Análisis e Interpretación de las Teorías de la Arquitectura
Enviado por Samuel Campos • 13 de Septiembre de 2021 • Resumen • 2.703 Palabras (11 Páginas) • 87 Visitas
Análisis e Interpretación de las Teorías de la Arquitectura
Saber Ver La Arquitectura Septiembre 07, 2021
Samuel Campos Luz
Durante el primer capitulo el autor plante el problema principal que abordara su obra, el cual se podría sintetizar en desinterés o poco valor que se le da a la arquitectura, esto por varios factores. El público no se interesa por la arquitectura, tampoco los diarios, y ni siquiera existe buena propaganda para impedir que se realicen fealdades en el campo de la construcción, como escándalos urbanísticos y arquitectónicos. Existe también una incapacidad por parte de los arquitectos, historiadores y críticos de arte para difundir el amor a la arquitectura, pues ello requeriría ver toda la arquitectura. Otro factor es que en una cultura orgánica no se puede emplear diferentes metros de juicio para la arquitectura moderna y la tradicional. Un juicio sobre arquitectura necesita criterios claros e idénticos a cualquier obra. Otro defecto típico del modo de tratar la arquitectura es juzgarla como si de pintura o escultura se tratase como un puro fenómeno plástico y se olvida de considerar lo que es específico de la arquitectura y que la define como tal. Si queremos enseñar a Saber ver la arquitectura prescindimos de un método claro con una condición: que quede clara la esencia de la arquitectura. Comenzamos, así pues, tratar de comprender cual es esta esencia.
Existe una falta de habituación para comprender el espacio y la inexistencia de un método coherente para el estudio espacial de los edificios o ausencia de una historia aceptable de la arquitectura.
El carácter primordial de la arquitectura es la creación de espacios, que sólo pueden ser comprendidos por experiencia directa, y no por proyecciones diédricas, meras representaciones de las medidas que definen el espacio para poder ser ejecutadas por el constructor. Nuestra inadecuación para comprender el espacio radica en el uso de este método. Para iniciarse en el estudio de la arquitectura hay que comprender la belleza de una planta, el equilibrio de los frentes, la proporción del volumen y cómo, aun así, el edificio puede ser arquitectónicamente pobre. Saber ver el espacio es el inicio de la comprensión de los edificios y el elemento principal de la crítica arquitectónica. Pero ¿cómo representar el espacio? En el siglo XV se descubre la perspectiva, lo que parece poder representar las dimensiones de la arquitectura. A finales del siglo XIX la fotografía suplanta a los dibujos, y a principios del XX se descubre la cuarta dimensión, plasmada en toda obra cubista y consistente en representar en el mismo objeto sus diferentes puntos de vista. Sin embargo, una dimensión común a todas las artes no es característica de ninguna. Ello implica que en arquitectura la cuarta dimensión se genere cuando el hombre se mueve en el edificio y lo estudia desde diferentes puntos de vista (el mismo hombre crea la cuarta dimensión activamente). Según esto, pueden surgir dos equivocaciones:
La experiencia espacial de la arquitectura sólo se tiene en el interior de los edificios o no tiene valor el espacio urbanístico. La experiencia espacial se prolonga en las calles, plazas… Todo espacio urbanístico está caracterizado por los mismos elementos que distinguen el espacio arquitectónico. El urbanismo lleva intrínseca la presencia de espacios internos y externos, delimitados por los varios elementos urbanos: quizás no se pueda considerar Arquitectura en el sentido más exacto, pero tiene sus características.
La interpretación espacial de un edificio es suficiente como elemento crítico de una obra de arquitectura. El espacio interno es la esencia de la Arquitectura, pero no basta para definirla, pues en todo edificio existe pluralidad de valores (económicos, técnicos…). El movimiento moderno, en su intento de llevar la arquitectura a su propio campo, ha desterrado la decoración. Pero la ausencia de decoración no puede ser un punto del programa de ninguna arquitectura, solo polémica y por eso, efímera.
Encontramos pues, que, aunque en la Arquitectura podemos encontrar contribuciones del resto de artes, el espacio es el que nos da juicio sobre un edificio, es el protagonista de la Arquitectura y la escena en la que se desarrolla nuestra vida.
Ahora bien, los métodos más difundidos para la representación de estos espacios arquitectónicos son:
• Plantas
• Frentes y secciones
• Fotografías
Lo que podemos decir de las plantas es que son una cosa abstracta, pero el único medio para juzgar el organismo entero de una obra arquitectónica. De una misma obra, podemos realizar varias plantas a fin de que cada una de ellas subsane las carencias de las demás en cuanto a la representación del espacio se refiere. Con el estudio de todas ellas podremos llegar a comprender el espacio. En el ejemplo de San Pedro de Roma vemos 9 plantas
1. Demasiado minuciosa para un primer juicio espacial crítico donde lo que importa no son las pequeñas variaciones de contorno.
2. Es una simplificación interpretativa de la figura 1.
3. Se siguen destacando los muros, como en la figura 2, el marco del espacio, pero no el espacio en sí.
4. Da la espacialidad interna a nivel del espectador, pero no distingue las diferentes alturas. Además, representa como espacio interior el correspondiente al pórtico, cuando ambos no pueden ser vividos simultáneamente.
5. Sucede igual que en la figura 4
6. Introduce la mejora de la representación de las proyecciones de la estructura superior, pero continúa con los defectos de las figuras 2 y 3.
7. Pone de relevancia la forma en cruz de la planta
8. Subraya la prevalencia de la cúpula central
9. Da mayor valor a las cuatro cúpulas.
En cuanto a las fachadas, en estas se halla muy difundido el método gráfico lineal, pero éste es abstracto, anti arquitectónico pues representa un objeto de tres dimensiones con simples líneas, sin diferenciar texturas ni llenos o vacíos, sin separar el objeto arquitectónico del espacio circundante.
A pesar de representar todo ello, hay ocasiones en las que el efecto volumétrico sólo puede ser representado por una maqueta pero, aun así, no satisface plenamente por la escala, la cual califica todo producto de arquitectura.
Las fotografías expresan bien los efectos de la caja de muros, pero el carácter primordial de la arquitectura es el espacio interno vivido en un recorrido, la fotografía, estática por naturaleza, no puede hacer exhaustiva la representación de un edificio.
Tiene ventajas sobre la maqueta (aún más si contiene una figura humana) porque da el sentido de la escala. Pero no puede representar nunca el organismo entero de una construcción. Sin embargo, un recorrido cinematográfico por un edificio sí puede revivir una gran parte de la experiencia espacial.
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