace que destaque su cuello fuertemente iluminado con respecto a la oscuridad de su traje y de su pelo. Se produce también una sombra que se proyecta justo delante de él, hasta el espejo, sombra que también se ve de manera realista en el reflejo del espejo, lo que hace aún más confusa la escena.
El espacio es una clave utilizada por Magritte para casi todas sus obras para jugar con lo absurdo e imposible. En este caso, se aprecia una sensación de volumen y profundidad en las escena gracias al espejo, pero juega con la realidad del mismo pintando una situación falsa, lo que confunde la percepción. El encuadre de la obra es centrado y recuerda al de un retrato hecho con una instantánea.
La composición es vertical. La relación figura-fondo también es un punto estratégico en toda la obra de René Magritte, ya que juega con la percepción de ambos. En esta pintura se diferencia la figura del retratado con el fondo que es liso y sin ningún tipo de detalle, que reflejaría el fondo que se encuentra detrás del personaje que se mira al espejo.
B. ANÁLISIS HISTÓRICO
1. La obra fue publicada en el año 1937, en pleno crecimiento de los Estados totalitarios en Europa y el periodo de tensiones posteriores a la Primera Guerra Mundial y la Gran Depresión de los años 30, caldo de cultivo para la Segunda Guerra Mundial en el año 1939. Esta situación a nivel internacional da lugar a una decadencia a nivel social, de libertades y derechos de los ciudadanos, muchos de los cuales tuvieron que viajar al exilio por su ideología o situación. Surge una actitud de represión y oscuridad durante la época de posguerra. Dentro de esta decrepitud, se buscan nuevas formas y nuevos caminos que tomar en el campo del arte. Uno de los caminos que se toman ante la realidad negativa del entorno, es negarla y crear otros mundos distintos en los que recrearse con la pintura, así nacerá el surrealismo, movimiento artístico al que pertenece esta obra.
El movimiento surrealista es el último de las vanguardias históricas, que posteriormente dejará paso a otras nuevas corrientes y estilos como las Segundas vanguardias que surgirán tras la Segunda Guerra Mundial. El nacimiento de los pintores surrealistas aparece como vestigio del dadaísmo anterior, muy influenciados por la obra de Duchamp. Lo que pretende el surrealismo es comprender de alguna manera la complejidad psicológica y sociológica del hombre, y lo harán indagando en el subconsciente y en los sueños, claramente empujados por el trabajo de Freud que se tornaría relevante durante esos años. René Magritte, el autor que aquí se analiza, es uno de los pintores más destacados del movimiento surrealista, junto a otros como Miró, Dalí o Ernst. Sin embargo, se considera que tiene ciertos antecedentes que se pueden considerar presurrealistas, como algunas obras de Goya o los simbolismos de Munch. Más inmediatas serán las influencias de Chagall y sobre todo, de De Chirico, quien posteriormente se unirá al surrealismo.
2. René Magritte, pintor belga nacido en 1898 y fallecido en su país natal en 1967, debe su éxito totalmente al movimiento del surrealismo. Sin embargo, este artista crea dentro de este movimiento, un arte personal y diferenciada del resto, ya que le da una importante carga conceptual a sus obras y juega con las confusiones de la percepción humana, el miedo a lo desconocido y el misterio de los efectos ópticos. Pone en cuestión todos los principios convencionales y las relaciones entre objetos, de una manera provocativa e incluso satírica. Su objetivo, decía, era conseguir en el público un aumento de la sensibilidad por el entorno que los rodea. Toda su obra fue de un fuerte carácter figurativo, y puede dividirse en tres series diferentes: “La traición de las imágenes”, “El cuadro dentro del cuadro” y “Las metamorfosis”, incluyéndose la obra que aquí se analiza en el primer grupo.
Magritte comienza en Chatelet sus primeros contactos con la pintura, comenzando en 1915 a adentrarse en el mundo del arte y partiendo de un estilo impresionista. Hasta 1924 destacará su obra por tratar temas de la vida cotidiana y jugar con las relaciones de la tridimensionalidad influenciado en parte por el cubismo y el futurismo. Posteriormente descubre la obra de De Chirico y basa sus creaciones en la línea estilística de éste. En 1927 se trasladará a París y aquí se unirá al movimiento surrealista y participará en él durante varios años, aportando a él un resurgimiento del ilusionismo. Realizará muchas exposiciones tanto en Bruselas como en Estados Unidos, ya escindido del polémico movimiento surrealista de París e instalado en Bruselas. La pintura única de René Magritte recibirá el nombre de “realismo mágico”. Esta obra pertenece a esta época de realismo mágico de Magritte, ya que posteriormente en la década de los 40 adoptará una pincelada más suelta de estilo impresionista (cuadros fauvistas). La crítica hacia ese nuevo rumbo que toma es negativa por lo que Magritte no tarda en volver a su antiguo estilo, en el que se mantendrá fiel hasta su muerte en 1967.
3. En la iconografía de esta obra de René Magritte encontramos, en primer lugar, el retrato de un hombre de espaldas, que es sabido que se trata del poeta Edward James, quien estaba muy ligado al surrealismo
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