Análisis "el sueño del pongo"

ANÁLISIS “EL SUEÑO DEL PONGO”

El sueño del pongo es una crítica a la matriz en que vivimos, es el reflejo de nuestra historia, es el reflejo de lo que hemos vivido a través del tiempo, la estratificación de la sociedad y no desde la dualidad del ser humano: a la ves igual y a la ves diferente, sino desde lo piramidal, de mayor a menor, donde los que están en la cima casi por orden natural son los que tienen el poder.

En esta obra se puede apreciar con claridad la posición social, la punta y el pie de la pirámide, una brecha muy grande entre el patrón y el pongo, son dos sujetos iguales pero las diferencias son las que causan esta separación.

El pongo es quien está bajo el yugo de una supremacía que no permite que en si el otro sea alguien, capaz de producir sentidos, que puede entender, razonar, raciocinar, dar una respuesta coherente y con significado. El sujeto en este caso esta inerte de sentidos, anulado su derecho vital de comunicarse.

Este es el juego de la hegemonía, desvirtuar la capacidad humana de ser diversos con la facultad de decir algo. La diferencia se convierte en sinónimo de inferioridad por tanto si no eres igual no mereces el mismo trato.

El contexto que rodea nuestra escena comunitaria no está lejos del contexto de la obra, pues las condiciones en las que se está dando la interacción están marcadas por unas condiciones tensionantes e impuestas, porque cada uno de los sujetos ocupa un lugar opuesto en la estructura social que dice quién es mejor o peor. Estas condiciones realmente asen que se limite la interacción a solo uno de las partes, quien es la que está propiciando una comunicación unidireccional. El patrón es el emisor autoritarista que solo emite mensajes con el ánimo de reducir de pordebajear al pongo, de hacer que pierda su humanidad su identidad, su trato hacia el pongo es humillante tratándolo como un juguete sin valor que él puede manejar a su antojo: hace que convierta en un perro y pase hacer bipolar, que se convierta en el entretenimiento de todos los empleados.

El lenguaje está siendo usado como herramienta que reafirma el poder, la supremacía. No es de gratis en este caso la humillación pública, porque se está logrando quebrar la autoestima no solo del pongo sino de todos los empleados, pues a fin de cuentas pertenecen a una misma clase social y por tanto van a sentirse identificados con ese trato, por ende la autoestima de todos va a decaer sintiéndose inferiores e incapaces de ser independientes, con miedo a expresarse.

Esto es lo que busca los que tienen dominio sobre otros, producir contenido en un espacio limitado, donde no hay opciones, donde a pesar que se piense lo contrario no se puede expresarlo por las fatales consecuencias que puede traer, es decir a quienes va dirigido el mensaje lo tienen que asumir de una manera pasiva, tal vez no con intención, pero el contexto los obliga y la consecuencia de

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